Chile vota entre derechos sociales y mano dura

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Chile entró en veda electoral rumbo a la segunda vuelta presidencial del domingo, que enfrenta a Jeannette Jara y José Antonio Kast. Tras el cierre de campaña, quedó prohibida toda propaganda, mientras el país aguarda una votación obligatoria en un clima de fuerte polarización.

Jara, abanderada del pacto oficialista Unidad por Chile, clausuró su campaña en la Plaza Vicuña Mackenna de Coquimbo, uno de sus bastiones electorales. Desde allí reforzó sus propuestas laborales y de protección social, con énfasis en una “justa distribución de la riqueza” y apoyo a familias y pymes.

La candidata del Partido Comunista defendió con fuerza la ley de 40 horas semanales, frente a la idea de su rival de revisarla. También advirtió que un eventual recorte del gasto social, como plantea Kast, afectaría pensiones, salud y políticas de vivienda que su sector considera conquistas recientes.

“Las 40 horas no se tocan; lo que está en juego es si Chile sigue avanzando en dignidad o retrocede en derechos”, afirmó Jeannette Jara en Coquimbo.

Kast, líder del ultraderechista Partido Republicano, cerró campaña en Temuco con un discurso de mano dura centrado en seguridad, migración y orden público. Ante miles de adherentes y tras un vidrio blindado, prometió expulsar a migrantes irregulares, reforzar el despliegue militar y recortar el gasto fiscal “ineficiente”.

El balotaje se desarrollará en un escenario de extrema polarización política, con encuestas que muestran una ventaja del candidato ultraderechista. Sectores sociales y académicos advierten que un giro brusco hacia la derecha podría significar un retroceso en la protección social y en políticas de derechos laborales consolidadas en la última década.