Aumenta la migración intrarregional en América Latina

LUCILA CASTILHO| Estados Unidos y Europa se carcaterizaron por ser las regiones más elegidas por los latinoamericanos que buscaban trabajo y mejores condiciones para vivir. Pero en los últimos años este cuadro cambió: las migraciones intra-regionales en América Latina aumentan y propenden a superar la inmigración hacia Estados Unidos y Europa.
APAS
Entre los principales motivos de este aumento está el hecho que varios países latinoamericanos tuvieron en la última década una mejora en sus condiciones económicas; lo cual se suma a la tradicional facilidad para establecerse en ellos. La merma entre quienes optan por ir a Estados Unidos y Europa se explica por las crisis económicas y del sector inmobiliario, además de una fuerte burocracia para conseguir la documentación necesaria para obtener la residencia.

“Es una tendencia que ocurre por un conjunto de factores, que incluyen mayores oportunidades en América del Sur en un momento más difícil para conseguir trabajo y la chance de inmigrar para Europa e Estados Unidos”, dijo el director de la Organización Mundial para Migración (OMI), el uruguayo Juan Artola.

Argentina, Brasil, Chile y Uruguay son los países más buscados y donde concurre mayor flujo de inmigración. Según datos de la OMI, en la última década 700.000 sudamericanos salieran de sus países para ir a un vecino. De ese total, 500.000 llegaron a Argentina.

Según datos de la Dirección Nacional de Migraciones de ese país, en 2011, aproximadamente 250.000 personas de los Estados del Mercosur se radicaron en Argentina, a lo cual se suman cerca de 22.000 que provienen de otros países extra-Mercosur.

Del total de la población argentina; 4,5 por ciento son extranjeros. El mayor porcentaje correponde a oriundos de Perú, Bolivia y Paraguay. Estas personas tienen entre 20 y 35 años y salieron de sus países atrás de mejores condiciones de vida y de trabajo, casi siempre como peluqueros y asistentes en supermercados o son estudiantes de universidades públicas.

No siempre quien sale de su país enfrenta una situación fácil cuando llega. El boliviano Alejandro Martínez, de 32 años, vive en la ciudad de Mendoza, Argentina, hace 4 años y afirma que tuvo dificultades para adaptarse al país: “Cuando llegué a Mendoza las cosas eran más complicadas, había un prejuicio ya que soy de otro país, de Bolivia. Luego conseguí un empleo y una casa, pero me costó conseguir tener el permiso permanente para vivir en Argentina”.

El profesor de Realidad Socioeconómica y Política Regional de la Universidad Estadual Paulista, de Brasil, Maximiliano Vicente, explicó a APAS que las migraciones intra-regionales pueden debilitar las estructuras de un país: “Si el país no está preparado para este tipo de movimientos, la infraestructura de los países receptores pueden colapsar principalmente en cuestión de vivienda y salud. Al mismo tiempo que los inmigrantes llegan, la riqueza de los países aumenta por haber más personas trabajando, pero el mayor problema es que no se crean políticas públicas para estos trabajadores”.

Para revertir esta situación y proponer mejores oportunidades para los inmigrantes fueron creados tratados entre los países de América Latina. El Mercado Común del Sur (Mercosur), creado en 1991 por el Tratado de Asunción, tiene como países miembro a Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Como naciones asociados participan Bolivia, Chile, Colombia, Perú y Ecuador.

En el sitio web del Mercosur se puede conocer los objetivos de la unión. Uno de los objetivos principales es que los países participantes deben tener “el compromiso de los Estados Partes de armonizar sus legislaciones en las áreas pertinentes, para lograr el fortalecimiento del proceso de integración”. Los factores fundamentales en la decisión de cambiarse de país son menos burocracia y más facilidades para establecerse en el país.

Según declaraciones de Artola, “esta inmigración intra-regional es un hecho inédito en los últimos 30 o 40 años, pero coincide con el crecimiento económico y el impulso del proceso de integración del Mercosur y de Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi)”.

La Aladi, conformada en 1980 por el Tratado de Montevideo, promueve el “pluralismo en materia política y económica; convergencia progresiva de acciones parciales hacia la formación de un mercado común latinoamericano; flexibilidad y multiplicidad en las formas de concertación de instrumentos comerciales”, entre los países integrantes -Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Paraguay, Perú, Uruguay, Venezuela y Cuba-.

Entre tanto, no siempre se comprueba la eficacia de estos acuerdos en la práctica. “Lo ideal es que el Mercosur y demás instituciones supra nacionales funcionen. Como estos acuerdos son realizados en función de los intereses del momento, no proliferan y mucho menos se concretizan, resultando la situación caótica en la que estamos, aumentando, inclusive, la existencia de discursos racistas o xenófobos”, afirmó Vicente.

la planificación clara de políticas de migración de cada país; la puesta en práctica efectiva de los acuerdos y la cuestión de los derechos humanos son fundamentales en en este debate, para que los derechos de cada ciudadano sean respetados, independientemente de su nacionalidad.