Brasil: Marçal y el fracaso de la democracia para contener el fascismo
Jeferson Miola
Pablo Marçal es un bufón de la puesta en escena un espectáculo grotesco. No actúa así debido a algún defecto o error estratégico, pero sí ejecuta un método muy bien estructurado, con lo que magnetiza la atención para desviar el foco del problema esencial, que es la peligrosa amenaza que él y su desempeño suponen para la democracia.
La curiosidad general por saber si Marçal o Ricardo Nunes representarán al campo extremista y conservador en la segunda vuelta en Sao Paulo, desenfoca la atención del problema central. La cuestión es mucho más seria y vital para la supervivencia de la democracia.
La candidatura de Pablo Marçal marca la intersección orgánica del crimen organizado y el fascismo con la política en Sao Paulo, la metrópoli más grande y rica de América Latina. El enlace de los líderes de control del Partido Renovador Laborista Brasileño (PRTB) con el Primer Comando Capital (PCC, organización criminal brasileña) es un tema que naturalmente frecuenta tanto las discusiones en bares como las páginas de noticias.
En este contexto, la aceptación del registro de la candidatura de Marçal como formalidad completada, a pesar de la impugnación judicial de la antigua familia que controla el partido, que alega incumplimiento de los plazos estatutarios, demuestra la
El mantenimiento de la candidatura de Marçal, despecho de la comisión de delitos electorales en serie y la continua desobediencia de órdenes judiciales, pone en tela de juicio la legalidad de la elección. Las instituciones, sin embargo, omiten, amedentradas (y, en algunos casos, cómplices) con los gritos de la extrema derecha que equipara el derecho a delinquir con libertad de opinión.
Marçal, también se integró con una asombrosa naturalidad en los debates y entrevistas de las estaciones de radio y televisión. Incluso con la absoluta falta de representación del partido por el que compite, el PRTB, que no tiene representante en la Cámara de Diputados.
La Ley 9504/1997 exime a los medios de comunicación de incluir candidatos de partidos que no cuentan con al menos cinco diputados electorales. Pero a pesar de esto, Marçal desfila solemnemente en las pantallas y micrófonos de los medios tradicionales, de los que catapulta aún más la participación en las cloacas de las plataformas digitales.
Este fenómeno se demostró en el monitoreo de la empresa Quaest Consultoria e Pesquisa, que mostró que durante una entrevista para Globo News [26/8] Marçal alcanzó el cuádruple de búsquedas [100 puntos] en Google Trends en relación con Guilherme Boulos [25 puntos], quien el mismo día participó en Roda Viva.
Además del poder judicial y los medios de comunicación, el establishment también naturaliza a Pablo Marçal como algo aceptable en el ámbito democrático. Faria Lima ya señala afecto por el estiércol fascista, si esa es la «medicina» para derrotar a Boulos.
Nada nuevo, teniendo en cuenta la naturaleza fétida de estas oligarquías dominantes que arrojaron al país al precipicio fascista-militar con Bolsonaro y que no dudarán en repetir la dosis con Marçal, ni siquiera sabiendo los riesgos y amenazas que esto supone para la democracia.
La naturalización y normalización de la candidatura de Pablo Marçal por los medios de comunicación, el poder judicial y la clase dominante le da al bufón fascista la coartada de haber entrado en el proceso electoral por la puerta principal.
Con esta coartada, Marçal pasa por el camino de los agentes fascistas al pie de la letra: entra en la institucionalidad democrática y luego actúa como un depredador feroz y despiadado.
*Miembro del Instituto de Debates, Estudios y Alternativas de Porto Alegre (Idea), fue coordinador ejecutivo del V Foro Social Mundial. Colaborador del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)