De cara a 2026, Petro une al progresismo y la izquierda en el Pacto Histórico
Camilo Rengifo Marín
El deseo del presidente Gustavo Petro de tener un partido único que aglutine las distintas fuerzas de la izquierda colombiana está cada vez más cerca de hacerse realidad. Este jueves, el Consejo Nacional Electoral le concedió la personería jurídica al Pacto Histórico después de meses de obstáculos. En mitad del período de gobierno, los movimientos sociales y partidos políticos que integran el Pacto Histórico (coalición que logró la victoria presidencial en el 2022) avanzaron en una importante estrategia de cara a las elecciones del 2026: el Partido Único.
Los movimientos sociales y partidos políticos que integran el Pacto Histórico (coalición político-electoral que logró la victoria presidencial en el 2022) avanzaron en una importante estrategia de cara a las elecciones del 2026: la conformación del Partido Único, con la articulación de distintas fuerzas en una misma plataforma política, como una alternativa de continuidad del proyecto de transformación democrática. La personería jurídica para el Pacto Histórico y su fusión con Progresistas permiten la consolidación de una poderosa fuerza 
Este planteamiento unitario tiene que ver con la limitación que establece la norma colombiana para organizar coaliciones políticas, debido a que la regulación vigente impide coaliciones entre fuerzas políticas que excedan el 15% de los votos válidos en el proceso electoral previo y en las mismas circunscripciones donde participaron (tal es el caso del Pacto Histórico a nivel nacional)
La opción del Pacto Histórico como partido unitario tomó fuerza dentro de las diferentes organizaciones políticas adscritas a la coalición. A principio de año, Petro propuso desde su cuenta en X la realización de un congreso progresista que reuniera a las más de 1500 militantes del Pacto Histórico electas en las regionales del 2023, una convocatoria “en cada municipio, departamento y la Nación con todas las fuerzas democráticas que quieran”, con “el objetivo de ganar las elecciones del 2026 y hacer irreversible la transformación democrática de Colombia y el Acuerdo Nacional para la Justicia y la Paz
«Al fin logramos la fusión del Pacto Histórico! Hace casi tres años empezamos este camino titánico, el de la unidad de las fuerzas progresistas y de la izquierda de Colombia. Los primeros pasos fueron difíciles, había mucho escepticismo, pero poco a poco fuimos construyendo confianzas que se tradujeron en decisiones y trabajo conjunto para dar continuidad al progresismo en los próximos años», celebró la senadora colombiana María José Pizarro.
La resolución fue asentada en el Registro Único de Partidos, Movimientos y Agrupaciones Políticas. Las autoridades electorales enfatizaron que una vez que culminen y queden en firme los procesos sancionatorios en curso contra las organizaciones fusionadas, estas serán disueltas sin liquidación y todos sus derechos y obligaciones serán asumidos por el nuevo movimiento político.
La construcción del Pacto Histórico, no es un fin en sí mismo, sino un medio que busca profundizar el poder del pueblo. Para esto, se hace necesario avanzar en dos apuestas: una legislativa que garantice la aprobación de las reformas sociales en el Congreso de la República, otra cultural que logre aterrizar un proyecto nacional popular en el sentido común de la sociedad colombiana.
Ante este panorama, uno de los desafíos es superar las desconfianzas y contradicciones internas que pueda producir la fusión de los partidos, además de la construcción de reglas del juego estatutarias y electorales que garanticen la democracia interna. Esto, de cara a establecer un acuerdo programático que sostenga la diversidad de tendencias que llegarían a integrar el partido único.
Petro sostuvo que las fuerzas de izquierda en Colombia debían sumarse al esfuerzo colectivo de unidad y conformar una única plataforma: “necesitamos un movimiento unido que vaya por el poder para el pueblo”.
El horizonte que ha planteado en términos estratégico-organizativas, es pensarse un proyecto de nación sin perder de vista, el vínculo orgánico con los movimientos-organizaciones sociales de base. Para esto, se hace necesario la apuesta por la renovación de liderazgos regionales- nacionales en estrecho vínculo con la sociedad civil (organizada y no) y los movimientos sociales de base. Así las cosas, el Pacto Histórico busca superar las meras pretensiones electorales para construir poder popular hegemónico.
Pacto Histórico: fuerza popular-progresista
Tras este anuncio, múltiples sectores del Pacto Histórico empezaron a sumarse a la propuesta del presidente Petro. Una de las primeras colectividades en atender el llamado fue el partido-movimiento Colombia Humana: en su más reciente proceso asambleario, se aprobó por unanimidad la unidad del Pacto Histórico en un único partido. El Movimiento Alternativo Indígena y Social (MAIS) en la IV Convención Nacional se sumó a la propuesta de un Frente Amplio
Desde el Polo Democrático, se ratificó la intención de unidad en su último comunicado: “estamos decididos y decididas en avanzar hacia un horizonte unitario (…) convocamos a todas las fuerzas que hoy componen al Pacto a que pensemos una ruta de unidad por adhesión política a este partido para que posteriormente podamos rebautizarlo como el partido Pacto Histórico para avanzar hacia un Frente Amplio”.
Más recientemente, la Unión Patriótica delegó a su Comité Ejecutivo Nacional la tarea de llegar a los “acuerdos necesarios para aportar, tanto a la construcción de la política de unidad del Pacto Histórico, como a su posible transformación en un único movimiento político unitario”. En un mismo sentido, el Partido Comunista Colombiano declaró que “el PH (Pacto Histórico) debe potenciarse como un partido-movimiento, incluyendo una gran agenda programática común”. fuerzas políticas que conlleven a un acuerdo nacional, de cara a la reorganización de un programa político-electoral de mayorías parlamentarias y mayorías sociales
En un segundo momento, el Frente Amplio sería la articulación de la sociedad (organizada y no), con las distintas fuerzas políticas que conlleven a un acuerdo nacional, de cara a la reorganización de un programa político-electoral de mayorías parlamentarias y mayorías sociales. En varias oportunidades, el presidente Petro ha señalado que el frente amplio no es otra cosa que buscar ir más allá del presente inmediato y garantizar sostener una vida digna para toda la sociedad en su conjunto.
No es casual que el mandatario colombiano haya insistido en que “nosotros tenemos una enorme responsabilidad histórica, si fallamos, la historia nos lo va a cobrar por décadas, si ellos regresan van a bañar a Colombia de sangre”. De algún modo, se reconoce que la garantía de consolidar este momento, pasa por dialogar con los sectores de la sociedad que están y no, con las ideas del Pacto Histórico. Antes que ser un punto de llegada, es el comienzo de un proyecto que se piensa la sostenibilidad de la paz en Colombia, nuevamente puesta en de bagte ante la agresividad manifiesta del gobierno estadounidense.