¿Crecimiento?: 26 multimillonarios, 1% de la población mundial, acapara la riqueza
Eduardo Camín
El 82% de la riqueza mundial generada durante 2018 fue a parar a manos de 26 multimillonarios, el 1% más rico de la población mundial, mientras el 50% más pobre –3.700 millones de personas– no se benefició lo más mínimo de dicho crecimiento, de acuerdo con el nuevo informe de Oxfam que coincide con el Foro Económico Mundial en Davos (Suiza) que reúne a las élites políticas y empresariales.
La concentración de la riqueza se acentuó en 2018 en el mundo, y el abismo que aumenta entre ricos y pobres penaliza la lucha contra la pobreza, perjudica la economía y alimenta la rabia en el planeta”, afirmó Winnie Byanyima, directora ejecutiva de Oxfam Internacional, una organización no gubernamental (ONG). En 2017 la proporción era de 43 multimillonarios poseedores de mayor riqueza que la mitad más pobre de la humanidad.
Las cifras de la ONG se basan en datos publicados por la revista Forbes y el banco Crédit Suisse, metodología que ha sido cuestionada por algunos economistas. De acuerdo con el informe, la fortuna del hombre más rico del mundo, Jeff Bezos, dueño de Amazon, alcanzó el año pasado 112 mil millones de dólares. “El presupuesto de salud de Etiopía equivale a uno por ciento de su fortuna”, enfatizó.
Premiar el trabajo, no la riqueza muestra cómo la economía mundial posibilita que los más ricos sigan acumulando vastas fortunas, mientras que cientos de millones de personas luchan cada día para sobrevivir con salarios de pobreza.
- Desde el año 2010, la riqueza de esta élite económica ha crecido en un promedio del 13% al año; seis veces más rápido que los salarios de las personas trabajadoras que apenas han aumentado un promedio anual del 2%. Entre marzo de 2016 y marzo de 2017 se produjo el mayor aumento de la historia en el número de personas cuyas fortunas superan los mil millones de dólares, con un nuevo milmillonario cada dos días.
En América Latina, el 10% más rico tiene el 68% de la riqueza
El equipo investigador del informe también realizó algunos cálculos para América Latina y el Caribe:
- En esta región el 10% más rico de la población concentra el 68% de la riqueza total, mientras el 50% más pobre solo accede al 3.5% de la riqueza total.
- La riqueza de los milmillonarios latinoamericanos creció en 155 mil millones de dólares el último año, dicha cantidad de riqueza sería suficiente para acabar casi dos veces con toda la pobreza monetaria por un año en la región.
- En América Latina y el Caribe, el 16% de los trabajadores asalariados y el 28% de los trabajadores por cuenta propia se encuentran en situación de pobreza. En el estadio de pobreza se deben sumar los desempleados.
El informe de Oxfam señala los principales motivos por los que las ganancias de accionistas y altos directivos se incrementan, a expensas de las condiciones laborales y salarios de los trabajadores y trabajadoras, siguiendo recetas del Fondo Montario Internacional (FMI) y otros organismos internacionales y la banca trasnacional.
Entre ellos cabe destacar la erosión de los derechos de las personas trabajadoras, la excesiva influencia de las grandes empresas en la formulación de políticas públicas y el apremio constante de las empresas por minimizar los costos para, así, maximizar los beneficios de los accionistas.
Oxfam hizo un llamamiento a los gobiernos para que garanticen que sus economías funcionen para todas las personas y no solo para una afortunada minoría:
- Limitando los dividendos de los accionistas y altos directivos, y garantizando que todos los trabajadores y trabajadoras reciben un salario digno que les permita disfrutar de una calidad de vida digna.
- Acabando con la brecha salarial entre hombres y mujeres, y protegiendo los derechos de las mujeres trabajadoras. Al actual ritmo de cambio, llevará 217 años cerrar la brecha salarial y de oportunidades laborales entre hombres y mujeres a nivel mundial. En América Latina las mujeres trabajan casi el doble de horas que los hombres en trabajos no remunerados.
- Garantizando que los más ricos pagan los impuestos que les corresponden aplicando impuestos más elevados y combatiendo la evasión y elusión fiscal, así como incrementando el gasto en servicios públicos como la salud y la educación. Oxfam estima que un impuesto global del 1,5% a las fortunas de los milmillonarios permitiría escolarizar a todos los niños y niñas.
El cambio necesario
Los resultados de una nueva encuesta encargada por Oxfam demuestran el apoyo cada vez mayor a la lucha contra la desigualdad. De las 70.000 personas encuestadas en 10 países, casi dos tercios piensan que se debe abordar urgentemente la brecha entre ricos y pobres, lo que significa cambiar el modelo político-económico que favorece a las minorías.
“Es difícil encontrar un líder político o un líder empresarial que no exprese públicamente su preocupación por la desigualdad. Resulta aún más difícil encontrar alguno que haga algo al respecto. Es más, muchos están tomando de forma activa medidas que empeoran la situación, reduciendo los impuestos y socavando los derechos laborales”, subraya Byanyima, consciente de que el modelo capitalista es el causante de la desigualdad y en provecho de los grandes billonarios y sus empresas trasnacionales.
Winnie Byanyima, señaló que “el boom de los milmillonarios no es signo de una economía próspera, sino un síntoma del fracaso del sistema económico. Se explota a las personas que fabrican nuestras ropas, ensamblan nuestros teléfonos y cultivan los alimentos que consumimos para garantizar un suministro constante de productos baratos, así como engrosar los beneficios de las empresas y sus adinerados inversionistas”.
Normalmente, son las mujeres trabajadoras quienes se encuentran en la base de esta pirámide económica. En todo el mundo, las mujeres ganan menos que los hombres y están sobrerrepresentadas en los empleos peor remunerados y más precarios. De igual forma, nueve de cada 10 milmillonarios son hombres.
“Oxfam ha hablado con mujeres de todo el mundo cuyas vidas están marcadas por la desigualdad. Como, por ejemplo, las mujeres que trabajan en fábricas textiles vietnamitas, lejos de sus hogares y sin ver a sus hijos durante meses, a cambio de salarios de pobreza. O como las mujeres que trabajan en la industria avícola de los Estados Unidos, obligadas a llevar pañales porque no tienen descansos para ir al servicio. O las mujeres que trabajan en hoteles de Canadá, víctimas de acoso sexual y obligadas a mantenerlo en secreto por miedo a perder su empleo”, señala Byanyima.
“Las personas están listas para un cambio. Quieren que los trabajadores y trabajadoras reciban un salario digno, que las grandes empresas y los más ricos paguen más impuestos, que las mujeres trabajadoras disfruten de los mismos derechos que los hombres trabajadores, y que se impongan límites al poder y la riqueza en manos de unos pocos. Quieren ver acciones”…
*Periodista uruguayo, miembro de la Asociación de Corresponsales de prensa de la ONU. en Ginebra. Asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)