CFK: “Los argentinos están mejor”
PÁGINA 12 | La Presidenta hizo un repaso de los avances en materia económica y pidió a los que desacuerdan con su gestión que argumenten “cómo hacer lo que dicen que se puede hacer mejor”. También abordó la cuestión de la deuda y habló del peronismo y del kirchnerismo.
“Me resisto a decir que van diez años de kirchnerismo, van diez años de gobierno”. De habitual negro, en la Quinta de Olivos y ante el historiador Hernán Brienza, Cristina Fernández de Kirchner dio su primera entrevista en cuatro años, cuya primera media hora se difundió ayer al mediodía por la Televisión Pública y Radio Nacional. Durante el fragmento de la nota que se dio a conocer, la Presidenta defendió su gestión, de la que privilegió el flanco económico, y aseguró que “cualquier argentino” hoy está mejor que hace cinco años. En otro pasaje del diálogo, CFK reflexionó sobre los liderazgos, se definió como “peronista” y no “justicialista”. El sábado que viene saldrá al aire la segunda parte.
La gestión
“Cualquier argentino hoy, en su situación particular personal, no digo con 2003, sino con respecto hace cinco años atrás, ¿está mejor o no? Yo creo que una gran parte de los argentinos por suerte puede decir que está mejor. Es importante saber qué es lo que te permite subir los peldaños de la escalera de la movilidad social ascendente: si es un proyecto político que sostiene una macroeconomía que permite hacer eso o qué”, señaló Fernández de Kirchner al defender su gestión.
También señaló que “cualquiera sea el índice con que se quiera medir” saltan a la luz los resultados: “La Argentina está creciendo a un 5,1 por ciento, en un mundo que se cae a pedazos. El nivel de consumo se ve: record de autos usados, ventas de autos nuevos, argentinos que van al exterior, que son más de siete millones”.
En ese sentido, pidió que “quienes no están de acuerdo argumenten cómo hacer lo que dicen que se puede hacer mejor”. Para CFK, la política no debe interpretarse como “una cuestión de amigo o enemigo”, sino que se trata de “cuidar a los 40 millones de argentinos” ante sectores que, aunque en estos años “les fue muy bien”, todavía “intentan quedarse con la porción del león.”
La deuda
A esos mismos sectores apuntó cuando agregó que algunos “quieren retornar a una Argentina del pasado, a una Argentina en la cual la mano de obra era mucho más barata de lo que es hoy, donde el endeudamiento era moneda corriente y daba pingües ganancias y comisiones”. Esos sectores, sostuvo, “también aprietan” al Gobierno para que actúe de acuerdo con sus intereses, no “con una 45 en la cabeza”, sino a través de maniobras como “la corrida financiera para lograr una devaluación” como la que hubo tras las elecciones de 2011.
“Hay una construcción mediática instalada de que el poder es el poder político, el gobierno de turno. Pero en realidad ese poder es el que menos poder tiene. Del 100 por ciento de lo que significa el poder en la Argentina, el poder político debe representar el 40 por ciento en el sistema de decisiones –agregó–. No es que la gente sea tonta, sino que se ha producido en el mundo un fenómeno de los monopolios mediáticos.”
Volviendo al tema de la deuda, en el que se explayó largamente, la jefa de Estado sostuvo que “sin lugar a dudas” ése es “uno de los nichos de corrupción más grandes” de la historia argentina “desde Bernardino Rivadavia en adelante”. Recordó que antes del último gran ciclo de endeudamiento, que comenzó durante la última dictadura, la Argentina “era un país industrial y una economía con una sola moneda”, pero que en las últimas cuatro décadas “se transformó un sistema económico bimonetario” por lo que hoy “se necesitan los dólares para pagar la deuda” que este gobierno no contrajo.
Peronismo, kirchnerismo, justicialismo
En el último tramo de la nota recordó su militancia en la juventud y reivindicó la figura de Juan Domingo Perón, con el que siempre mantuvo un “reconocimiento total de liderazgo”, incluso en los últimos años, porque discutir su liderazgo era “discutir las posibilidades de éxito” del proceso que se generó tras su retorno a la Argentina. “Yo digo militante peronista, fijate que no te digo justicialista”, remarcó. Y trazando un paralelismo con los “disidentes” actuales, señaló que “todo el mundo tiene derecho a cuestionar todo”, pero que “cuando hay descalificación y agravio es porque faltan ideas.”
Por último, se le preguntó cómo definiría al kirchnerismo. Contestó que es una fuerza política que “tiene que ver con la aparición de una generación de jóvenes en una Argentina totalmente dada vuelta” y bromeó diciendo que para explicar de qué se trata “haría falta un seminario de tres meses”, pero que si bien tiene como componente central la doctrina justicialista “incluye a otros sectores que no son peronistas y que, incluso, desprecian al peronismo”.