Bajas en la carrera presidencial peruana: también el gobierno retiró su candidato
El gobierno se quedó sin candidato presidencial. El oficialismo sacó de la carrera electoral a su candidato, el general en retiro Daniel Urresti, ex ministro del Interior, por su bajo respaldo. La decisión se dio a un mes de las elecciones, cuando el proceso electoral peruano ha entrado en una etapa de peligrosa turbulencia. Dos candidatos eliminados de la contienda por el tribunal electoral, entre ellos quien estaba en segundo lugar, marchas y contramarchas en esas decisiones de las autoridades y acusaciones de violar la ley electoral, han creado un escenario en el que algunos han comenzado a cuestionar la legitimidad de las elecciones.
El retiro de la candidatura oficialista refleja la grave crisis de respaldo de un gobierno aislado, y las limitaciones de un candidato cuya principal característica es un verbo fácil para el insulto y que estaba en campaña al mismo tiempo que enfrenta un proceso judicial por el asesinato de un periodista. Con su retiro, el partido de gobierno busca mantener su inscripción legal, la que hubiera perdido si no llegaba al 5 por ciento en las elecciones, algo muy probable con un candidato que apenas bordeaba el 2 por ciento. El retiro de su candidato ha desatado un terremoto al interior del debilitado partido de gobierno. Las bases han rechazado esa decisión, tomada por una pequeña cúpula partidaria encabezada por el presidente Ollanta Humala, y la han calificado como “una traición”.
En paralelo a los problemas del oficialismo, la controvertida decisión de la Justicia electoral de excluir a dos candidatos ha gatillado duras críticas a las autoridades electorales. Uno de los candidatos excluidos del proceso electoral es Julio Guzmán, joven economista de 45 años que había saltado de la tecnocracia a la política y que como nuevo rostro de la derecha neoliberal se había convertido, a pesar de las contradicciones en sus propuestas, en la sorpresa de las elecciones, pasando en menos de dos meses de ser un desconocido a colocarse en segundo lugar con 16 por ciento.
La Justicia electoral descalificó a Guzmán, de Todos por el Perú, aduciendo que su partido no había cumplido con los procedimientos en sus elecciones internas. Guzmán ha reconocido problemas en las internas, pero ha dicho que son “temas administrativos” y que por encima de eso está su derecho a postular. El otro candidato retirado por el JNE es César Acuña, un millonario que expresa un populismo de derecha. Fue vetado por repartir dinero en sus movilizaciones de campaña, algo prohibido por la ley que considera esto como una compra de votos. En un momento en segundo lugar, Acuña venía en caída libre luego de revelarse que plagió sus tesis de maestría y de doctorado y un libro.
Keiko Fujimori, la hija del ex dictador, que encabeza las encuestas con 32 por ciento, ha incurrido en una falta similar a la que sacó de carrera a César Acuña, pero ella sigue en competencia. En videos y fotografías se le ve entregando sobres con dinero durante una de sus actividades de campaña. Sin embargo, un órgano técnico de la Justicia electoral ha fallado a su favor.
En la noche del viernes, miles de manifestantes se movilizaron por las calles del centro de Lima contra Keiko y exigieron que el JNE le aplique la ley de la misma forma como lo ha hecho con otros candidatos y la retire de las elecciones. Bajo el lema “Fujimorismo nunca más. No a Keiko”, los miles de manifestantes recordaron los robos y violaciones a los derechos humanos durante el gobierno de Alberto Fujimori, padre y mentor político de Keiko.
A un mes de las elecciones las fichas se reacomodan. La salida obligada de Julio Guzmán ha resucitado la candidatura del veterano ex ministro de Economía de 77 años y hombre muy ligado a los grandes grupos de poder económico, Pedro Pablo Kuzcynski, quien ha subido de 9 a 14 por ciento y pasa a ocupar el segundo lugar dejado por Guzmán. Ambos comparten la misma propuesta neoliberal.
En el tercer lugar empatan con 9 por ciento Verónika Mendoza, del izquierdista Frente Amplio, que con 35 años es la candidata más joven, y el socialdemócrata Alfredo Barnechea, de la centrista Acción Popular. Ambos vienen con una importante tendencia al alza y buenas posibilidades, según los analistas, de pelear el pase a la segunda vuelta.
Aunque las elecciones peruanos son impredecibles hasta el final, todo parece apuntar a que Kuzcynski, Mendoza y Barnechea pelarán el pase al ballottage para disputar la presidencia con Keiko Fujimori. Detrás de ellos, relegado, aparece el ex presidente Alan García, prácticamente estancado en 6 por ciento y sin mayores posibilidades.