Clotilde, la humilde venezolana que los medios convirtieron en “la saqueadora de Daka”
RAFAEL LEYVA | La mayoría del pueblo venezolano es trabajador, no es ladrón ni saqueador, aseguró e hizo un llamado a las empresas mediáticas para que sean más responsables antes de publicar sus trabajos y advirtió que tomará acciones legales contra quienes la difamaron.
“La saqueadora de Daka”. Así decidieron algunas empresas comunicacionales que se debía llamar Clotilde Palomino, una humilde venezolana que ha dedicado una gran parte de sus 56 años de vida a trabajar honradamente, ganándose la arepa como trabajadora doméstica.
Ella fue una de las que el pasado viernes se fue a las tiendas de electrodomésticos luego que el presidente Nicolás Maduro anunciara en televisión el ajuste de precios en varios productos. Desde las 7:00 de la noche, junto a unas amigas se mantuvo en las afueras del Daka ubicado en Boleíta, Caracas para amanecer y ser de las primeras personas en comprar equipos a precios razonables.
Tiene las facturas de sus compras
“Compré con mis ahorritos de mucho tiempo una licuadora, una plancha y un reproductor de videoblu ray. Estaba muy alegre, y cuál fue mi sorpresa cuando al salir de la tienda habían como 10 fotógrafos y periodistas tomándonos un montón de fotos”, comentó en entrevista exclusiva con el Correo del Orinoco.
Recuerda que cuando salió del establecimiento y vio a la Prensa le dijo a su amiga: “Parecemos artistas de Hollywood”.
En ese justo momento, un reportero gráfico de la agencia española EFE la inmortalizó en lo que luego se volvería en una foto viral que recorrió el mundo y luego diversas páginas webs utilizaron para acentuar la campaña antivenezolana de supuesta anarquía y caos en el país, por las medidas económicas del Gobierno Bolivariano.
– ¿Cómo reaccionaste cuando supiste que estaban usando tu rostro para decir que en Venezuela la gente andaba saqueando los mercados?
– ¡Imagínate! Me enteré por una amiga que me llamó a media noche y me dijo que mi foto estaba por todos lados y hasta en Twitter decían que yo había saqueado en Valencia. De verdad que eso fue horrible, figúrese que yo ni siquiera he ido a Valencia en mi vida. Me siento muy mal porque he sido el hazmerreír de todo el mundo. Hay gente que me llama y se burla. Algunos me dicen así como esos medios: ‘La saqueadora de Daka’. La verdad es esta, aquí están las facturas de mis compras. Yo que estaba tan alegre con mis cositas y fíjese en qué ha parado la historia”, cuestiona.
– ¿Qué opinión tiene de esos medios y las personas que en la redes sociales la llaman ladrona?
– Son unos inconscientes, porque jugar con las personas así no deber ser. Ninguno de ellos conoce la honestidad de uno, que ha trabajado toda la vida y ha vivido humildemente”, comenta.
Después de la publicación de la foto por medios españoles, de Miami y algunos venezolanos a Clotilde le cuesta trabajo salir de su casa porque siente que van a burlarse o a hacerle algún daño.
Hizo un llamado aleccionador a los grupos empresariales de la comunicación. “Yo quisiera que los medios de comunicación sean más responsables e investiguen antes de publicar sus trabajos. Tomen las fotos de los que saquearon de verdad. Esos que lo hicieron son unos pocos irresponsables, la mayoría de este pueblo, de los chavistas somos trabajadores, somos gente honrada”, asegura.
– ¿Piensas demandar a quienes te expusieron al escarnio público?
– Si, vamos a tratar de buscar la forma de que paguen lo que me han hecho y que nos den una disculpa por todo esto. Quiero pedirle apoyo al presidente Nicolás Maduro para que me ayude a limpiar mi imagen.
Apoyo de la Comunidad
Pero Clotilde no está sola en esta lucha, ella forma parte del Consejo Comunal Bajo Lebrum “Sumando Voluntades” que le ha tendido la mano en este momento para darle apoyo.
Niurka Rivas, vocera de la organización hizo un vehemente reclamo por su compañera:
“Hasta cuándo la derecha de este país va a seguir jugando con el pueblo. A Clotilde la juzgaron por su color, por su procedencia humilde cuando esa señora jamás ha robado ni lo haría. Después de la alegría por comprar a precios justos ahora está que llora por cualquier cosa. Es una injusticia que tiene que acabarse”, reclamó.