Césped híbrido chino en África: cambiando el mundo para mejor

(Xinhua/Wei Peiquan)
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XINHUA 

Los jóvenes agricultores de la provincia del Sur en Ruanda celebraban a principios de agosto una abundante cosecha de hongos cultivados con la ayuda de una tecnología transferida desde un país lejano a esta “tierra de las mil colinas” en África.

A la celebración se unió el profesor Lin Zhanxi, un octogenario científico que desde la década de 1980 en la provincia china de Fujian ha dirigido un equipo de investigación sobre la tecnología Juncao, una técnica de hierba híbridao que permite a los hongos crecer en sustratos a base de pasto en lugar de en árboles talados, una solución a la amenaza que la industria de los hongos representa para los bosques.

El nombre Juncao viene de las palabras chinas jun, que significa “hongo”, y cao, que equivale a “hierba”.

La tecnología Juncao ofrece gran versatilidad, ya que permite producir hongos comestibles, proporcionar alimento para el ganado y ayudar a combatir la desertificación.

Gracias a la promoción activa y visionaria del presidente chino, Xi Jinping, Juncao está prosperando dentro y fuera de China, mejorando los medios de vida y fomentando el desarrollo sostenible en las naciones en desarrollo de Asia-Pacífico, África y América Latina.

Lin Zhanxi (2-d) intercambia con agricultores locales técnicas de plantación de la Juncao en Minning, un pueblo de Yinchuan, capital de la región autónoma hui de Ningxia (noroeste de China), el 29 de marzo de 2021. (Xinhua/Wang Peng)
Una puerta para salir de la pobreza

Lin, también conocido como “el padre de la Juncao”, creció en las empobrecidas montañas rurales de Fujian, donde tuvo experiencias personales con la pobreza que moldearon profundamente su compromiso con la tecnología Juncao.

Después de décadas de trabajo, Lin y su equipo lograron seleccionar y cultivar un tipo de planta herbácea de alto rendimiento, resistente a la sequía y la salinidad, que puede utilizarse como sustituto de la madera para cultivar hongos comestibles y medicinales.

En la novena Conferencia de Revisión Global de la Ayuda para el Comercio organizada por la OMC en Ginebra en junio, Lin reflexionó sobre cómo la tecnología Juncao comenzó su viaje global.

Fue también en 1992 en Ginebra cuando Lin presentó por primera vez, con gran éxito, la Juncao en una exposición internacional sobre inventos y recibió muchas llamadas de interesados en aprender más sobre la tecnología.

Con el apoyo del presidente Xi, en 2000 fue lanzado un proyecto piloto para introducir la Juncao en Papúa Nueva Guinea, lo que se convirtió en una de las primeras aplicaciones de dicha tecnología en el extranjero.

Impulsados por su dedicación y espíritu pionero, Lin y otros investigadores chinos han introducido desde entonces la tecnología en 106 países y regiones de todo el mundo.

Una planta para la prosperidad

Agnes Ayinkamiye es la primera coordinadora del proyecto Juncao en Ruanda.

“Una de las cosas que me hizo especialmente feliz fue la forma en que ayudamos a la gente. El proyecto fue bien recibido y capacitamos a muchas personas, en particular a las cooperativas de mujeres y los grupos de jóvenes”, dijo Ayinkamiye.

Según Ayinkamiye, “la gente puede ganar dinero con la tecnología Juncao, que se ha vuelto muy popular”.

“Disfruté muchísimo de mi trabajo y estaba encantada de colaborar con los expertos”, agregó.

Por su parte, Seruwaia Kabukabu, una empresaria de la aldea Serea de la provincia de Naitasiri en Fiji, es una de las mujeres capacitadas en el centro de demostración de la Juncao en Nadi, la tercera ciudad más grande de Fiji.

“Después de la capacitación, todas recibimos bolsas de sustrato para hongos gratis del centro de demostración. Bajo la guía de expertos técnicos, comenzamos a cosechar y vender hongos en un plazo de 7 a 10 días, ganando dinero para nuestra familia”, dijo Kabukabu.

Los ingresos del proyecto Juncao le permitieron mejorar el nivel de vida de su familia, compró electrodomésticos esenciales, construyó un inodoro y un baño de concreto, e incluso contribuyó a un proyecto de agua potable en su comunidad.

Nyambo Obed muestra hongos cultivados en su taller cerca de la ciudad de Muhanga, en la provincia del Sur, Ruanda, el 6 de abril de 2024. (Xinhua/Dong Jianghui)
Un experimento sin fin

Además de cultivar hongos, la tecnología Juncao ha seguido innovando, ampliando su producción para incluir piensos y fertilizantes.

Desde que utiliza Juncao como pienso, Tahiya Massawe, una granjera de Bumbwi Sudi, Tanzania, ha observado un aumento de la producción de leche, producto que ha ganado densidad y valores nutritivos.

“También me ha permitido ahorrar dinero”, dijo a Xinhua, “porque el presupuesto que antes gastaba en otros piensos ahora lo ahorro usando esta hierba”.

La Juncao también puede ayudar en la gestión ecológica.

La erosión del suelo ha sido un problema grave en países como Ruanda, al punto de que sus funcionarios estaban preocupados porque si no podían resolver el problema del suelo, el país no tendría tierra para cultivar.

Lin, que siempre tuvo en cuenta las preocupaciones de los ruandeses, todavía recuerda los datos experimentales durante su visita hace más de una década al país africano.

En una sola jornada, la lluvia alcanzó en dos horas y media los 51,4 milímetros en una zona de Ruanda, pero fue captada por la hierba Juncao, y fue muy eficaz en la conservación del agua y la retención del suelo.

En febrero, en Fiyi, Lin también trabajó en la aplicación de la tecnología Juncao a la gestión de suelos salinos, con el objetivo de buscar soluciones adicionales para combatir el cambio climático en los países en desarrollo, incluidas las naciones insulares del Pacífico.

“Los resultados experimentales fueron muy prometedores (…) Juncao es la hierba de la felicidad, un regalo de China para todos”, afirmó Lin.