Burkina Faso: del legado de Sankara a la aparición de Traoré

El Sur a Fondo

El liderazgo de Ibrahim Traoré en Burkina Faso ha despertado ecos del pasado. Como en los tiempos de su referente histórico Thomas Sankara, el joven presidente africano desafió el orden internacional con una visión nacionalista y panafricana.

Esta actitud lo coloca en la mira de las grandes potencias, tal como ocurrió con figuras emblemáticas como Patrice Lumumba (Congo), Amílcar Cabral (Guinea-Bissau/Cabo Verde), Kwame Nkrumah (Ghana) o el propio Sankara (Burkina Faso). ¿Su “pecado”? Enfrentar el colonialismo, defender la autodeterminación africana y reclamar los ricos recursos del continente para su pueblo.

Traoré asumió el poder el 6 de octubre de 2022 a través de un golpe de Estado, uno más en la larga lista de golpes en África en los siglos XX y XXI. La historia del continente se resume en pocas líneas desde la llegada de las potencias coloniales: la llamada “civilización occidental y cristiana” colonizó a sangre y fuego. Alemania, Bélgica, España, Francia, Italia, Portugal y el Reino Unido se repartieron África y se enriquecieron extrayendo sus riquezas naturales ya a través del tráfico de esclavos.

Crearon países a su conveniencia con regla y lápiz, y fueron impiadosos con las poblaciones locales. Vale la pena recordar que algunas de las peores matanzas del siglo XX ocurrieron en el África negra y fueron cometidas por quienes siguen arrogándose una “esencia” civilizatoria.

A comienzos de la década de 1960, gran parte de África alcanzó su independencia impulsada por jóvenes líderes nacionalistas, decididos a romper los lazos con las antiguas potencias coloniales. Sin embargo, la mano “invisible” de Europa estuvo presente en numerosos golpes de Estado y en los asesinatos de varios de ellos, con la complicidad de “compañeros de ruta” que luego disfrutaron de los privilegios y prebendas que les ofrecía Occidente. Mientras les fueron útiles.

En 1960 se proclamó la independencia de Alto Volta, un nombre impuesto por Francia en alusión al río Volta que atraviesa el país. Esta no fue fruto de una revuelta (como en Argelia), sino el resultado de un acuerdo en el marco de la política de descolonización impulsada por el presidente Charles de Gaulle tras la proclamación de la V República en 1958.

El nuevo país nació rodeado de Mali, Níger, Benín, Togo y Costa de Marfil, todos ellos también creados artificialmente por Francia; y de Ghana, creado por los británicos. Como tantos otros países “independizados” de la metrópoli, la dependencia era tan grande que sin ella no podía sobrevivir. De hecho, las excolonias francesas siguieron usando el Franco de las Colonias, una moneda creada en 1945, anclada al franco francés (ahora al euro) y cuya paridad era manejada desde París.

Hasta que llegó Thomas Sankara

El 4 de agosto de 1983 el joven militar de apenas 33 años tomó el poder por medio de un golpe de Estado. Rápidamente impulsó una reforma agraria, la autosuficiencia alimentaria y campañas de alfabetización y de vacunación masiva. Por otra parte, se negó a pagar la deuda externa y criticó las políticas del Fondo Monetario Internacional (FMI).

El 4 de agosto de 1984, en el aniversario de la revolución, se utilizaron expresiones en lenguas locales para reemplazar el nombre de Alto Volta por Burkina Faso (la tierra de los hombres dignos). Dos meses después, en la Asamblea General de Naciones Unidas, pronunció un discurso de fuerte tono anticolonial y antiimperialista.

Le explicó al mundo que su país era muy rico -en oro especialmente- pero su pueblo pobre. Criticó la herencia colonial, citó a José Martí, y pidió la liberación de Nelson Mandela, cuando pocos lo hacían fuera de África y en gran parte del mundo occidental aún se lo consideraba un “terrorista”.

Las ideas de Sankara debían ser frenadas a toda costa. En 1987, un golpe de Estado liderado por su “compañero” Blaise Compaoré lo derrocó, y poco después Sankara fue asesinado. Rápidamente se desmantelaron las políticas sociales progresistas, se retomaron las buenas relaciones con Francia y Burkina Faso se volvió la espiral de la deuda con los organismos de crédito internacionales.

Compaoré gobernó durante 27 años, hasta que fue derrocado en 2014 por un levantamiento popular. Luego de varios gobiernos de transición, elecciones y golpes, en septiembre de 2022 el capitán Ibrahim Traoré tomó el poder y reivindicó la figura de Sankara tras décadas de persecuciones y proscripciones del histórico líder y sus seguidores.

Traoré se presenta como heredero de Sankara. Aunque por ahora su discurso es más moderado, ya ha encendido las alarmas en Francia por la alianza estratégica que vendió con Níger y Malí, así como por la expulsión de las tropas francesas de su territorio. Como si esto fuera poco, el 9 de mayo participó en Moscú en las celebraciones por el 80º aniversario de la victoria sobre el nazismo, junto a otros líderes internacionales invitados por Vladimir Putin.

África no es un continente pobre, sino empobrecido, suele afirmar Traoré. “Estamos aquí para completar lo que comenzó Thomas Sankara”. ¿Lo dejarán?

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