Cuando la Universidad dejó de serlo
Volviendo a las universidades nacionales, las imagino enfrentando la precariedad del aparato productivo nacional: formando, en el pregrado, profesionales para la producción comunal; innovando, en el postgrado, en el cómo aumentar la capacidad productiva de las comunas; investigando sobre los encadenamientos industriales y agrícolas, por último, animando -como en el sueño soviético no realizado- a la conversión de las y los comuneros en eslabones de acero. Esa es su tarea en el socialismo. Que sean las universidades privadas las que hagan lo que al empresariado le convenga.