Argentina: Polarizadas elecciones primarias, de cara a las parlamentarias de noviembre
Juan Guahán|
La elección de los representantes por medio del voto universal, secreto y obligatorio cada dos años constituye, en la actual democracia, el momento culminante de este sistema en la Argentina y junto a la exclusividad que tienen los partidos políticos para presentar dichos candidatos, constituye la esencia de este criticado sistema, sin que se haya podido construir una alternativa que mejore la participación de la población.
Es posible pensar que tales cambios vendrán de la mano de modificaciones socioeconómicas que alumbren transformaciones más profundas en el conjunto de la sociedad, pero la realidad no muestra que eso pueda ser posible por estas primarias abiertas, simultáneas y obligatorias, las PASO.
Según la ley electoral, los partidos habilitados son los que obtienen al menos el 1,5 por ciento de los votos. Son primarias porque, en lugar de definirse cargos, primero se determinan las candidaturas oficiales; yson abiertas porque todos los ciudadanos participan en la selección de candidatos, estén o no afiliados en algún partido político..
Son simultáneas porque todos los precandidatos por las distintas posiciones dirimen su postulación para la elección general en simultáneo la misma fecha y en el mismo acto eleccionario, y son obligatorias para todos los ciudadanos que tengan entre 18 y 70 años a la fecha de la elección nacional y para todos los partidos y alianzas que pretendan competir en las elecciones nacionales aún para aquellos que presentan una única lista de precandidatos.
Disquisiciones previas
Históricamente, para ser candidato se debía acreditar trayectoria, compromiso y militancia pública reconocida en algún sector social. Ahora sólo basta con hacer campaña, durante un corto tiempo, con un buen equipo de propaganda, buen financiamiento y contar con la bendición de sectores de negocios públicos o privados. Hoy se han convertido en imágenes o abstracciones, sin historias o trayectorias. Sólo un nombre o una foto, reproducida hasta el hartazgo por medios de comunicación.
Generalmente no se le conocen proyectos, posiciones políticas, principios ni pertenencias. La militancia de años y el objetivo de mejorar las condiciones de vida de la gente, han sido sustituidos por el cotillón y el marketing, lo que permitió las candidaturas de figuras del espectáculo, del deporte o del periodismo, cuya máxima virtud es la exposición reiterada en los medios masivos de comunicación.
La mercadotecnia electoral, para posicionarlos electoralmente, los vende cual si fueran heladeras y muchos terminan haciendo honor al producto, ya que tienen pocas luces, son fríos y no calientan a nadie. Pese a existir excepciones y de las buenas, a muchos le comprenden las generales de la ley. El requisito constitucional y fundamental de la idoneidad para el cargo, queda para otro momento.
Lo que vendrá
Días atrás se cerró la primera parte de ese proceso, con la presentación de las listas para elecciones para las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) que se van a realizar el 12 de setiembre para definir los candidatos de los agrupamientos que participen, de las generales a realizarse el 14 de noviembre, , cuando se renuevan 127 de las 257 bancas en Diputados (el FdT 51 sobre 119 y JxC 60 de 115), y 24 de las 72 en Senadores (el FdT pone en juego 15 mientras que JxC 8).
Culminada esta primera etapa quedan varias conclusiones que merecen ser consideradas. Una, es que las dos fuerzas predominantes de los últimos años (Frente de Todos y Juntos por el Cambio), más allá de modificaciones de nombre en algunos distritos, siguen siendo los principales contendientes para las próximas elecciones.
El Frente de Todos como mayoritaria expresión de las distintas vertientes del peronismo y el kirchnerismo, además de variados aliados, pretende mantener su mayoría –con quórum propio- en el Senado y aspira alcanzar igual objetivo en Diputados. Sus candidatos, en términos generales, responden a la lógica de una Lista Única, impuesta por el peso gravitante de Cristina Fernández de Kirchner.
Juntos por el Cambio, la alianza entre el neoliberal PRO y los radicales se mantiene, pero ahora sin la hegemonía clara que tuvo Mauricio Macri en la última elección.
La mayor preocupación del oficialismo y la oposición estuvo centrada en la Provincia y Ciudad de Buenos Aires, que representan un poco memos de la mitad del electorado.
El armado oficialista se hizo con la lógica de respetar los tres espacios predominantes: Cristina (sintetizando a sus propios intereses, más los de Axel Kicillof, su hijo Máximo y la agrupación La Cámpora); Alberto Fernández y su reducido grupo de amigos y Sergio Massa y los propios. A ello cabe agregar una mayor presencia de algunos intendentes bonaerenses que tendrían mayor peso con la presencia de “Juanchi” Zabaleta en el Ministerio de Desarrollo.
En la oposición la situación parecía más controlada –después del paso al costado de Macri y Patricia Bullrich- por parte del candidato “in pectore” para 2023, Horacio Rodríguez Larreta, jefe del gobierno de la capital. Pero la aparición del médico de las neurociencias, Facundo Manes, de origen radical, reavivó los ánimos de esa corriente y presagia un futuro cuyo destino final es difícil de predecir, pero que puede cuestionar la prematura candidatura presidencial del Jefe de Gobierno porteño.
En Córdoba, el peronismo (del “Gringo” Schiaretti) y el kirchnerismo tomaron caminos distintos y pueden abrir otras perspectivas para Córdoba.
Sin embargo fue Santa Fe donde la lista Única terminó en el tacho de la basura. Agustín Rossi, Ministro de Defensa fue eyectado de su cargo por desobedecer a Alberto y Cristina, ellos atendieron sus respectivos juegos y al del gobernador, pero nadie escuchó a Rossi y éste irá a bravas internas, anunciando críticas y demandas de licencia del gobernador, que hacen temblar a esa política provincial y pueden poner en dudas, si continúa este desmadre, el triunfo oficialista en la próxima contienda.
Mendoza parece estar anotada para una victoria de la oposición nacional.
Quedan pocas dudas que los porteños seguirán votando a la actual oposición y la provincia de Buenos Aires seguirá siendo oficialista.
*Analista político y dirigente social argentino, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)