Brasil: Arthur Lira quiere licencia total para la corrupción
Jeferson Miola
El desmedido empeño del derechista Arthur Lira, presidente de la Cámara de Diputados, para liberar la revisión de las enmiendas secretas, cuenta todo sobre el interés real en el juego.
No se vio antes un Lira tan movilizado como ahora, ni siquiera en los momentos más graves de la amenaza a la democracia y a los poderes de la República, como en el ataque terrorista contra la Corte Suprema el 13 de noviembre, y en el descubrimiento del plan militar-bolsonarista para el asesinato del presidente Lula da Silva.el vice Geraldo Alckmin y Alexandre de Moraes, juez de la Corte Suprema de Justicia.
Como se observa, lo que sí moviliza a Lira hasta el punto de mover montañas, son intereses nada nobles. Falta nobleza y republicanismo en esta lucha de la Lira y de la diputadocracia adicta a los fondos del presupuesto secreto El presidente de la Cámara de Diputados reclama una licencia completa para corrupción a través de enmiendas parlamentarias.
Lira interrumpió el receso de fin de año, movilizó a los líderes partidarios y pidió una reunión de emergencia con el presidente Lula para presionar al Supremo Tribunal Federal para que liberara el asalto de fin de año al botín de 4.200 millones de reales del Presupuesto de la nación.
Es importante que quede claro que la Corte Suprema no determinó el final de las enmiendas impositivas, una decisión que merecería todos los aplausos, porque se trata de verdaderas excrescencias que no existen en ningún otro país del planeta.
El Tribunal Supremo sólo ha recordado a los congresistas el respeto a los criterios jurídicos y constitucionales que deben observarse en la transferencia de todo el dinero público, incluido el originado en las enmiendas parlamentarias.
El Ministro Flávio Dino sólo determinó -acompañado por el pleno de la Tribunal – que el pago de enmiendas necesita observar las directrices más comunes de la ejecución de cualquier gasto público en una República: la identificación del autor y beneficiario de cada enmienda, la publicidad y transparencia en la transferencia de dinero público, la viabilidad técnica del trabajo u obra de servicio, el plan de solicitud financiera y la rendición de cuentas.
Para Lira, sin embargo, esta determinación es inaceptable. Él exige total oscuridad y absoluta falta de transparencia y control sobre la transferencia de los 4.200 millones de reales que el ministro Flávio Dino ordenó correctamente paralizar, en el bien del interés público.
Ahora, ¿por qué tan feroz y obstinada resistencia del presidente de la Cámara a cumplir con las leyes de ejecución presupuestaria aprobadas por el propio Congreso? ¿Po rqué Lira y sus colegas insisten en ocultar información básica que permita el rastreamiento, el monitoreo y la fiscalización del dinero público?
¿Por qué, después de todo, quieren ocultar incluso el nombre del parlamentario que dirige el dinero del presupuesto nacional y con qué propósito? ¿Por qué este auténtico temor a la transparencia en la aplicación del gasto público a través de enmiendas parlamentarias?
¿Será por alguna mala intención?
*Miembro del Instituto de Debates, Estudios y Alternativas de Porto Alegre (Idea), fue coordinador ejecutivo del V Foro Social Mundial. Colaborador del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)