Bolivia: Evo intenta arrastrar a Andrónico al voto nulo
Boris Acosta Reyes
Evo Morales rechazó una presunta oferta de Andrónico Rodríguez para ser candidato a la Vicepresidencia y la calificó como un insulto a su dignidad. Lo hizo en la radio Kawsachun Coca, donde además llamó a impulsar la campaña por el voto nulo. Morales aseguró que emisarios “compañeros” le transmitieron el ofrecimiento y criticó que antes le hablaran de una senaduría, lo que a su juicio evidencia una “escalada” para marginarlo políticamente.
El exmandatario pidió a Rodríguez levantar su propia candidatura si “está con el pueblo” y sumarse al voto nulo en las elecciones generales. “Levanten su candidato si están con el pueblo”, insistió al reiterar su rechazo a cualquier acuerdo con quienes considera responsables de su proscripción. En su arremetida, Morales calificó de “descarada” la supuesta maniobra y sostuvo que no habrá negociación posible porque “tiene dignidad”.
Morales dijo este miércoles que si el voto nulo se impone este 17 de agosto, entonces “Evo ganó las elecciones” generales en Bolivia ya que, a su juicio, no hay ningún candidato que represente “al pueblo boliviano”.. “Si el domingo el voto nulo saca 25 %, Evo ganó las elecciones, compañeras y compañeros”.
Medios bolivianos y regionales replicaron las declaraciones con citas textuales, destacando el tono frontal del líder cocalero y su línea de movilización política. El episodio se da en medio de la ruptura del Movimiento Al Socialismo (MAS) y la disputa por el liderazgo progresista en la recta final hacia los comicios. Paralelamente, reportes señalan que Rodríguez y su entorno niegan haber realizado tal ofrecimiento, lo que profundiza la controversia pública.
La campaña electoral estuvo marcada por un ecosistema de desinformación activo y sofisticado. La proliferación de encuestas falsas, audios y videos generados por Inteligencia Artificial (IA), suplantación mediática y campañas pagadas intensas han alterado el debate democrático especialmente influyendo en candidatos emergentes como Jaime Dunn, ahora ya inhabilitado para seguir en carrera, y Andrónico Rodríguez.

Las últimas encuestas preelectorales que ponen a dos derechista encabezando las preferencias: el empresario Samuel Doria Medina, de la alianza Unidad, con el 21,2 % de intención de voto, y al expresidente Jorge Tuto Quiroga (2001-2002), de la alianza Libre, con un 20 %.
A casi dos décadas de su triunfo histórico en las urnas, el primer presidente indígena de Bolivia, Evo Morales, ha sido proscripto de la contienda y llama a votar nulo. Quien en su momento fuera considerado su delfín y heredero político, el actual presidente de la Cámara de Senadores Andrónico Rodríguez aparece como único candidato progresista con alguna posibilidad de entrar en segunda vuelta, aunque sin contar con el apoyo frontal de las distintas organizaciones campesinas e indígenas. Por su parte, los movimientos populares llegan fragmentados, lo que abre la posibilidad de un regreso de la derecha al poder político.

La intención de las candidaturas de la derecha, -ue lideran la intención de voto- de buscar reformas estructurales, imponiendo un cambio drástico del modelo social, comunitario, de redistribución, por una economía de libre mercado. Es decir, un giro hacia las políticas de ajuste neoliberal que son la base programática de todas las opciones de la derecha. Esos sectores incluso plantean la posibilidad de abrir una reforma a la Constitución Política del Estado, revirtiendo así las conquistas del Estado Plurinacional.
El contexto electoral añade tensión: encuestas y análisis apuntan a una izquierda fragmentada y a un bloque opositor fortalecido, con un voto nulo en ascenso que podría incidir en el resultado. En ese marco, Morales redobla su estrategia de deslegitimación de la contienda y busca arrastrar a bases sociales hacia el rechazo en las urnas. Organizaciones y medios locales registraron también críticas a la fórmula de Rodríguez, lo que presiona definiciones de último momento.
La controversia por la supuesta oferta de la Vicepresidencia se convierte así en un nuevo episodio de la fractura oficialista y en un insumo para la disputa por la narrativa electoral. Con llamados al voto nulo y advertencias de movilización, Morales intenta reordenar su influencia frente a un escenario adverso. En respuesta, Rodríguez procura contener el daño negando la versión y enfocándose en su campaña, en un tablero volátil y con plazos legales al límite.
*Sociólogo y periodista bolivano, colaborador del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)