Cumbre extraordinaria del ALBA-TCP condena intento de golpe de Estado en Venezuela
Question y Xinhua
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, agradeció el lunes a la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) su solidaridad ante la “agresión” que sufrió el país posterior a los comicios presidenciales del 28 de julio pasado.
Durante su intervención en la XI Cumbre Extraordinaria de Jefes de Estado del ALBA-TCP, que se realiza de forma virtual, el mandatario advirtió que el país sudamericano ha sido víctima de una “embestida de carácter criminal”, desde todos los flancos, con el propósito de ejecutar un “golpe de Estado cibernético”.
Maduro subrayó agradecimiento a los países del bloque y a los pueblos de América Latina y el Caribe por el apoyo “efectivo político, diplomático, el apoyo moral, espiritual, la solidaridad activa”.
“Querían llevar a Venezuela a un enfrentamiento total, para luego salir a pedir una intervención militar”, señaló Maduro, respecto a lo que considera eran los planes de un sector de la oposición venezolana con apoyo de algunos países.
Ante tales hechos, el presidente dijo que el pueblo venezolano “ha enfrentado, detenido y derrotado” los intentos de desestabilización.
El primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, habló en nombre de naciones del Caribe y manifestó el respaldo a la reelección del presidente Maduro, a quien definió como “un apasionado e interesado en la justicia de Venezuela y sus procesos”.
Comunicado
En un comunicado difundido al finalizar el encuentro virtual, se indica que los países miembros del ALBA-TCP condenan “enérgicamente cualquier golpe de Estado o intento de golpe de Estado, pues constituyen la vía violenta, ilegal e inconstitucional que amenaza a la democracia, a la paz y a la vida misma, así como, los planes y acciones desestabilizadoras impulsadas por factores externos, que intentan desconocer la voluntad de los pueblos de América Latina y el Caribe, expresada de manera democrática y legítima en las urnas”.
También repudiaron “la brutal guerra comunicacional, cargadade odio, intolerancia, discriminación y desprecio en las redes sociales” y rechazaron los ataques y actos vandálicos contra personas, infraestructuras públicas, símbolos religiosos y patrios que conforman la idiosincrasia venezolana”.
En otro punto del acuerdo reclamaron “que la comunidad internacional respete la soberanía, la autodeterminación y la voluntad democrática del pueblo venezolano. Lamentamos la decisión de algunos gobiernos de cuestionar los resultados electorales en Venezuela y de promover resoluciones y pronunciamientos que no reflejan la realidad del país”.