Clima bélico por el Esequibo: la CIJ vs negociaciones
Leopoldo Puchi
Aunque las posibilidades de un conflicto armado que involucre a Venezuela, Guyana y Estados Unidos son bajas, no pueden ser descartadas por completo
Después de la celebración del referendo, sin dudas surgirán interrogantes sobre el futuro desarrollo de los acontecimientos relacionados con el Esequibo. Este evento ha tenido lugar como respuesta a dos acciones hostiles de Guyana: las concesiones petroleras en aguas marinas no demarcadas y al desconocimiento del tratado de Ginebra de 1966. Además, esta consulta a la sociedad venezolana ha servido como expresión de la determinación nacional de salvaguardar la integridad territorial.

A simple vista, recurrir a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) podría interpretarse como un medio pacífico de resolver la disputa. Sin embargo, esta interpretación solo sería válida si ambas partes hubieran acordado de manera clara y explícita su intervención. En ausencia de un acuerdo mutuo y del compromiso previo de reconocimiento del fallo de la CIJ, sus decisiones carecerían de efectividad y no resolverían el conflicto. Venezuela no ha otorgado su consentimiento ya que no puede comprometerse a aceptar un veredicto que implique la pérdida del Esequibo.