Campañas admirables
ROBERTO HERNÁNDEZ MONTOYA | Cuando afirman que las exuberantes marchas bolivarianas son concurridas por funcionarios obligados, dicen: «Mira, cobarde paniaguado servil ganapán: Vota por mí».
Cuando afirman que las exuberantes marchas bolivarianas son concurridas por marchistas crónicos pagados, dicen: «Mira, mercenario vendido inmoral corrompido desvergonzado: Vota por mí».
Cuando afirman que el 7O y en elecciones anteriores hubo fffRRRaude o que el CNE es perverso, dicen varias cosas: «Los diputados de oposición somos ilegítimos porque somos producto de elecciones fulleras». «Mira, opositor estúpido lerdo memo sandio mentecato mequetrefe: Vota por mí aunque tu voto no va a valer nada, gafote».
Cuando declaran que los que votan por candidatos bolivarianos lo hacen por una nevera o una lavadora, están profiriendo: «Mira, sobornado venal vivián: Vota por mí».
Cuando durante la Concentración de las Siete Avenidas aseguraron que Caracas estaba segura porque los malandros estaban todos en el Centro, dijeron: «Mira, malandro marginal delincuente ladrón cortabolsas cuatrero ganzúa timador estafador bandolero maleante manilargo zascandil bellaco belitre socaliñero buscón timador tuno atracador bajamanero: Vota por mí».
Cuando Capriles pronuncia suapara en lugar de sapoara, dice: «Mira, guayanés idiota desmoralizado apático desaprensivo: Vota por mí».
Cuando se disfrazan de indios, dicen: «Mira, indio roñoso bruto pendejo atrasado: Vota por mí».
Cuando en medio de la emergencia por las lluvias Capriles se va al Maratón Avon, dice: «Mira, mirandino despreciable que me importa un comino que te hundas y ahogues en el barro con tu vivienda destruida: Vota por mí».
Cuando Capriles se puso un sombrero colombiano, declaró: «Mira, llanero mentecato irrisorio apocado ignorante simplón crédulo: Vota por mí».
Cuando Capriles dijo que los europeos no usan desodorante, les expresó: «Mira, descendiente de europeo chanflón mostrenco burro pestífero asqueroso repugnante: Vota por mí».
Cuando Capriles dijo que «político gordo no camina», implicó: «Mira, gordo panzón grasiento grotesco impresentable ridículo: Vota por mí».
Cuando Capriles dijo que la mujer debía estar en su casa mientras su marido trabaja en la calle, manifestó: «Mira, mujer inepta inferior menor invisible inconsciente atrasada encerrada débil mental incapacitada reprimida gazmoña: La mujer la pata quebrada y en casa, pero de paso, vota por mí».
Cuando un obispo dice que las misiones producen una población de limosneros, declara: «Mira, pordiosero mendigo pedigüeño gorrón parásito, vota por mi candidato». Y cuando afirma que los que comieron de los panes y peces en el desierto de la mano de su mesías fueron unos vividores sablistas aprovechados petardistas lambucios lambones metemanos pedigüeños abusadores mogollones haraganes. Y cuando el mismo santo varón dice que la Misión Niños de la Patria es la Misión Abrelaspiernas está diciendo: «Mira, ramera pelandusca bastonera iza rabiza colipoterra placera putica baracunata ratica sobona impúdica libertina vendedora de caricias mujerzuela caminadora rabisalsera, vota por mi candidato».
¿Por qué será que siempre pierden, siempre? Es por una duda que tengo.