Colombia alzada contra la reforma tributaria regresiva de Duque
Camilo Rengifo Marín|
En las distintas ciudades y el campo de Colombia miles de personas manifestaron este miércoles contra del proyecto de reforma tributaria promovido por el gobierno ultraderechista de Iván Duque, en medio de una grave crisis económica, social y financiera y del más alto pico de muertes por covid-19.. Centrales obreras, profesores, organizaciones civiles, indígenas, afrodescendientes, de pymes, y otros sectores populares rechazan el proyecto que está en curso en el Congreso por considerar que castiga a los menos favorecidos y es inoportuno en plena crisis desatada por la pandemia.
Duque logró unificar a un conglomerado de organizaciones que organizaron un paro nacional en rechazo a que el gobierno financie la crisis del covid-19 tocando los ingresos de la clase media y los sectores populares, y en reclamo a la eliminación de los beneficios a las grandes empresas. En suma, una crítica al modelo neoliberal, del cual Colombia es uno de sus grandes exponentes en Latinoamérica.
“El gobierno no quiere escuchar a los ciudadanos, no quiere escuchar a los partidos políticos, no quiere escuchar a la academia sobre esa petición tan sentida de retirar la reforma que va a poner a aguantar hambre a más millones de colombianos”, afirmó Francisco Maltés, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), quien resaltó que la reforma tributaria no toca a las grandes empresas.
“Mantiene privilegios para las multinacionales por casi 40 billones de pesos colombianos anuales. Les hemos dicho al gobierno que elimine esos privilegios y tendrían dinero suficiente para resolver la crisis y mucho más”, sostuvo Maltés, quien añadió que las marchas –“masivas, vigorosas y pacíficas”- del paro nacional continuarán.
El líder sindical afirmó que en las ciudades en donde sea posible, donde no haya confinamiento, se llevará a cabo la jornada del primero de mayo, Día del Trabajador. En las ciudades en las que las condiciones no lo permitan, la protesta se hará a través de las redes sociales.
Crisis económicosocial
La obsecuencia con una política neoliberal, sumada a la pandemia, agravó la crisis de economía colombiana. El Producto Interno Bruto del país se hundió un 6,8% en 2020 y el desempleo alcanzó el 18,1% en febrero, en un país donde la informalidad cobija a casi la mitad de la población. La pobreza se ubicó en torno al 38,9 por ciento, según la CEPAL, pero consultoras locales sostienen que está cerca del 50 por ciento del país.
En Colombia el mayor empleo está en el sector informal de la economía y no se ve favorecido por estas políticas. El gobierno lanzó en abril del año pasado el Ingreso Solidario que perciben unas tres millones de familias vulnerables. La suma que recibirán hasta junio de este año equivale a 43 dólares mensuales.
Mientras, se conoció que el gobierno colombiano renovaría su flota de aeronaves militares con la compra de 24 aviones de guerra por cuatro mil millones de dólares. Colombia es el segundo país de la región, después del gigante Brasil, con el mayor gasto militar.
El ultraderechista presidente Iván Duque, al que le queda poco más de un año en el poder, con una popularidad de poco más del 30 por ciento, pretende recaudar el equivalente a unos 6.300 millones de dólares entre 2022 y 2031 con la reforma tributaria, que grava los servicios básicos en zonas de clase media, los funerales y crea un impuesto sobre la renta a las personas que ganen más de 656 dólares mensuales, en un país donde el salario mínimo es de 248 dólares.
El gobierno hizo todo lo posible para evitar la proesta: El Tribunal Administrativo de Cundinamarca, emitió un auto que despertó todo tipo de reacciones en la sociedad, en vísperas del Paro Nacional: ordenó aplazar las protestas hasta que en Colombia haya inmunidad rebaño contra el Covid-19. Defensores de derechos humanos presentaron una tutela ante el Consejo de Estado y pidieron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que intervenga.
En Bogotá miles de manifestantes protegidos con mascarillas avanzaron desde distintos puntos hacia el centro de la ciudad. Al ritmo de tambores y bajo consignas como “a parar para avanzar, viva el paro nacional”, las marchas transcurrieron con algunos bloqueos en las vías y duros enfrentamientos con la policía
Cali es la ciudad donde se presentaron más disturbios. Los indígenas Misak hicieron derribaron la estatua de Sebastián de Belalcázar, conquistador español que fundó la capital del Valle del Cauca, a quien consideran uno de los grandes responsables del genocidio indígena.
Después de la presentación de la nueva Reforma Tributaria, tercera del actual gobierno, se revivió una ola de inconformismo social congelada desde inicios del 2020 por efectos de la pandemia. No se propone cobrar más impuestos a quienes más tienen sino que, consecuentes con un gobierno de ricos y para ricos, descarga el peso impositivo sobre la clase media y los sectores populares, golpeados por el desempleo y la informalidad.
La inconformidad popular es generalizada, el rechazo a la ley puede significar la continuidad de las protestas, ante la negativa del gobierno a retirar la propuesta.
*Economista y docente universitario colombiano, analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)