Argentina: presión del dólar complica al gobierno de Milei
Question
El dólar mayorista en Argentina cerró este jueves a $1.374, un nuevo récord histórico, subiendo $56,5 en la jornada y 14% en el mes. Esta escalada mensual multiplica por siete la inflación estimada para julio, que ronda el 2%.
A pesar de tasas en pesos que superan el 60%, la demanda de dólares no cede, mientras la oferta del agro sigue baja. El techo de la banda cambiaria —que este 31 de julio es de $1.449— está cada vez más cerca, generando expectativa sobre eventuales intervenciones oficiales.
Economistas advierten que la presión cambiaria puede trasladarse a precios y complicar el escenario macroeconómico. El salto en el dólar oficial consolida la tendencia de suba en todos los mercados financieros y refuerza la incertidumbre por los próximos meses.

El contexto preelectoral y el reciente fracaso oficial para renovar vencimientos en pesos aumentan la volatilidad. El Gobierno espera que la suba de tasas desincentive la dolarización, pero los inversores mantienen la cautela hasta ver señales más firmes.
Explicaciones sobre la suba del dólar
El economista Ricardo Arriazu, muy cercano a Milei, había anticipado: “El Banco Central no dejará que el tipo de cambio suba mucho más allá de 1.300 pesos usando todos los instrumentos que tenga”. Sin embargo, ese límite fue rápidamente superado tras el anuncio presidencial sobre la baja de retenciones, acelerando la escalada en los días siguientes.
Inmediatamente, surgió una explicación entre inversores: la demora oficial en publicar la rebaja impositiva llevó a los productores a retener ventas, golpeando la oferta y acelerando el alza. No obstante, la publicación de la medida no logró calmar la cotización, lo que derribó esa hipótesis.

Especialistas remarcan que el encarecimiento responde, en realidad, a causas más profundas y persistentes: la política de dólar bajo depende del ingreso sostenido de divisas, y ni exportaciones ni nuevos préstamos lo han garantizado. Además, ya cerrada la ventana de exportación agrícola, el Banco Central sigue sin acumular reservas y la demanda de dólares se mantiene elevada.
Todo ocurre a semanas de las elecciones en Buenos Aires, y luego de la legisladores nacionales, en octubre. con la sombre de una eventual devaluación que, de producirse, tendría consecuencias imprevisibles sobre los precios. Y sobre las expectativas para las elecciones de mitad de mandato.