Contundente rechazo al cambio constitucional en Ecuador
Victoria Korn
El “No” obtuvo más del 60% de los votos en el referéndum y consulta popular celebrados en Ecuador, rechazando así la convocatoria a una nueva Constitución. La tendencia fue clara desde el inicio del escrutinio y se mantuvo hasta el cierre oficial del conteo de votos.
La propuesta, impulsada por el presidente Daniel Noboa, buscaba instalar una Asamblea Constituyente para reformar el marco jurídico nacional. Sin embargo, la mayoría de los electores expresó su desacuerdo en las urnas, negando tanto el cambio constitucional como otras propuestas del gobierno.
Con el 61,49% de los sufragios, el rechazo se impuso de manera contundente, reflejando una respuesta unificada de la ciudadanía. El propio presidente reconoció el resultado durante la noche de la votación: “Consultamos a los ecuatorianos y ellos han hablado”.
“Consultamos a los ecuatorianos y ellos han hablado”, Daniel Noboa.
“El resultado es claro y respetaremos la voluntad popular”, agregó Noboa en un mensaje posterior, aceptando la derrota con serenidad ante los medios. Analistas consideran que este revés representa un obstáculo significativo para el actual gobierno y le da fuerza a la denuncia de la oposición sobre un fraude en la última elección presidencial, hace apenas 7 meses.

Correa, victorioso
“La Constitución de Montecristi ha sido ratificada después de 17 años de vigencia. Por primera vez en la historia de Ecuador una constitución ha sido votada mayoritariamente por los CIUDADANOS dos veces”, graficó en X el ex presidente Rafael Correa.
El proceso contó con una alta participación ciudadana, superando el 80% de los electores habilitados, según informó la presidenta del CNE, Diana Atamaint. También remarcó el ambiente pacífico en la mayoría de los recintos de votación.
No a las bases extranjeras
El otro punto clave en el primer análisis tras los resultados es el amplio rechazo a la instalación de bases militares extranjeras en territorio ecuatoriano. La ciudadanía rechazó modificar la Constitución para permitir la instalación de bases militares extranjeras en el país.
Esta decisión refleja una preferencia por la soberanía nacional y la continuidad de la política de “Ecuador, territorio de paz”, vigente desde 2008. Analistas consideran que el rechazo frena cualquier intento del gobierno de Daniel Noboa de negociar acuerdos militares con Estados Unidos, argumentados en la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico.