Asumió Petro: hora de desafíos

(Xinhua/Jhon Paz)
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Marcos Salgado | 

Con un acto multitudinario en la Plaza de Bolívar en Bogotá Gustavo Petro, quedo posesionado como el primer presidente progresista, el primer presidente de izquierda en toda la historia de Colombia.

Es mucho, es histórico. La primera medida del presidente no fue casual, apenas fue investido pidió que la espada de Bolívar se exhibiera durante su discurso en la plaza, y hasta hubo que hacer un largo receso en el acto hasta que la espada por fin fue llevada hasta el escenario.

“Es la espada del pueblo y por eso la queríamos aquí, en este momento y en este lugar”, dijo Petro Se sabe que a último momento el presidente saliente, Iván Duque, impidió que la espada se exhibiera tal como quería el presidente entrante, quien pidió en su discurso que la espada “nunca más esté enterrada”.

Es un gesto simbólico, la aparición en la escena pública de la guerrilla del M-19, de la que Petro formó parte, estuvo ligada precisamente al robo de la espada de Bolívar, en 1974. “Bolívar, tu espada vuelve a la lucha”, se dijo en aquel momento. Y el acuerdo de paz de ese grupo tuvo como símbolo su entrega al Estado colombiano, en 1991.

Pero también es un hecho político, que muestra una nueva mirada desde Colombia hacia el continente, en especial hacia América del Sur. Cinco presidentes del subcontinente, y varios ex presidentes estuvieron presentes en la posesión de Petro, mostrando que hay mucha expectativa en el nuevo gobierno. Petro habló en su discurso de la necesidad de una verdadera unidad latinoamericana. Y Francia Márquez, su vicepresidenta, visitó varios países de la región en los últimos días, y hasta estuvo con Lula, candidato a volver a la presidencia en Brasil.

A Petro le colocó la banda presidencial la senadora María José Pizarro, hija de Carlos Pizarro, compañero del mandatario en la guerrilla y asesinado por el terrorismo de Estado en 1990, cuando era candidato a la Presidencia. “Nuestro Estado cometió crímenes”, recordó Petro, recordó que la comisión de la verdad en su reciente informe concluyó que más de 800 mil personas fueron asesinadas por las Fuerzas Armadas, los cuerpos paramilitares ligados de una y otra forma al estado y las guerrillas, durante décadas de conflicto armado. “No podemos seguir en el país de la muerte”, reclamó Petro, y reafirmó el ambicioso proyecto de la “Paz Total”.

El otro tema que genera gran expectativa es la reforma tributaria, de la que Petro volvió a hablar sin medias tintas. Dijo que pagar los impuestos de ley es una cuestión de solidaridad humana. Solidaridad -y humanidad- no son palabras que aparezca en el diccionario de los ricos. Colombia es uno de los países más desiguales de la región. Será esta la madre de todas las batallas.

Los miles y miles que llegaron a la Plaza de Bolívar en Bogotá y en todo el país tienen todo el derecho de festejar este día, se lo han ganado. Mañana, empezará la tarea titánica: la paz, la distribución de la riqueza, la igualdad, la Colombia Humana, ya no como slogan, sino como realidad de construcción política, por primera vez desde el Estado colombiano.

“Nosotros no podemos fallar”, le dijo el presidente Petro a sus ministros, que juraron el mismo domingo al final de la tarde.

* Periodista argentino del equipo fundacional de Telesur. Corresponsal de HispanTV en Venezuela, editor de Questiondigital.com. Analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE).