Canje de presos, reclamo de las FARC al gobierno de Santos
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, amplió de junio a noviembre de 2013 el plazo para llegar a los primeros acuerdos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) dentro del proceso de paz que su gobierno negocia con la guerrilla en La Habana. “Esto no puede ser un proceso de años sino de meses.
Es decir, que esto debe durar no más allá del año entrante, noviembre del año entrante a más tardar, diría que antes”, dijo Santos en una conferencia del Partido Verde en Cartagena de Indias. Mientras el diálogo está en receso hasta mañana y las autoridades reportaron un nuevo combate en el que tropas regulares abatieron a tres presuntos insurgentes, la guerrilla colombiana anunció su intención de liberar a los rehenes que aún mantiene. Pero, a cambio, las FARC reclamaron la liberación de guerrilleros presos.
“Sí, nosotros tenemos prisioneros de guerra y los vamos a entregar, pero que el Estado nos devuelva a los nuestros que están allí, en las prisiones”, afirmó Sandra Ramírez, integrante de la delegación de las FARC que negocia con el gobierno colombiano, en una entrevista publicada ayer por el diario oficial cubano Juventud Rebelde. “En combate capturamos policías, soldados; es distinto: son prisioneros de guerra porque son capturados en combate; a ellos se les respeta su integridad física, sus creencias y sus derechos humanos”, dijo Ramírez y agregó que los secuestrados políticos ya fueron liberados.
La mujer –última pareja del mítico fundador y líder de las FARC, Pedro Marín, alias Manuel Marulanda o Tirofijo– dijo que hay unos 700 guerrilleros presos. El canje de rehenes y guerrilleros presos es un antiguo reclamo de las FARC, que lo llama intercambio humanitario, y que siempre fue rechazado por el gobierno de Colombia.
En este contexto y ante directivos y militantes del Partido Verde, que forman parte de la Unidad Nacional que abriga a su gobierno, Santos destacó la importancia de que desde la clase política se genere un ambiente de paz. “Es importante que la gente entienda que este proceso tiene el apoyo del pueblo colombiano, tiene el apoyo de la comunidad internacional. Lo que nosotros queremos es que realmente tenga éxito. Pero, eso sí, no estamos para nada amarrados, ni prisioneros del proceso”, apuntó. E insistió en que la agenda será estrictamente la acordada en agosto tras seis meses de conversaciones exploratorias entre delegados de las FARC y de su gobierno. “Si las FARC efectivamente quieren terminar el conflicto y pasar de las balas a los votos y hacer su política y tratar de lograr sus objetivos a través de los procedimientos democráticos, encontrarán en el gobierno toda la mejor disposición”, indicó el mandatario. Y advirtió: “Pero si lo que pretenden nuevamente es poner sobre la mesa hacer su revolución por decreto en la mesa en Cuba y transformar la Constitución y el país y sus políticas públicas, ahí no habrá paz”.