Cataluña, hacia la declaración de independencia unilateral, tras vergonzosa represión

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 Patxi Montalbán|

Cataluña vivió el domingo 1 de octubre una jornada histórica en la que hubo duelo e indignación por la represión de 10 mil agentes antidisturbios enviados desde todos los puntos del país que dejó casi 900 heridos y escenas de pánico, pero también ilusión y júbilo, al imponerse el sí en el referendo sobre la independencia, con 90 por ciento de votos favorables y 7,8 en contra.

El consejero de la Presidencia, Jordi Turull, señaló que entre el sabotaje electrónico, el robo de urnas por parte de la policía española y el cierre de alrededor de 400 colegios electorales -100 de ellos en forma por demás violenta- se hurtó el voto de unos 770 mil ciudadanos. Los sufragios escrutados representan 42 por ciento del censo electoral, que asciende a 5 millones 400 mil ciudadanos.

La espada de Damocles de la prohibición de la consulta decretada por el Tribunal Constitucional (TC) llevó a decenas de miles de ciudadanos a movilizarse y a resistir en los centros electorales para impedir el cierre y la toma de las mesas electorales por parte de la policía. Y se logró en la mayoría de los llamados colegios electorales.

Esta vez Mariano Rajoy no logró invisibilizar la realidad y ahora será el Estado español –su Rey, su Presidente- será el que deberá explicar al mundo lo que ha hecho el 1-O en Catalunya . Desde temprano comenzaron a difundirse por todas partes –en España, en Europa, en el mundo- imágenes sangrientas, palizas y testimonios de personas heridas que explicaban los golpes recibidos, las agresiones, los empujones escaleras abajo y también la mirada de odio que habían observado en la cara de los agentes maltratadores.

Las imágenes mostraban que la Guardia Civil y la Policía Nacional se enfrentaban incluso a bomberos y Mossos d’Esquadra, cuando éstos intentaban ejercer su oficio de protectores de la seguridad de la ciudadanía, algo en lo que insistían una y otra vez.

El esfuerzo organizativo de las urnas ha sido proporcionado por voluntarios y no por la Generalitat, lo que ha evitado las filtraciones.

Mariano Rajoy y su gobierno utilizaron a fondo todos los resortes del aparato del Estado español (administrativos, económicos y policiales) para intentar impedir el referéndum. El hecho de que después de tantos registros, tantas requisas y tantas detenciones, la Policía Nacional y la Guardia Civil no fueran capaces de inteceptar ni una sola de las 6.242 urnas trasladadas a los 2.315 colegios electorales ha llamado la atención de la opinión pública y causado sorpresa en el propio Ejecutivo estatal.

Nadie imaginaba que la actuación policial llegaría hasta el punto de cargar y apalear a gente pacífica de forma desmedida, tal y como recoge la mayoría de la prensa de todo el mundo. La agresión desproporcionada a la iudadanía inerme esta vez fue televisada.

La acción ciudadana

Para proteger los centros electorales, la ciudadanía se organizó en brigadas y comités de resistencia pacífica que estaban formando por jóvenes, algunos de ellos menores de edad, padres de familia, abuelas y abuelos, que tenían la encomienda de resguardar los centros de votación para impedir la entrada de la policía y proteger así el ejercicio del voto. Y se encerraron desde el pasado viernes por la tarde, muchos con sus hijos y haciendo juegos y actividades lúdicas.

Una hora antes de la apertura de los colegios el gobierno catalán activó el llamado censo universal con el que cualquier ciudadano podía votar en cualquier mesa y todo estaba controlado por un sistema electrónico para evitar el fraude del voto duplicado.

Y ahora, con estos resultados en la mano, los miembros del gobierno catalán anunciaron que presentarán en los próximos días el informe oficial ante el Parlamento de Cataluña para que desde ahí se den los siguientes pasos para declarar la independencia unilateral y que entre en vigor la ley de transitoriedad o de desconexión del Estado español.

Ganamos el derecho a tener un Estado independiente: PuigdemontAgentes antidisturbios de la Policía Nacional forman un cordón de seguridad en los alrededores del colegio Ramón Llull de Barcelona.

Con esta jornada de esperanza y también de sufrimiento, los ciudadanos de Cataluña nos hemos ganado el derecho a tener un Estado independiente que se constituya en forma de república, proclamó el presidente de Cataluña, Carles Puigdemont.

El mandatario catalán criticó con dureza la violenta, desproporcionada y desalmada actuación del gobierno español en el operativo policial, y aseveró que con ello firmó una página negra en la historia de las relaciones entre ambas regiones. La respuesta del Estado ha sido la de siempre: violencia y represión, y además lo ha hecho en pleno siglo XXI, señaló Puigdemont, quien apeló a Europa para que atienda al llamado del pueblo catalán y vele por el cumplimiento de la carta de derechos con los que se fundó la Unión Europea.

“Nos hemos ganado el derecho a ser escuchados, respetados y reconocidos. Tenemos derecho a la libertad y fuera de un Estado que es incapaz de proponer algo convincente más allá de la fuerza bruta. Cataluña se ha ganado su soberanía y el respeto. Y lo han ganado sus ciudadanos para construir un país libre, pacífico y democrático”, dijo.

Por eso, dijo el mandatario local, entregará en los próximos días los resultados del referendo al Parlamento catalán para que según lo previsto en la ley aprobada el pasado 6 de septiembre, y que al haber una mayoría en favor de la independencia, adopte los pasos a seguir para la secesión unilateral y la desconexión del Estado español.

Un hombre cae al suelo durante la carga policial en la escola Mediterránea de la Barceloneta (Barcelona).El vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras confirmó que presentará los resultados del referendo ante el Parlamento y que sea el pleno el que decida finalmente aprobar la desconexión del Estado español e iniciar la secesión de forma efectiva.

Para el consejero de Asuntos Exteriores, Raül Romeva, toda la responsabilidad de la violencia y la represión sólo es del gobierno de Mariano Rajoy y de las fuerzas policiales que han intentado sobre todo impedir este resultado. “Así que Europa tiene que decidir entre la vergüenza y la represión o la libertad y la democracia. Denunciamos que el Estado español es un Estado demofóbico y que la única posibilidad que teníamos de construir un proceso democrática sólo era con la implicación de la gente en este proyecto”, dijo.

En el contexto de esta situación de excepcionalidad política que vive Cataluña, la mayoría de los sindicatos y de los partidos políticos soberanistas convocaron a una huelga general para este martes en rechazo a la actuación policial e iniciar la movilización de cara a la construcción de la nueva república catalana.

Rajoy: lo hicimos para defender la unidad de España

En su primera comparecencia después de uno de los días más dramáticos en la historia de Cataluña, el presidente del gobierno español, el ultraderechista Mariano Rajoy, afirmó en una declaración institucional desde el Palacio de La Moncloa que “hemos hecho lo que teníamos que hacer para defender el Estado de derecho y la unidad de España”.Agentes de la policía cargan contra los ciudadanos que querian entrar en el colegio electoral Verd de Gerona.

El mandatario español leyó una declaración institucional, sin derecho a preguntas, en la que insistió en que el operativo se basó en la aplicación del estado de derecho y en base a criterios ordenados por la justicia. Y advirtió: “A esta hora puedo decirles con toda rotundidad lo que todos ustedes ya saben y lo que hemos constatado a lo largo de esta jornada: hoy no ha habido un referendo de autodeterminación en Cataluña… Hoy no hemos asistido a ninguna suerte de consulta, sino a una mera escenificación; un episodio más de una estrategia contra la convivencia democrática y la legalidad”.

Al defender la actuación de las fuerzas de seguridad españolas, aseveró: han cumplido con su obligación y el mandato que tenían de la justicia de evitar la realización de la consulta. “Y quiero que sepan que hemos hecho lo que teníamos que hacer. Somos el gobierno de España y yo soy el presidente del gobierno, y he asumido mi responsabilidad. Hemos cumplido con nuestra obligación.

Rajoy anunció el inicio de una ronda de contactos con algunos partidos políticos –el Partido Socilista Obrero (PSOE) y el derechista Ciudadanos, obviando a Podemos- y anunció su comparecencia ante el Congreso de los Diputados para explicar el operativo y su estrategia en la crisis abierta con Cataluña.

“Ja hem votat”

Una persona herida tras una carga policial en la escola Mediterránea de la Barceloneta (Barcelona).Mariá De Delás, señala en publico.es que “el 1 de octubre ha sido una jornada de votaciones en Catalunya, por encima de cualquier otra circunstancia. Así lo han querido sus habitantes. Votaciones en todas las ciudades y pueblos del país, en un referéndum marcado en su convocatoria y desarrollo por la hostilidad del Gobierno del PP, manifestada desde hace días con la intervención subordinada de la Fiscalía General del Estado, las decisiones de los tribunales y, sobre todo, por la violencia de la Policía Nacional y la Guardia Civil”.

Añade que las detenciones de responsables de la Generalitat, los ataques contra sistemas informáticos, los bloqueos de servidores, las requisas de material de fomento de la participación, de papeletas, documentación censal, el cierre de cerca de 140 páginas web, junto a multas millonarias, sanciones y palabras amenazantes de miembros del gobierno central parecía que en algún momento podían hacer imposible la consulta, pero el consenso social, la determinación del Govern y un esfuerzo organizativo enorme e inteligente -proporcionado por ciudadanos voluntarios y no por la Generalitat, lo que ha evitado las filtraciones- han convertido en realidad el deseado referéndum.

“Es un escándalo internacional”, “El Estado español es la vergüenza de Europa” o “Acabará respondiendo ante los tribunales internacionales” han sido las frases más contundentes del conseller Turull. Al cierre de los colegios electorales el lema popular cambiaba.

Se dejaba de gritar “Votarem” (votaremos), para proclamar una y otra vez “Ja hem votat” (ya hemos votado).