Bruselas, Guerra Fría y “Naciones Cautivas”

Leopoldo Puchi

La cumbre de Bruselas de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Unión Europea (UE) representa un importante momento del fortalecimiento de la cooperación y las relaciones entre ambas regiones. Sin embargo, este acercamiento no está libre de obstáculos, como lo muestran las dificultades para llegar a un acuerdo entre la Unión Europea y el Mercado Común del Sur (Mercosur).

Entre las divergencias se encuentran asuntos ambientales y motivaciones políticas más directas, como lo referente a la guerra que se libra en Ucrania, ya que los países de la Celac no están de acuerdo con asumir la misma posición de la UE.

Apartado

En un apartado de la cumbre se efectuó una reunión sobre Venezuela con la participación de la vicepresidenta Delcy Rodríguez, el delegado de la Plataforma Unitaria, Gerardo Blyde, y los presidentes Emmanuel Macron, Lula Da Silva, Gustavo Petro y Alberto Fernández, así como Josep Borrell, representante de la UE. Es posible que esta reunión se haya realizado como un formalismo para calmar la resistencia de varios gobiernos europeos respecto a la presencia de Venezuela.

Macron

En esta ocasión, el presidente argentino, Alberto Fernández, llamó la atención sobre este asunto y pidió que Estados Unidos fuera incluido en la mesa de negociaciones, dado que es el principal país que impone sanciones económicas. Según las fuentes del diario Crónica, parece que incluso el presidente Macron está dispuesto a contactar a Washington para que participe en el diálogo.

Naciones cautivas

Ahora bien, el presidente Joe Biden ha incluido nuevamente a Venezuela en la proclama de “La Semana de las Naciones Cautivas” de este año. Cabe destacar que esta semana fue declarada durante la Guerra Fría por una resolución del Congreso en 1953 y posteriormente convertida en ley por Eisenhower en 1959, con el objetivo de apoyar a los países de Europa del Este contra la Unión Soviética y fomentar el derrocamiento de los gobiernos comunistas.

Todo indica que en la actualidad, en el contexto de la guerra de Ucrania y el enfrentamiento entre Washington y Beijing, la Casa Blanca considera que estamos ante una guerra de naturaleza similar a la Guerra Fría.

En la proclama se mencionan como adversarios a los gobiernos autoritarios en general, pero solo se hace referencia a países no alineados con Estados Unidos, dejando fuera a gobiernos autoritarios que forman parte de su órbita.

Guerra

Enfocar la situación venezolana a través del prisma de la Guerra Fría, como lo hace la proclama de la Semana de las Naciones Cautivas, es un error que aleja cualquier posibilidad de una solución concertada.

Hasta hace poco, se pensaba que las tensiones entre ambos países se debían a desacuerdos sobre temas como derechos humanos o intereses petroleros, pero la definición establecida en la proclama cambia el panorama, situando el conflicto en el terreno de una guerra.

Redefiniciones

Durante el mandato de Trump, la política de derrocamiento recibió respaldo tanto de demócratas como de republicanos, así como de los gobiernos europeos. Con la llegada de Joe Biden a la presidencia, si bien las posiciones sobre el método se han bifurcado, no ha habido una redefinición de las políticas, como se refleja en la proclama de “Las Naciones Cautivas”.

El objetivo estratégico de reinsertar a Venezuela en la órbita geopolítica estadounidense sigue siendo el mismo, y las hostilidades a través de sanciones continúan ejecutándose a diario. Un cambio profundo en el enfoque de Washington es esencial para que las aspiraciones de Lula, Macron, Petro y Fernández se hagan realidad.