Derechos humanos: “me han estremecido un montón de mujeres”
PATRICIA PARGA – VEGA | Cada día los medios no alineados informan sobre nuevas violaciones a los derechos humanos, en los más recónditos lugares del mundo. Es posible ver una información, aunque mucho más sesgada, también en medios oficiales de la prensa tradicional. Sin embargo, a la hora de hacer balances, pocos son los que señalan que la mayor parte de las víctimas continúan siendo mujeres y niños.
Mujeres de fuego, mujeres de nieve
Mujeres que la historia guardó entre laureles
y otras desconocidas gigantes
que no hay libro que las aguante…
Silvio Rodríguez
Patricia Parga – Vega* – Periodismo Humano
Hace 11 años, los 192 países miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se comprometieron a promover la integración de las mujeres en los procesos de construcción de paz internacionales, una promesa aún incumplida. Treinta y siete millones de niñas están sin escolarizar en el mundo y 506 millones de mujeres son analfabetas.
Eso, en la superficie. Si se profundiza en la realidad los datos arrojan abismos de terrible oscuridad —de los que poco se informa. como si fuera mejor no conocerlos.
Breve balance de horror y muertes
En Guatemala más de 100.000 mujeres fueron torturadas, violadas, mutiladas, desaparecidas y asesinadas como parte del genocidio maya. Hoy el cuerpo de las mujeres todavía es un campo de batalla en el que el machismo, sólo en 2010, acabó con la vida de más de 700 guatemaltecas.
La situación de asesinatos de mujeres en la mexicana Ciudad Juárez no ha cambiado y el problema persiste, desde que en 2003 la Organización de Naciones Unidas (ONU) emitió diversas recomendaciones para investigar estos feminicidios.
Policía chilena agrede a niños mapuche con balas de goma mientras juegan, detienen y agreden a sus padres ante los ojos atónitos de las criaturas. Mujeres mapuche, han sido víctima de una sistemática represión y violencia —tanto física como psicológica— ante la imposición estatal y de las transnacionales que se han apropiado de los territorios ancestralmente habitados por las comunidades.
Grupos de mujeres nigerianas denuncian que cerca de trescientas compañeras han muerto desde el comienzo del conflicto libio, semanas antes de que se declarara su culminación. Desplazadas hasta ese país por redes de trata para explotación sexual, sufrieron violaciones, maltrato, torturas y muertes en la más absoluta indefensión.
Amnistía Internacional publicó —en enero— el informe Post-trauma: las mujeres hablan claro sobre la violencia sexual en los campamentos de Haití. En los primeros 100 días posteriores al terremoto, se denunciaron más de 250 violaciones. Muchas mujeres y niñas son violadas una y otra vez, a menudo en cada ocasión toman parte varios hombres, y son sido golpeadas y maltratadas.
Muchas mujeres que perdieron a sus maridos en el dramático tsunami de Japón, tienen que aprender a exigir ayuda a las instituciones y organizaciones, y a proteger a sus hijos solas en una sociedad aún muy machista, especialmente en las pequeñas aldeas que fueron arrasadas.
La violencia sexual de la dictadura argentina sigue impune, comienzan a salir a la luz tras treinta años de silencio, los delitos sexuales contra personas detenidas en la última dictadura cuando el “proceso” militar. La impunidad sólo comenzó a revertirse en 2005 tras la llegada al gobierno del hoy fallecido Néstor Kirchner.
Las niñas peruanas indígenas de las regiones rurales tienen muchas más probabilidades de abandonar los estudios. La implementación de las políticas gubernamentales no consiguen salvar todas las dificultades que encuentran en el camino.
Las nuevas Magdalenas de Palestina: un informe de la ONU desvela la explotación de un millar de mujeres: pobreza, patriarcado y violencia las llevan a ejercer la prostitución. La mayoría son vendidas por sus familiares, los primeros abusadores. Casi la mitad estaban ya casadas a los 14 años y el 60% fue violada en su primera vez. La falta de legislación en los territorios lleva a una total impunidad de los proxenetas y las mafias.
El escándalo sexual del ex primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, concentró la atención del público en un grupo de jóvenes trabajadoras sexuales, pero son decenas de miles las víctimas de trata de mujeres en este país.
En Túnez, el país abanderado de la primavera árabe, las mujeres afrontan una revolución de otro tipo: la de la lucha por la igualdad. Con el antiguo presidente Ben Alí, las tunecinas gozaban de ciertas ventajas en comparación con el resto de países árabes, sobre todo en cuanto a tasa de universitarias y a representación parlamentaria. Sin embargo los activistas denuncian que “en la transición las mujeres tienen muy poca presencia en los órganos políticos”.
La necesidad de políticas de género
Con la misma disponibilidad de recursos que alcanzan los hombres, las mujeres pueden aumentar la productividad entre un 20 y 30%, según la FAO. Las mujeres cultivan 70 por ciento del alimento y son responsables de 60 por ciento del trabajo realizado en el mundo, pero sólo reciben 10 por ciento de los ingresos.
En Colombia, las defensoras de derechos humanos son el colectivo más amenazado y olvidado en el conflicto interno. Estas mujeres que se exponen a la muerte cuando alzan la voz para pedir paz y justicia, lanzan ahora un SOS a Europa para que las proteja.
Una investigación dirigida por Prabhat Jha, de la canadiense Universidad de Toronto, publicada en la revista médica británica The Lancet, estima que en las últimas tres décadas se practicaron 12 millones de abortos selectivos de niñas en India. Los abortos selectivos en base al sexo fueron inusuales en India durante la primera mitad del siglo XX, pero la disponibilidad de los ecógrafos facilitó el procedimiento, lo que hizo aumentar la frecuencia de esos estudios. La existente ley de aborto tiene muchos vacíos que impiden que los infractores sean sometidos a una acción penal, sostienen algunos expertos.
Amparado en su rol de pacificador de Chechenia, el presidente Ramzan Kadyrov instauró un régimen acusado de secuestrar, torturar y asesinar a civiles con total impunidad. Las mujeres son el principal blanco de la política de recuperación moral del gobierno. Varias organizaciones internacionales y ONG denuncian la grave situación a la que están expuestas las chechenas y reclaman la intervención de la comunidad internacional para poner fin al acoso y la violencia.
Un millón y medio de trabajadoras de la compañía Walmart acusan a la empresa de prácticas discriminatorias contra las empleadas. La demanda, interpuesta por sindicatos y organizaciones feministas, fue rechazada por la Corte Suprema de EE.UU.
Women’s Link Worldwide presenta ante el Tribunal Constitucional español un recurso de amparo por la violación de los derechos a la integridad física y a la tutela judicial efectiva en el caso de una nigeriana, presunta víctima de trata, expulsada de España.
Ni sirvientas ni familiares, siempre trabajadoras: aprobado el convenio sobre el trabajo decente para las trabajadoras y los trabajadores domésticos, las decenas de millones de mujeres empleadas en el servicio doméstico en el mundo conquistaron legalmente el rango pleno de trabajadoras mediante el tratado adoptado —en junio de este año— en la cumbre anual de la OIT.
Iniciativas múltiples para romper el cerco informativo, para visibilizar las injusticias y para desafiar el sistema económico, político, religioso y machista. Un homenaje a las que dan la cara y a todas las que trabajan en silencio por un mundo más justo.
Ahorrando juntas por un techo propio, diez mujeres zimbabwenses se organizan en una cooperativa con el fin de construirse sus propias casas. Cynthia Dube: “Es un hecho sabido que los bancos no nos darán préstamos de vivienda, así que ¿por qué colocar el dinero allí?”.
Hanin Zoabi, palestina integrante del parlamento de Israel, que formó parte de la Flotilla de la Libertad y primera mujer en la lista del partido árabe Balad: “No me preocupa el fin, sino el rumbo”.
Mujeres emitiendo paz desde favelas brasileñas: las voces de mujeres comenzaron a resonar a través de una radio comunitaria. Desde un conjunto de favelas del norte de Río de Janeiro emiten ondas de paz en un contexto de violencia y olvido.
Perseguidas por convertirse al Islam: la joven cristiana Abeer Fakhry quería vivir con un hombre que la amara y respetara, y no con su esposo abusivo. Pero la persiguen su propia familia, la Iglesia Católica Apostólica Ortodoxa, los fundamentalistas salafistas y los generales del ejército egipcio.
Las mujeres periodistas sufren especialmente el radicalismo islámico del gobierno de Sudán del Norte, presidido por Omar Al Bashir, perseguido por la Corte Penal Internacional por genocidio. Pero las periodistas buscan resquicios desde donde contribuir a la crítica y la información.
Jennifer Masis sufrió la ablación como todas las niñas de su entorno, en una región aislada de Kenia. Intentó entrar en política por las vías tradicionales sin éxito. Ahora ha creado una organización para fomentar la participación de las mujeres en la vida pública.
En Nicaragua, la joven Fátima Hernández, que fue violada y que batalló para conseguir justicia, ahora se concentra en asistir a mujeres en su misma situación y se prepara para llevar su caso al sistema interamericano de derechos humanos.
En México y Centroamérica proliferan las radios autogestionadas en comunidades campesinas y negras donde los más desfavorecidos se convierten en actores y productores de la información. Para las mujeres indígenas y afrodescendientes que participan estas emisoras supone la posibilidad de romper su triple opresión de género, clase y étnia.
Organizaciones de derechos humanos denuncian que decenas de saharauis han sido agredidas, y algunas torturadas, por militares y policías marroquíes. Es sólo el último episodio de este conflicto que tiene en Aminetu Haidar uno de los símbolos de la lucha del pueblo saharaui.
La abogada iraní y activista por los derechos humanos, Shirin Ebadi, fue una de las primeras juezas de Irán y una firme defensora de los derechos infantiles. “Mi alegría es la alegría de las personas a las que defiendo cuando son liberadas de la cárcel”.
Sofía Macher: “El común denominador de todos estos años ha sido una opción por los que sufren exclusión, abusos”. Licenciada en Sociología, esta defensora de Derechos Humanos ha jugado un papel trascendental en la Comisión de la Verdad y Reconciliación en Perú.
Una de las prioridades de la presidenta del parlamento de Uganda, Rebecca Alitwala Kadaga —la primera mujer en acceder a ese cargo—, es promover un proyecto de ley que otorgaría a las esposas derechos sobre la propiedad conyugal.
Somaly Mam, activista camboyana y premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional en 1998, es una reconocida activista contra la prostitución y el tráfico infantil. “No hay niñas que se dediquen a la prostitución sino niñas prostituidas”.
La periodista, activista, madre y revolucionaria, Rebecca Joshua Okwaci, se ha nutrido de cada aspecto de estas identidades para servir a la paz y el empoderamiento femenino en su país, Sudán. “La paz es posible. Hemos dado pasos importantes que no se pueden perder. Ha llegado el momento de invertir en las mujeres para que sean protagonistas de la reconstrucción y de la estabilidad”.
Facilitar y acompañar la participación de las mujeres en el proceso de paz en Sri Lanka ha sido un de los principales retos de Astrid N. Helberg. “Un espacio sólo de mujeres hace más fácil el reconocimiento mutuo de las experiencias de sufrimiento ocasionadas por la guerra”
La lonko Juana Rosa Calfunao ha recorrido el mundo, tras la aprobación del pasaporte que permitió su salida del país, con el objeto de reunirse con su hija Remultray Cadín Calfunao —quien se mantiene en exilio en Suiza—; la líder mapuche ha llevado su voz y la de su pueblo a la Conferencia Europea que examina la situación del pueblo indígena en Chile, así como al Parlamento Europeo.
(El presente informe ha sido realizado gracias al trabajo del colectivo de Periodismo Humano: http://periodismohumano.com).
*Periodista independiente, reside en Bruselas.