Cinco décadas de espionaje de EEUU a Lula da Silva

(Xinhua/Lucio Tavora)

Juraima Almeida

Órganos federales y de inteligencia de Estados Unidos monitorearon la actividad política y sindical del hoy mandatario brasileño durante cinco décadas. Diferentes órganos del gobierno de Estados Unidos hicieron un seguimiento durante décadas al presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, según información  entregada por el actual gobierno de Joe Biden al biógrafo del mandatario sudamericano, el escritor y periodista Fernando Morais.

Lula y Fernando Morais

El espionaje fue llevado a cabo entre 1966 a 2019 y, la mayor parte, de los documentos fueron producidos por la Agencia Central de Inteligencia (CIA). La exhaustiva labor de vigilancia resultó en la producción de 819 documentos, para un total de 3300 páginas de registros.  La mayor parte de los pliegos fueron elaborados por la Agencia Central de Inteligencia (CIA), con 613 exploraciones y unas 2000 páginas de información.

La mayoría de informes son de la CIA y abarcan desde sus tiempos como líder sindicalista en São Paulo en los sesenta hasta el inicio de su resurrección política en 2019. La información está ahora en manos de Morais, que lleva tres años intentado acceder a estas informaciones y finalmente lo ha conseguido gracias a un prestigioso bufete de abogados, Pogust Goodhead, y a la Ley de Acceso a la Información de EEUU.

“El presidente todavía estaba preso cuando conseguí los documentos para identificar el nombre de él en todos los registros existentes en las agencias. Hay agencias que, obviamente, no tenían nada, como la que se encarga de la entrada ilegal de alimento, pero pedí en todas”, contó Morais. De momento, ni el FBI ni la NSA han respondido a las peticiones de Morais, que aún no ha tenido acceso al material completo. Tampoco se sabe si Lula está siendo vigilado de nuevo en éste, su tercer mandato presidencial.

Vem aí o segundo volume da biografia de Lula escrita por Fernando Morais | VEJAHace tres años Morais publicó Lula, una primera parte de su biografía. Ahora planea incluir parte de estas nuevas informaciones en el segundo tomo sobre su vida política, que se prevé que vea la luz en los próximos meses.

Para llegar a la información sobre el espionaje sobre Lula, hizo un pedido de información pública que habilita la Ley de Acceso a la Información (conocida como Freedom of Information Act), con el acompañamiento del estudio de abogados Pogust Goodhead. El requerimiento que hizo abarca cinco décadas, desde la época de la dictadura militar -en la que Lula también estuvo encarcelado en su condición de dirigente sindical y fundador del Partido de los Trabajadores (PT)-, hasta tiempo después de haber sido detenido y puesto en prisión en el marco de una investigación tendenciosa en su contra, en 2018.

Entre otros aspectos, los documentos detallan la relación de Lula con la expresidenta Dilma Rousseff (2011-2016), con autoridades de Oriente Medio (Asia Occidental) y China, además de planes militares brasileños y la producción de la empresa petrolera de economía mixta Petrobras.

Estados Unidos espió a Lula durante más de 50 años

 

Los registros cubren desde el ascenso de Lula en el movimiento sindical durante la dictadura militar (1964-1985) hasta poco después de su injusto encarcelamiento en 2018. Según el rotativo brasileño, Morais todavía no ha tenido acceso a los documentos completos, y no hay informaciones recogidas durante el tercer mandato presidencial del fundador del Partido de los Trabajadores, iniciado en 2023.

Hasta ahora, se identificaron 613 documentos de la CIA, 111 del Departamento de Estado, 49 de la Agencia de Inteligencia de Defensa, 27 del Departamento de Defensa, ocho del Ejército Sur de Estados Unidos y uno del Comando Cibernético del Ejército. El biógrafo del mandatario brasileño aún espera respuestas del Buró Federal de Investigaciones (FBI), la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) y la Red de Lucha contra la Delincuencia Financiera (FinCEN).Difference-Between-FBI-CIA-and-NSA - Radio Expresión México

Morais aseguró además que toda la información recogida en estos documentos servirá para el segundo volumen de la biografía del mandatario, después de la primera parte publicada en 2021. «Es necesario arrojar luz sobre la relación entre los dos países más grandes del continente americano. Este es el derecho de nuestro cliente Fernando Morais y de todos los brasileños. Confiamos en que las autoridades norteamericanas atenderán nuestra solicitud», dijo a Tom Goodhead, socio-administrador global de Pogust Goodhead.

En tanto, todavía esperan respuesta por parte del FBI (la policía federal), de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) y de la Financial Crimes Enforcement Network (FinCEN). El plazo es de 20 días hábiles, prorrogables por otros 20, para informar si facilitarán o no los datos.

Morais ya trabajó con datos estadounidenses para el libro «Olga», publicado en 1985 y que cuenta la historia de Olga Benário Prestes militante comunista alemana judía asesinada por los nazis en una cámara de gas tras ser expulsada de Brasil, esposa de  Luís Carlos Prestes -militar y político comunista brasileño- afirmó que el gobierno estadounidense veta los extractos que considera que plantean riesgos para la seguridad del Estado. «Sabemos que el gobierno norteamericano analizó de cerca el escenario político brasileño en las últimas décadas, y Lula es uno de los personajes más relevantes de la historia de América Latina», afirmó el escritor.

Snowden y Wikileaks

Lula da Silva: No es la primera vez que se desvela que el gobierno de EEUU vigilaba a las autoridades brasileñas. En 2013,El ex técnico en Sistemas de la CIA, Edward Snowden, asilado en Rusia como fugitivo, reveló  que Estados Unidos incrementó en el 2009 sus acciones de espionaje ilegal en América Latina, justo cuando el presidente Lula da Silva intervino a favor de Irán ante la comunidad internacional para legitimar su producción de energía nuclear sin fines de guerra.

Dos años más tarde, el portal WikiLeaks de Julian Assange publicó también información confidencial de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), revelando el espionaje ilegal de Washington para con Dilma  Rousseff y sus ministros. «En total, 29 teléfonos de miembros y ex miembros del gobierno fueron intervenidos -al inicio del primer mandato de Dilma- por la agencia estadounidense, como el del ex jefe de gabinete Antonio Palocci y el entonces secretario ejecutivo de Finanzas, Nelson Barbosa, el ex canciller Luiz Alberto Figueiredo Machado, y el ex jefe de la GSI (Oficina de Seguridad Institucional), general José Elito Carvalho Siqueira», asegura Folha de Sao Paulo.

El escándalo provocó una fuerte crisis diplomática con la administración de Barack Obama: la presidenta brasileña Caso Snowden: Nueva crisis entre Brasil y EEUU por la denuncia de espionaje a Rousseff | elmundo.escanceló un viaje oficial a Washington a última hora y las cosas sólo empezaron a mejorar después de una visita a Brasilia del entonces vicepresidente, Joe Biden.

Snowden develó sin dudas que la Inteligencia de EEUU recolecta ilegalmente datos de todo el mundo y de gobiernos extranjeros, interceptando comunicaciones telefónicas y correspondencia de líderes políticos como de la excanciller alemana Angela Merkel, el presidente Lula da Silva y el exmandatario español Mariano Rajoy, entre otros. Además, espiaron embajadas y una red de computadoras internas de la Unión Europea en Washington en las oficinas del bloque de naciones en Naciones Unidas.

La Agencia de Seguridad Nacional (NSA) lo efectuaba a través del programa clandestino de recolección de información conocido como Prisma— creado en el 2007 para la supuesta lucha «contra el terrorismo»— y el sistema informático de análisis de datos XKeyscore.  El programa Prisma «permite captar correos electrónicos, videos, fotografías, llamadas de voz e imagen, actividad en los medios sociales, contraseñas y otros datos de usuarios contenidos por las principales empresas de internet en EEUU», como Microsoft y su división Skype, Google y sus escindidas YouTube, Yahoo, Facebook, AOL, Apple y PalTal.

 

Glenn Greenwald, periodista ganador del Pulitzer, renuncia al Intercept en protesta por censura - World Socialist Web SiteGlen Greenwald, columnista del diario británico The Guardian, declaró en el 2013 ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado brasileño sobre lo revelado primeramente por Snowden. El periodista dijo que el catalizador clave para el espionaje en Brasil fue el acuerdo que firmó Lula con Turquía para monitorear el desarrollo nuclear iraní, ya que Washington lo consideraba un entramado bélico off the record.  «Ahí ratificaron que América Latina es un blanco para el espionaje de Estados Unidos, cuando el Gobierno de Lula apoyó a Irán. La opinión sobre Brasil en Estados Unidos cambió mucho, explica el gran espionaje a Brasil», señaló.

El pretexto para el espionaje es sólo una cosa: terrorismo y proteger a la población. Pero la realidad es que no tiene ninguna relación con terrorismo o seguridad nacional, pero sí con temas empresariales, industriales, económicos. «El espionaje le dio muchas ventajas comerciales a Estados Unidos para saber las estrategias de Brasil», afirmó ante los senadores brasileros en aquel agosto del 2013, mientras que en el recinto varias agrupaciones reclamaban al entonces gobierno de Dilma Rousseff que le ofreciera asilo a Snowden.

«El sistema de espionaje es simple y más poderoso de lo que se imagina», subrayó Greenwald. El  periodista de The Guardian que reside en Brasil, declaró ante el Congreso que unos 75 funcionarios de Inteligencia de los Estados Unidos tienen acceso irrestricto a mails, contraseñas, fotografías y documentos privados de los usuarios de la Internet de todo el mundo. «Con certeza va a haber más revelaciones sobre el espionaje del gobierno de EEUU y los gobiernos aliados y cómo ellos estuvieron invadiendo comunicaciones en los sistemas de Brasil y América Latina», añadió.

*Investigadora brasileña, analista asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)