Díaz Rangel: Enfrentar las amenazas del Norte/Stelling: La guerra o la paz/Roitmann: Golp híbrido y asimétrico
Enfrentar las amenazas del Norte
Eleazar Díaz Rangel-ÚN|
Tienen que haberla leído. En el aeropuerto internacional de Valencia fueron descubiertos 17 fusiles AR15, un fusil Colt Ar15, otro Micro D racot, 118 cargadores, tres miras telescópicas y seis teléfonos Iphone, que habían sido trasladados en un avión Air-Bus, siglas CSB703. No era ningún contrabando ni nada parecido. No es exagerado suponer que fueron despachados por algún organismo de Defensa de EEUU, en todo caso, con autorización de altos niveles. Y les pregunto, ¿ustedes no creerán que ese era el único envío? ¿Cuántos habrían burlado la vigilancia en otros aeropuertos? Solo lo saben allá, quienes los enviaron.
En Santa Bárbara de Barinas, también el domingo, efectivos de la GNB del D-332, decomisaron 7 fusiles automáticos (FAL) uno de ellos con mira telescópica, con 7 cargadores, todos pertenecientes al Ejército Nacional.
Podemos añadir algunos recientes actos de sabotaje, en los estados Miranda y Anzoátegui, de los 16 que han ocurrido desde enero. Y más de 100 denuncias recibidas en las REDI, solamente en enero; de esas denuncias, 17 correspondían a acciones de sabotaje. Si nos vamos un poco más lejos, son cada vez más
evidentes y claros los anuncios o advertencias de Washington sobre una posible invasión, que si se ha anunciando tanto, seguro que simultáneamente la han estado preparando y consultando. No es casual que María Zajárova, calificada vocera de la cancillería rusa, dijera hace poco que “desde Washington siguen llegando señales sobre la posibilidad de usar el escenario de la fuerza para derrocar las autoridades legítimas, incluso a través de una intervención militar directa”. Si a ellos les llegan esas señales a Moscú, es de suponer que usted las habrá captado aquí en Venezuela.
Usted extraerá las conclusiones que crea lógicas, sin conocerlo-a, no le pediría que se entrenara para utilizar un arma de guerra, ni siquiera después de escuchar el viernes al presidente Nicolás Maduro, pero hay algo que puede hacer, como es firmar la declaración por la paz que se entregará en Washington, y quizás hacer un poco más, junto a amigos salir a recoger firmas para alcanzar los millones que se aspiran a recolectar en todo el país.
¿Adelantar las elecciones?
No es exactamente válido para las presidenciales toda vez que se realizaron hace ocho meses, y el electo presidente Maduro ejerce desde hace apenas un mes.
¿Por qué adelantarlas? La única forma es que el autoproclamado Guaidó, como Presidente de la Asamblea Nacional, y de acuerdo al art. 233 de la Constitución, convoque, en plazo de 30 días, desde el 23 de enero, a nuevas presidenciales.
Otra forma de adelantar elecciones, es para elegir una nueva Asamblea Nacional, lo que ocurriría si la oposición está de acuerdo para buscar mejorar su actual sólida mayoría, tan seguro como están de ganarlas en forma abrumadora sumado el descontento chavista por los altos precios sin control. La propuesta la hizo públicamente el presidente Maduro, y la ANC designó una comisión especial que preside Darío Vivas para que la estudie y presente un informe. Pero no ha habido respuesta alguna de ninguno de los grupos opositores. Todos guardan silencio, los radicales y los comedidos, lo que hace suponer que no están tan seguros del triunfo como dicen.
¿Cuál puede ser el resultado de esa comisión? No descartemos que recoja opiniones mayoritarias contrarias a esas elecciones, que, en tal caso tendrían la abstención opositora. Y finalmente, el gobierno puede verse obligado a dar un paso atrás y no las convocaría.
- El de los altos precios sigue siendo el problema mayúsculo de este gobierno, el que más perturba el ánimo de los gobernantes, y al que no se le ve solución en tanto no se decidan a actuar. Pero si es perturbador de la acción gubernamental, es determinante en el estado de ánimo de millones de venezolanos. Yo no puedo imaginarme que en el alto gobierno no están conscientes de la gravedad de la situación, y cómo en muchas de las manifestaciones ocurridas en estos días, una buena parte de quienes lo hacen contra el gobierno, han asumido posiciones neutrales o se han abstenido en las votaciones estuvieron identificados con el chavismo. Es de suponer que es cuestión de estudio tanto en la Dirección Nacional del Psuv, como en el alto gobierno.
- Usted no será de los ingenuos que creyó que cuando la Unión Europea se hizo presente en Montevideo, lo hizo para ayudar a encontrar el diálogo. Todo lo contrario fue a entorpecerlo. Y vea los resultados, se dividieron, unos pretenden que se convoque a elecciones presidenciales, y otros (México, los 14 países de Caricom y Bolivia) que opinan que es intervenir en cuestiones internas de Venezuela.
*Maestro de periodistas. Director Últimas Noticias
La guerra o la paz
Maryclen Stelling.|
Devenidos en contrarios irreconciliables, la apuesta a la guerra, la violencia y la destrucción podría tornarse una realidad irreversible.
En sectores radicales se ha impuesto la lógica de la violencia, la muerte y el exterminio del “otro”, en tanto salida salvacionista para el país y la crisis; con absoluto desprecio a los efectos sobre la población civil y el destino de nuestros recursos naturales.
Se saluda y anhela la intervención extranjera y, por ende, las consecuencias que de allí devendrían tales como una guerra civil, la violencia contra y entre la población. Se descarta la solución política pacífica al igual que la paz…Solo con la eliminación del “odiado adversario” a cualquier costo el país será salvado.
Según estudiosos del tema, las guerras civiles tienen tres rasgos fundamentales: la existencia de al menos dos proyectos de sociedad antagónicos, conducentes a una “enconada polarización nacional”; en segundo término el enfrentamiento armado y, finalmente, la existencia de una soberanía escindida.
Boaventura de Sousa Santos en “La nueva Guerra Fría y Venezuela”, alerta: “Lo que está pasando en Venezuela es una tragedia anunciada, y probablemente causará la muerte de mucha gente inocente. Venezuela está al borde de una intervención militar extranjera y el baño de sangre que resultará puede asumir proporciones dramáticas.”
Es incuestionable que estamos atrapados en una peligrosa escalada de violencia, que se genera, diseña y nutre desde el exterior. Un muy bien articulado proyecto atenta contra la democracia, la constitución y las leyes. Todo ello cuenta con el aval de la opositora peonada vasalla, sometida a los alineamientos interesados que se producen entre grandes potencias.
En ese orden de ideas, concordamos en que “impera un profundo desconocimiento y “subestimación de la propia “lógica política” de los pueblos, que piensan su democracia en función de su realidad, necesidad y particularidades nacionales (La Jornada: Venezuela: ¿por quiénes doblarán las campanas?).
Los Gobiernos de México y Uruguay convocan a la Cumbre sobre Venezuela con miras al diálogo, la negociación como vías legítimas del derecho internacional para resolver los conflictos. Paralelamente el Grupo de Contacto de la UE sale con otra propuesta donde demandan elecciones presidenciales en Venezuela ¿Jugada inocente?
*Socióloga. Profesora de la Universidad Católica Andrés Bello. Coordinadora del Observatorio Global de los Medios, Capítulo Venezuela.
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Golpe de Estado híbrido y asimétrico
Si el triunfo inesperado de las izquierdas pone en entredicho su control, el dispositivo entra en liza. Sociedades dependientes tecnológica, militar e industrialmente con 70 por ciento de las importaciones provenientes de Estados Unidos, son un blanco fácil. Estrangular la economía, provocar desabastecimiento, mercado negro e inflación es tarea simple. Basta con pedir el pago por adelantado de las importaciones para vaciar las arcas públicas y provocar una crisis inflacionaria. Asimismo, patrocinar el abandono de multinacionales del territorio y cerrar sus filiales acaba desangrando la economía.
La falta de repuestos, productos de primera necesidad, pasta de dientes, jabón, papel higiénico, medicamentos antes en abundancia, desaparecen del mercado. Un discurso señalando como responsables al gobierno y una guerra sicológica multiplican por mil la escasez. Levantar una economía alternativa cuesta mucho, y a corto plazo los visos de éxito son escasos. Proceso desestabilizador, estrangulamiento de la economía, ruptura de las fuerzas gubernamentales concluyen llamando a las fuerzas armadas al golpe restaurador.
La tarea de provocar la caída de los gobiernos populares en América Latina se asignaba a la alianza interna cívico-militar. Hoy el factor exterior se estrena como determinante y articulador del golpe de Estado. Países extranjeros y un personaje irrelevante es proclamado presidente interino. Sin control del territorio, sociedad a la cual gobernar, instituciones a la cual administrar, ni las fuerzas armadas, en definitiva sin poder, es elevado a la presidencia. Hoy, en Venezuela, no se trata de derrocar un gobierno legítimo. El objetivo final, no es restaurar la democracia, es desintegrar el país para que Estados Unidos pueda seguir su afiebrada marcha por el control del mundo, cuyas miras están en el gigante asiático que le amenaza: China.
Estados Unidos, Brasil, Canadá, países de la Unión Europea, la OEA y el grupo de Lima, actúan de lanzadera para legitimar un golpe de Estado desde el exterior. La mentira, la manipulación informativa, los factores emocionales y sicológicos cobran un papel fundamental. Se trata de romper los apoyos al gobierno hasta hacerlo caer. Es la articulación de un orden paralelo. Hacer creer que nos hemos instalado en un poder dual. Pero ni la OEA ni la Unión Europea han logrado la unidad para ratificar al golpista. Sólo 16 de sus 34 miembros apoyan el discurso de Almagro.
México y Uruguay, entre otros, han preferido mantener la dignidad, negándose a reconocer el gobierno de facto. Donald Trump y Jair Bolsonaro, presidentes considerados un peligro para la democracia representativa, la paz mundial y regional se rescatan por un sector de la comunidad internacional
, para legitimar el golpe en Venezuela. En España, los medios de comunicación, partidos políticos, gobierno y oposición se hacen eco para justificar el apoyo a los alzados. No es un golpe de Estado
argumentan. Así le dan el estatus de interlocutor válido. ¿Cuáles serán las consecuencias? No se engañen, serán como en Paraguay, Honduras o Brasil: el asesinato político, la pérdida de espacios democráticos y el exilio. El discurso de odio, venganza y represión política son las cartas del autoproclamado presidente. Ya lo han demostrado con las guarimbas.
Decenas de asesinatos políticos, entre cuyos responsables se encuentra Leopoldo López. Venezuela sufre la cólera de un conglomerado golpista mundial donde están la socialdemocracia, liberales, conservadores y el complejo industrial-financiero-militar. El diálogo no entra en sus planes, ni la paz, ni las elecciones, sólo el derrame de sangre. En Venezuela, el punto de inflexión fue el rechazo a firmar los acuerdos para configurar un calendario de diálogo y elecciones entre gobierno y la oposición (MUD) celebrado en República Dominicana. Prestos a firmar, el gobierno republicano de Donald Trump desautorizó a los negociadores.
Así, renunciaron a la soberanía. Llenos de odio, desprecio a las clases trabajadoras, acabaron articulados a una estrategia de muerte bajo el mando de Estados Unidos y banderas extranjeras. En España, el presidente de gobierno, Pedro Sánchez, acompasado por los medios de comunicación, junto a los dirigentes Casado, Rivera, Iñigo Errejón, Pablo Iglesias, Manuela Carmena o el ex vicepresidente del PSOE Alfonso Guerra, tal loritos repetidores califican al presidente Nicolás Maduro de dictador. No asumirán responsabilidades secundando un golpe de Estado, una invasión o una potencial guerra civil. Ellos se lavarán las manos. La sangre será del pueblo venezolano.