Ataques de EE.UU. a Irán solo retrasaron programa nuclear
Un informe preliminar de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA) de Estados Unidos concluyó que los ataques realizados el fin de semana pasado contra tres instalaciones nucleares iraníes no lograron destruir las plantas subterráneas ni las centrifugadoras clave para el enriquecimiento de uranio. Según el documento, el impacto de la operación fue limitado y solo retrasó el programa nuclear iraní por algunos meses.
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Las instalaciones afectadas, ubicadas en Fordo, Natanz e Isfahán, sufrieron daños en estructuras superficiales y en su infraestructura eléctrica, pero los componentes esenciales permanecen prácticamente intactos. Además, se detectó que Irán trasladó antes de los bombardeos gran parte de sus reservas de uranio enriquecido a sitios secretos, lo que complicó la efectividad de la ofensiva.
El presidente Donald Trump había calificado la operación como un “éxito espectacular” y aseguró que las instalaciones fueron “total y completamente destruidas”. Sin embargo, la evaluación de inteligencia contradice esas afirmaciones, indicando que las capacidades nucleares de Irán no fueron anuladas y que el país podría reiniciar su programa en cuestión de meses
Desde el Pentágono, el secretario de Defensa defendió la operación y calificó los ataques como “devastadores” y un “éxito abrumador”. No obstante, la filtración del informe generó controversia, y la portavoz de la Casa Blanca calificó la información filtrada como un intento de desacreditar la misión y al presidente.