Contradicciones en la misión de la Unión Europea

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Leopoldo Puchi|  

Las disputas por la designación de una misión de observación electoral de la UE ha sido uno de los puntos visibles de las contradicciones

Las distintas corrientes internas, tanto en Washington como en Bruselas, en algunas ocasiones coinciden y en otras se enfrentan en relación al manejo de las estrategias que operan en la dimensión geopolítica del conflicto venezolano. Hay unanimidad o fuertes coincidencias en cuanto al objetivo buscado, la reinserción de Venezuela en la zona de influencia del llamado campo occidental, pero se presentan divergencias sobre las políticas y métodos a utilizar.La misión exploratoria de la Unión Europea llega a Venezuela: ¿cuáles son  los temas clave en agenda? - RT

Estas diferencias se vienen expresando en un pulso continuo que, según las circunstancias, se traduce en el predominio de uno de los sectores, mientras que el otro intenta que prevalezca su propia agenda.

Fallido

La estrategia diseñada durante el período Trump fue más agresiva y buscaba resultados más inmediatos que los pasos iniciales dados por Barack Obama, dispuesto a un proceso más largo, para lo que se tendieron puentes hacia Cuba y, al mismo tiempo, se actuaba para aislar al gobierno venezolano, recién instalado en 2013, de sus lazos con la izquierda y apoyos internacionales, sobre la base de una narrativa que no estaba centrada en el enfrentamiento al socialismo, sino en en temas del narcotráfico y de la corrupción: un Estado fallido, hábilmente separado de Cuba y NIcaragua, y presentado más como una desviación excepcional, delictiva, que como un desafío político.

Recordemos que en 2015, apenas unas semanas después de haber sido declarada Venezuela una amenaza extraordinaria, tiene lugar la Cumbre de las Américas a la que es invitado Raúl Castro.

Línea Borrell

Con la llegada de Donald Trump se dejó de lado este esquema de maniobras y se pasó a una estrategia de ritmo acelerado, por medio de métodos duros como las sanciones, en la búsqueda de una convulsión social y de un pronunciamiento militar.

La manera desembozada de actuar, la desproporción de las fuerzas puestas en juego, la amenaza de una intervención militar y el propio estilo de Trump hicieron que se percibiera con facilidad como una repetición de las tradicionales intervenciones estadounidenses en el continente, guiadas por su condición de potencia. Esto dio lugar a una polarización diferente.

Los demócratas habían acompañado a Trump, pero percibieron el fracaso más tempranamente y ahora desde el gobierno, inducidos por un importante caucus progresista en el Congreso, han comenzado a trazar otras tácticas, sin abandonar el objetivo.

Sin embargo, las diferencias persisten, al igual que ocurre con los otros actores de su zona de influencia, como Latinoamérica o la Unión Europea, donde los partidos de derecha presionan por mantener la misma línea de derrocamiento de la etapa de Trump, mientras que los demócratas del viejo continente intentan un nuevo diseño bajo la conducción del ministro de exteriores, Josep Borrell.

Misión electoral

Las disputas por la designación de una misión de observación electoral de la UE ha sido uno de los puntos visibles de esas contradicciones. En Washington acordaron que fuese Bruselas quien promoviera la nueva estrategia moderada, de repliegue y regreso a la institucionalidad, más acorde con su perfil y tradiciones, con menos resistencias internas y sin el peso directo del lobby cubanoamericano.

Unión Europea enviará una misión a las elecciones de VenezuelaLas fugas de información reveladas por el Financial Times sobre el informe de la comisión de la UE que vino a Venezuela a evaluar el posible envío de una misión de observación hace parte de ese forcejeo entre corrientes internas en el seno de las instancias administrativas y políticas del organismo europeo.

Los que se oponen a la nueva línea de Washington y Bruselas, y por lo tanto están en desacuerdo con una evolución electoral de la situación venezolana, cuestionan la decisión de enviar la misión y presionan para que esta evalúe negativamente las votaciones.

Colombia

Otro caso en el que las contradicciones se expresan es el de las relaciones entre Venezuela y Colombia. Hay sectores en Washington y Bogotá que esperan disminuir las tensiones, mientras que otros buscan un enfrentamiento armado y apuestan a la posibilidad de un Colombia en peligro: SEMANA revela las pruebas de los misiles, bombas y  radares que Maduro le compró a Iránconflicto militar como mecanismo de presión. No son nada inocentes los titulares de la revista Semana de Colombia (¡Amenaza!, los misiles de Maduro) ni la repetición sistemática en cuñas promocionales de CNN con Andrés Pastrana diciendo “el enemigo de Colombia es Nicolás Maduro”.

Habría que ver hasta qué punto el sector demócrata progresista de Washington puede contener los impulsos de la élite colombiana.