Colombia: Pescar en río revuelto

(Xinhua/Andrés Moreno)
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Colombia Informa

A menos de un año de las próximas elecciones legislativas y presidenciales, fueron develadas intenciones de la extrema derecha nacional e internacional de desestabilizar el actual Gobierno bajo diferentes modalidades y así capitalizar electoralmente una vieja estrategia ya conocida.

En los últimos meses, fueron ejecutadas diferentes modalidades de desestabilización del país, como el atentado contra candidatos, carros bomba, acusaciones al Presidente de drogadicción y vínculos con delincuentes e incluso intentos de asesinarlo, todas amplificadas por los medios corporativos de comunicación. Es una posibilidad que estos hechos continúen a medida que se acerque el 2026.

Golpe con golpe…

Los audios del excanciller Álvaro Leyva, donde llama a un golpe de Estado y en donde involucra al congresista republicano Mario Díaz Balart y a otros políticos de extrema derecha colombiana opositores al gobierno, provocaron una crisis diplomática.

Ambos gobiernos llamaron a consultas a los embajadores y fueron revocadas las visas de integrantes del gobierno colombiano, una maniobra también conocida anteriormente.

Sin embargo, el presidente Petro dijo en días anteriores que para él, Washington no está interesado en golpes de Estado en el continente y que más bien, la iniciativa era de algunos “apátridas” que buscan ayuda en las figuras del gobierno Trump como Marco Rubio y Mario Diaz-Balart.

Petro insistió en que su principal amenaza es una “Junta Internacional del Narcotráfico con sede en Dubái” que busca acabar con él, ante su política de interdicción de cocaína en las costas del país, que, aunque aumentó, no es abrumadora, pues a partir del año 2022 las incautaciones pasaron de 659,1 toneladas a 794,5 toneladas en 2024.

Atar cabos

Las recientes revelaciones y reacciones por parte de sus protagonistas evidenciaron los planes que andan en marcha desde hace meses. El propio Álvaro Leyva dijo en el pasado mes de enero: “Sigo para Washington. Allá se encuentra mucho de lo que va a suceder en Colombia en 2025. Espero no ser ajeno a ello; deseémonos suerte”.

En medio de la crisis diplomática con Estados Unidos, fue evidente que Balart hizo varias afirmaciones amenazantes contra el presidente colombiano: “Es hora de que Petro reconsidere su postura hacia los Estados Unidos, antes de que las consecuencias sean graves”.

Luego, recientemente, el tono escaló hasta acusarlo de “loco” y de tener “problemas muy serios de adicción a drogas y alcohol”.

Vickicita

Por su parte, la candidata Victoria Dávila siguió la misma línea y sostuvo reuniones con Balart, quien, según Revista Raya, es apoyado también por el lobby israelí American Israel Public Affairs, CMTE, además de sectores anticastristas del Estado de la Florida.

Vicky Dávila

“Se le salió de las manos el país. La solución es sacarlo, que termine su mandato y no vaya más, me dicen en Santa Marta. Si Petro decide darles un golpe de Estado a los colombianos, las instituciones, las fuerzas militares y los ciudadanos, lo vamos a impedir”, dijo Dávila, en medio de una reunión con pobladores samarios.

Además de Dávila, Balart fue visitado por múltiples figuras de la oposición colombiana como Efraín Cepeda, presidente del Congreso y firme opositor. Álvaro Uribe Vélez, Katherine Miranda (Partido Verde), Lorena Ríos (Colombia Justa Libres), Honorio Henríquez (Centro Democrático), Juan Carlos Garcés (Partido de la U), Mauricio Gómez (Liberal), Nicolás Echeverry (Conservador) y Carlos Abraham Jiménez (Cambio Radical).

Los atentados

El confuso atentado al candidato de extrema derecha Miguel Uribe Turbay (más débil en las encuestas y rechazado por sus mismos copartidarios), seguido de una oleada de carros bomba, cumple las características de los viejos manuales de acciones de falsa bandera que buscan generar miedo y terror para favorecer a los candidatos de extrema derecha, represivos y de mano dura. Una vieja estrategia ya conocida en nuestro país.

Sin ir muy lejos podemos ver el caso de Ecuador, donde asesinaron al candidato más débil en las encuestas antes de las cuestionadas elecciones donde terminó reelecto el derechista Rafael Novoa.

El otro ingrediente de este caso es la crisis de violencia provocada por el narcotráfico, que incluye la militarización del país respaldada por el Comando Sur de Estados Unidos.

En Brasil, Bolsonaro fue apuñalado previamente a su victoria en las elecciones y también sufrió Trump dos intentos de asesinato.

Senador Miguel Uribe y el expresidente Álvaro Uribe
Usar el atentado y mafias internacionales

Hasta el momento, las hipótesis apuntan a que el atentado a Turbay es un intento de desestabilización al gobierno de Petro, orquestado por una junta internacional del narcotráfico.

Una vez cometido el atentado, la extrema derecha no desperdició tiempo para usarla a su favor y pensar en las próximas elecciones. De hecho, la candidata Dávila responsabilizó políticamente al presidente para cumplir con su parte del libreto.

Sin embargo, hasta el momento la Fiscalía determinó que la responsabilidad apunta a las mafias internacionales del narcotráfico, y no a un crimen de odio, como han repetido en los medios corporativos.

La Junta del Narcotráfico
Sebastián Marset

Lo que se conoce de la Junta del Narcotráfico con sede en Dubái es que es una confederación de capos que dirigen el negocio ilícito como una transnacional, que uno de ellos es el uruguayo Sebastián Enrique Marset Cabrera, quien es el autor intelectual del asesinato del fiscal paraguayo Pecci y estaría detrás de estos hechos que también contemplan el asesinato del presidente Petro.

El uruguayo tendría como socios en Colombia al Clan del Golfo y a las disidencias de Iván Mordisco. Este personaje estaría relacionado con Julio Lozano Pirataque, un viejo capo preso señalado de asesinar en Bogotá a dos poderosos esmeralderos con francotiradores.

Esta modalidad también iba a ser utilizada el año pasado para atentar contra el presidente, según información de Francisco Palmieri, anterior embajador estadounidense en Colombia.

Los capos escogieron los países ricos del Golfo Pérsico como centro de operaciones porque en ellos pueden camuflarse como multimillonarios y lavar sus capitales gracias a la laxitud de sus leyes en este aspecto. Se mueven en vuelos privados y manejan pasaportes falsos.

Extrema derecha desesperada

Actualmente, en Colombia, a pesar de la evidente campaña mediática, la extrema derecha hoy no tiene un candidato fuerte que capitalice este nuevo momento.

Cabe ver cómo fue de pequeño el lanzamiento de campaña de la candidata Victoria Dávila, pero se debe resaltar que fue posterior al atentado.

Continúan muchos interrogantes sobre la gravedad y salud de Miguel Uribe Turbay, como el arma usada en su contra y las múltiples operaciones médicas que para muchos sustentan la posibilidad de que pueda salir bien librado.

Por otro lado, su esposa está activa en medios de comunicación, incluso maneja a su antojo las redes sociales de su esposo y no se puede descartar que en un futuro intente participar en política.

Álvaro Leyva
Gobierno descuenta con la aprobación y el avance de sus reformas

La estrategia de la consulta popular le sirvió al Gobierno, pues expusó claramente que para la población los beneficios de la reforma laboral servían como poderosa herramienta política, ad portas de las elecciones. Además, la posibilidad de la consulta sirvió de presión en el Congreso para revivir la reforma laboral y alcanzar los votos necesarios para su aprobación, a pesar del bloqueo y viejas maniobras de la oposición.

Finalmente, esta ley logró concretarse el pasado 20 de junio, un logro significativo para un gobierno que sufre ataques desde afuera y adentro de su gabinete, puesto que enfrenta la pérdida de credibilidad de sus mismos electores.

Aunque la reforma no es radical, recupera gran parte de derechos negados por las últimas tres décadas de neoliberalismo, algo que será palpable para las grandes mayorías de la población colombiana en uno de los países más desiguales del planeta.

Otros logros

A este logro se suman los avances en la reforma agraria, que supera con creces a todos los gobiernos anteriores, aunque falta mucho para llegar a las metas planteadas inicialmente. La reforma pensional también podría ser aprobada en los próximos meses, algo que sin duda incidirá en los índices de pobreza de las personas mayores de todo el país.

Las movilizaciones que se impulsaron este primer semestre del año para defender las reformas sociales y la consulta popular fueron importantes, puesto que surgieron por iniciativa propia de movimientos y gobierno, y no en respuesta a, como ha sido históricamente.

Aun así, la convocatoria se redujo a las centrales obreras y no llegó a otros sectores que fueron protagonistas en el estallido social, lo cual dista de convertirse en una presión política extrainstitucional determinante.

También es significativa la aparición de tendencias independientes y radicales que pretenden intensificar la lucha callejera e ir más allá de los viejos repertorios de protesta de las centrales obreras.

Estados profundos: Hacer golpes

Teóricos insisten en que dentro de los Estados capitalistas modernos existen “herramientas que están por lo general vedadas en el corto plazo a los gobiernos de cambio, pues expresan de manera esencial la capacidad de garantizar el sesgo de clase, género y raza del Estado”.

Las Fuerzas Militares son una de esas herramientas que, en momentos donde la hegemonía de las clases dominantes se resquebraja, actúan en su ayuda y pasan por encima de sus mismas leyes e instituciones. Por esto, son denominadas como parte del Estado profundo.

La misma doctrina de seguridad nacional

No se puede desconocer que las Fuerzas Militares de Colombia mantienen la histórica doctrina de seguridad nacional que convierte a los militares en armas fundamentales para ejecutar el genocidio que desde hace décadas enfrentan las diversas organizaciones sociales, así como sus liderazgos sociales, comunitarios y populares. Esa doctrina no fue reformada ni cambiada.

Incluso, habría que preguntarse si la falta de acciones de las fuerzas militares, fracasos y ausencia de mayores resultados es la forma como contribuyen a afectar a cualquier gobierno y a recordar para qué tienen las armas y por qué es mejor tenerlos satisfechos, aunque sean quienes reciben mayores cantidades del dinero del presupuesto nacional.

La desestabilización provocada en los últimos meses se encuentra estrechamente ligada a estos Estados profundos, los cuales tienen plena capacidad de control en Estados Unidos y en países bajo su órbita, mediante agencias de inteligencia, monopolios informáticos, la industria militar, Fuerzas Armadas de cada país y ahora se añaden el uso de carteles y bandas criminales.

Finalmente, no se trata de teorías de conspiración, sino de poderes ocultos con gran capacidad de acción. Sin embargo, no todo está plenamente controlado, pues en los actuales planes de desestabilización confluyen múltiples redes y actores, que también tienen sus intereses particulares, que pueden dejar fallas y cabos sueltos.

Esto hace que los coletazos y efectos colaterales de acciones desestabilizadoras no sean del todo predecibles. Incluso le dan la razón al Gobierno, que tampoco duda en capitalizarlo electoralmente.

Aún queda mucho hilo por jalar y en los próximos meses vendrán golpes y contragolpes bajo distintas modalidades, incluida la violencia y el escándalo mediático, para lo cual hay que estar atentos.