Consejo Político del ALBA: Venezuela agradece apoyo ante secuestro de migrantes en El Salvador
Pablo Rodríguez
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, agradeció la solidaridad de países de América Latina y el Caribe ante el secuestro y desaparición forzada de más de 200 migrantes venezolanos en El Salvador, hecho que calificó como un “bochorno” para la región.
Las declaraciones se realizaron durante la XXV Reunión del Consejo Político de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), donde instó a unir esfuerzos frente a la crisis.

Llamado a la ONU
Maduro informó haber mantenido contactos con altos funcionarios de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), incluidos el secretario general, António Guterres, y el alto comisionado para los Derechos Humanos, Volker Türk. “Les solicité que, como autoridades, exijan al gobierno salvadoreño entregar la lista de nuestros migrantes secuestrados y esclarezcan su situación jurídica”, remarcó.
Subrayó que este sábado se cumplen 15 días desde la desaparición de los venezolanos, cuya mayoría, según enfatizó, «no cometió ningún delito» y se dedicaba a oficios como barbería, música, periodismo o deporte.
El mandatario vinculó el caso a “mafias de trata de personas” dirigidas por líderes opositores como Juan Guaidó, María Corina Machado, Julio Borges y Leopoldo López, a quienes acusó de promover la migración como “arma política”. “El FBI y la CIA tienen pruebas de esto”, aseveró, aunque no presentó documentación pública que respaldara dichas afirmaciones.

Solidaridad regional y soberanía
Durante su intervención, Maduro también se refirió a las sanciones económicas contra Venezuela, Cuba y Nicaragua, destacando que su gobierno enfrenta estas “agresiones” con “un plan y creatividad”. “La mayor fortaleza es la conciencia, la unión y la voluntad de un pueblo”, afirmó, reiterando su rechazo a intervenciones externas: “No nos colonizarán. Seguiremos nuestro propio camino”.
El caso de los migrantes ha generado condenas de organismos humanitarios, mientras El Salvador mantiene silencio oficial sobre el paradero de los venezolanos. La presión internacional sigue en ascenso para esclarecer uno de los episodios más críticos de la migración regional en los últimos años.