Biden en México: olvido, abandono, desdén hacia América Latina y el Caribe
Gerardo Villagrán del Corral
Los presidentes de México y Estados Unidos, Andrés Manuel López Obrador y Joe Biden reivindicaron los buenos términos de la relación bilateral, pero discreparon sobre la ruta a seguir en el futuro del continente ya que los planes de Washington no contemplan prioridades para el continente. La crisis migratoria, la guerra contra el fentanilo y la lucha contra el cambio climático fueron los temas principales de la cumbre bilateral
Tras reafirmar el carácter estratégico de la relación con Estados Unidos, el presidente mexicano insistió en que deben trasladarse el éxito del tratado comercial y los vínculos en Norteamérica al resto del hemisferio, donde, dijo, sigue creciendo la importación de productos asiáticos.
AMLO habló de un continente vinculado económica y socialmente, partiendo de que el tratado comercial –que incluye también a Canadá– ha consolidado los procesos productivos en América del Norte y ha mostrado ser un valioso instrumento de integración. Y afirmó que el pacto comercial podría trasladarse al resto de la región, porque implicaría contar con muchas ventajas, entre las que resaltó una fuerza de trabajo joven, desarrollo tecnológico y grandes recursos naturales.
Recalcó que el consumo per cápita en América alcanza 18 mil 500 millones de dólares, que contrasta con los 4 mil 400 millones de dólares en Asia. “¿No podríamos producir en América lo que consumimos? Claro que sí. Es un asunto de definición y de planear conjuntamente nuestro desarrollo futuro. Unirnos y asociarnos en América equivale a consolidar en definitiva la región más importante del mundo”, dijo el mexicano.
Somos muchos los que no hemos dejado de soñar con una integración justa y fraterna de nuestro continente, destacó.
Biden dejó un mensaje de líneas más duras: habló sobre la inseguridad, la crisis de salud pública por el tráfico de drogas sintéticas y los problemas profundos alrededor de la inmigración irregular.
Fijó una postura diametralmente opuesta, apelando al papel que tiene su país, desde su visión, en el mundo: Estados Unidos brinda más asistencia al exterior que cualquier otro país, todos juntos, en todo el mundo (…) desafortunadamente nuestra responsabilidad no sólo termina con el hemisferio occidental, estamos en el centro de Europa, en Asia, en África; ojalá pudiéramos enfocarnos solamente en una región, pero nos enfocamos en múltiples regiones.
López Obrador expuso que México propone contar con el respaldo no sólo de la inversión pública, sino también de la privada en la región. “Es momento de terminar con ese olvido, ese abandono, ese desdén hacia América Latina y el Caribe, opuesto a la política de buena vecindad de ese titán de la libertad que fue Franklin D. Roosevelt”, dijo.
Admitió que es una iniciativa compleja de instrumentar, y dio que “a mi juicio no hay un mejor camino para garantizar el porvenir próspero, pacífico y justo que merecen nuestros pueblos, nuestros compatriotas y todos los pueblos del continente (…) que nadie se quede atrás y que juntos vayamos en busca de una bella utopía de la libertad, la igualdad y la verdadera democracia.
Biden consideró que si bien México “es un socio de verdad y cuando trabajamos en conjunto con valores comunes y respeto mutuo no hay nada que no podamos hacer”, pero aunque reconoció que se puede reforzar la coordinación con México y el hemisferio occidental, señaló que su país está comprometido con el apoyo a todos los países en el mundo.
Biden señaló que en el G-7 pudo conseguir un acuerdo de miles de millones de dólares de infraestructura para el hemisferio occidental, para Latinoamérica y para África.
Cambio climático y fentanilo
El primer tema que se trató en la cumbre bilateral fue el cambio climático. El Gabinete mexicano y el equipo de John Kerry, el enviado especial de la Casa Blanca en la materia, revisaron el Plan Sonora, la propuesta de López Obrador para la transición energética para dar un impulso a las fuentes renovables, y engarzarlo con beneficios económicos para la región.
La ampliación de la cadena de suministro de semiconductores es uno de los acuerdos más importantes y está planeado conjuntar la explotación de minerales clave en el Estado mexicano de Sonora con un hub en Arizona para aumentar la competitividad. México acepta disminuir su impacto en el medioambiente a cambio de alternativas que se traduzcan en un impulso a la integración comercial bajo la sombrilla del TMEC.
EEUU sufre el azote de la crisis de los opioides que se cobra decenas de miles de vidas cada año por sobredosis, sobre todo en la población joven. Washington presionó para llevar a la mesa el tráfico de fentanilo y el papel de los carteles mexicanos como la principal fuente del comercio ilegal en el mundo. México está dispuesto a enfrentar el problema del narcotráfico desde un punto de vista de responsabilidades compartidas, pero es celoso de su soberanía y no quiere alimentar la imagen de que está sometido a las presiones de Washington.
Biden pidió fortalecer las acciones contra el tráfico de fentanilo, que anualmente mata a 100 mil jóvenes estadounidenses. En un comunicado, la Casa Blanca destacó que los presidentes discutieron una mayor cooperación para enjuiciar a los narcotraficantes y desmantelar las redes criminales, interrumpir el suministro de precursores químicos ilícitos, cerrar laboratorios de drogas y prevenir el tráfico de drogas, armas y personas.
La Casa Blanca agregó que Biden y López Obrador revisaron el progreso de sus compromisos climáticos, incluidos los objetivos de emisiones y las metas que México anunció en la Conferencia de Cambio Climático de la ONU (COP27), el año pasado.
Migración
En su reunión bilateral López Obrador y Biden, reafirmaron el compromiso de abordar las causas profundas de la migración en la región. El mexicano elogió las políticas anunciadas en la Casa Blanca para dar permisos humanitarios a ciudadanos de diferentes naciones, lo que constituye un viraje respecto de políticas del pasado, a las que consideró una lucecita en el túnel, y un viraje respecto a las políticas del pasado.
Biden explicó a la delegación mexicana los alcances de su reciente anuncio de acciones de cumplimiento adicionales, junto con vías ampliadas para cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos para abordar la migración irregular.
Sobre las acciones estadounidenses AMLO señaló:” Lo vemos bien porque hay un conducto, una vía para los que quieren irse a vivir y trabajar en Estados Unidos, que no les queda más que atravesar México con todos los riesgos que implica. Es una lucecita en el túnel, ya es una alternativa, que hayan decidido entregar 24 mil visas, nosotros aquí ya lo percibimos porque se redujo el número de migrantes venezolanos, que están haciendo su trámite”.
El migratorio fue un tema central, por la posición del gobierno estadounidense ante los flujos cada vez mayores, con récords históricos (2.3 millones de arrestos de indocumentados en su intento por cruzar la frontera en 2022). López Obrador descartó que la colaboración que Washington solicitará a México en la materia se encamine a que su país se convierta en una especie de muro de contención de los flujos migratorios hacia el norte.
“Hay colaboración, se están buscando alternativas. Celebramos que el gobierno del presidente Biden haya decidido otorgar permisos o visas temporales a hermanos venezolanos y se quiere ampliar a Nicaragua, Colombia, Haití, inclusive Cuba”, dijo.
Indicó que este proyecto habrá que mejorarlo y simplificar trámites, tras ser criticado por los engorrosos procesos y restricciones, “Lleva tiempo, tienen que hacer estos trámites, pero ya no sólo tengo como opción buscar un traficante, pagarle y arriesgarme a cruzar la frontera. Creo que se ha avanzado. Es interesante que Canadá tiene programas de visas temporales de trabajo. En EEUU había renuencia, no se habían decidido a lo que ahora están haciendo, que puede funcionar”, dijo
El canciller mexicano Marcelo Ebrard enfatizó que hay dos posiciones sobre el tema en Estados Unidos: la de la derecha, que hoy tiene la mayoría en el Congreso, de regresen a todos, y la de Biden, de abrir esas visas humanitarias y otras acciones para la regularización migratoria. “Esto es un paso importante, es la primera vez que vemos un proceso de este tamaño, son 360 mil”, añadió.
Ebrard detalló que el primer lugar de ciudadanos detenidos en su intento por cruzar la frontera sur estadounidense son los cubanos, con 294 mil 816. Esa diáspora desde la isla es también un efecto de las sanciones económicas que se traducen en flujos migratorios porque provocas una restricción, un problema económico serio. Además, fueron 209 mil nicaragüenses, que no era el caso en 2021; 154 mil 919 de Colombia, 157 mil 855 de Venezuela, 59 mil 937 de Haití y 53 mil 175 de Ecuador.
Por su parte, López Obrador condenó la visión del gobernador de Texas, Greg Abbott, cuyos planteamientos calificó de pura propaganda con fines electorales. La radicalización de sus posicionamientos y su obsesión por concluir el muro en la frontera contrasta con hechos concretos: desde diciembre de 2018 México clausuró 10 túneles utilizados para el tráfico ilegal, señaló.
México y EEUU también intercambiaron puntos de vista y condenaron el asalto golpista en Brasil, aunque dejaron fuera de los pronunciamientos oficiales las crisis política en Perú. El cierre de la cumbre bilateral ocurrió por la noche, cuando el primer ministro canadiense Justin Trudeau llegó con su esposa al Palacio Nacional para que los tres mandatarios cenaran en privado en la sede del gobierno mexicano.
* Antropólogo y economista mexicano, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)