Argentina: particularidades de un paro nacional

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Juan Guahán-Question Latinoamérica

Fue el cuarto Paro Nacional que los sindicalistas le hicieron al kichnerismo. Todavía están lejos de los 13 que tuvo que soportar Raúl Alfonsín. De todas maneras indica un serio quiebre en las relaciones entre el gobierno y los sindicatos, concebidos como la “columna vertebral del peronismo”.

Muy posiblemente haya sido el más contundente de todos. Para la Presidenta “si había transporte todos hubieran ido a trabajar”. Si bien sus organizadores se negaron a proporcionar cifras, para algunos de ellos la adhesión fue del 94%.

Esta vez la convocatoria fue distinta a los anteriores. Su convocante original no fue ninguna de las centrales sindicales. Esta vez fueron las estructuras del transporte, encabezadas por la UTA. En Paro Nacional anterior, la UTA “arregló con el gobierno” a último momento dejando “colgados del pincel” a sus socios en la convocatoria y debilitando a la misma. Ahora, a partir del llamado de la UTA y otros gremios del transporte se fueron sumando las centrales sindicales, comenzando por las CGT de Hugo Moyano y la de Hugo Barrionuevo. Luego se agregó la CTA de Pablo Micheli.

Otra novedad fue que la CGT oficialista del metalúrgico Antonio Caló dejó “libertad de acción” a sus seccionales y afiliados. El motivo principal del paro fue el Impuesto a las Ganancias que pagan los sueldos por encima de los 15 mil pesos, el reclamo por los “sueldos de hambre” de la mayor parte de los trabajadores y la situación de los jubilados. Desde el gobierno acusaron a los sindicalistas por la “falta de solidaridad” de quienes pararon siendo los que más ganan.ar paro1

A su vez estimaron que solo el 8% de los trabajadores estaba afectado por el actual régimen de Ganancias. Entre las respuestas de los sindicalistas se destaca la que señala que el mencionado impuesto alcanza a más del 20%. Una de las razones de esa diferencia está en el hecho que el oficialismo computa el porcentaje sobre el total de trabajadores y los sindicalistas solo sobre aquellos que están en blanco. Hacia el futuro no es seguro que la perspectiva de una convocatoria a un paro de 36 horas con movilización a la Plaza de Mayo alcance a concretarse. La clave está en la UTA, su reticente actitud puede ser un bálsamo para el gobierno y lo ayude a calmar estas aguas, en medio de la campaña electoral.

Elecciones municipales en Córdoba y Neuquén

También el pasado domingo hubo elecciones en Argenti. Funae el turno de las municipales de Villa Dolores y La Falda, en Córdoba; Chos Malal, en Neuquén. En Córdoba, el oficialismo festejó por lo acontecido en Villa Dolores y la oposición por La Falda. En Neuquén triunfo el Movimiento Popular Neuquino, en todos los casos triunfó el oficialismo local.arg.Scioli

En Villa Dolores, con una población cercana a las 50 mil personas, ganó FORJA (alianza encabezada por el kirchnerismo) con el 39% de los votos. Le siguió Unión Por Córdoba (el PJ “delasotista”) con el 33% y en tercer lugar la “triple alianza” del radicalismo, con el PRO y Luis Juez, que recogió el 23%. El kirchnerismo “nacionalizó” esta elección. A esos fines concurrieron a los festejos de esta ciudad, ubicada traslasierra cordobesa, Daniel Scioli, Sergio Uribarri, Aníbal Fernández, Eduardo “Wado” de Pedro, entre otras figuras relevantes.

En La Falda, la turística ciudad ubicada en el Valle de Punilla, poblada por algo menos de 40 mil personas, el triunfo fue de la “triple alianza” encabezada por un candidato radical. Reunieron el 49% de los votos, el “delasotismo” fue –nuevamente- segundo con el 34%, los seguían –de lejos- el kichnerista Frente para la Victoria (FpV) con el 8% y la izquierda del Partido Obrero (PO) con el 7%. Aquí estuvo festejando el radical Ernesto Sanz.

En Chos Malal (Neuquén) con una población que apenas supera las 15 mil personas el triunfo quedó en manos del gobernante Movimiento Popular Neuquino (MPN), que alcanzó un rotundo triunfo con el 66% de los votos. Muy lejos quedó el Encuentro Chos Malal, una alianza encabezada por el kirchnerismo, que logró el 18%; le siguieron el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT) con el 6% y más atrás quedaron con el 5% cada uno, los radicales y una alianza encabezada por el PRO. Esta vez el “festejo” tuvo como principal figura al gobernador Jorge Sapag.

 Glofosato y fracking, y los cuellos de botella

El carácter agro exportador de nuestro modelo económico, desde que fuera consolidado en el siglo XIX por la “Generación del 80”, tuvo en el sector externo su punto crucial. Por eso, nuestros mejores momentos económicos se producen cuando el mundo demanda los alimentos de nuestras producciones primarias. Se pueden citar -entre otros- a los períodos de expansión del industrialismo inglés que requería nuestras carnes para alimentar a sus obreros, a las hambrunas planteadas en los países que protagonizaron las dos grandes Guerras Mundiales y la mejora alimenticia que supone la formidable emergencia de los países asiáticos, en los últimos años.

También es cierto que no supimos aprovechar, salvo el peronismo de los primeros años, esos períodos de auge para fortalecer las inversiones que fortalezcan nuestra industrialización y la ampliación del mercado interno.industria

Ello se volvió a repetir en los años recientes. Las crecientes demandas de alimentos por parte de los países asiáticos, en medio de una crisis económica mundial, le dio aire y fuerza a la economía argentina. Cuando el crecimiento de esos países, fundamentalmente China, comenzó a frenarse y la economía mundial dio algunas muestras de recuperación, nuestros problemas tradicionales se están restableciendo. Bajan los precios de las materias primas y empezamos con nuestro tradicional problema en el sector externo. Faltan las divisas necesarias para el desenvolvimiento de la economía del país.

Eso pasa porque el “modelo” sigue siendo bastante parecido al de siempre. No se hicieron las inversiones necesarias, ni hubo la industrialización suficiente. Como “la necesidad tiene cara de hereje” se llevan adelante políticas y acuerdos que no son los mejores. El acuerdo con los chinos trae a la memoria el famoso el acuerdo “Roca-Runciman” (1933) por el cual los ingleses compraban nuestra carne y nosotros todo los que nos mandaban.

Pero también ocurren otras cosas que no se pueden pasar por alto y que se vinculan con glifosato y fracking.

El glifosato forma parte de un “paquete tecnológico” producido por la empresa química norteamericana Monsanto. Es fundamental para la producción de la soja, ese “yuyito” mágico que nos aportó los recursos necesarios para el desahogo económico de estos años. Claro está que dicha necesidad hizo que nos olvidáramos sobre algunos de sus efectos: Una tendencia al monocultivo que demanda escasa mano de obra, expulsa campesinos y deteriora la tierra; la devastación de montes hace que las lluvias que ya no sean absorbidas por el terreno y se desplacen por los campos como si fueran autopistas, produciendo inundaciones evitables. Algo peor aún: sus efectos sobre la salud. Esta semana, de un modo bastante tardío, una agencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo saber que “el glifosato es potencialmente cancerígeno”. En nuestro país 13 millones de personas y más del 50% de los campos cultivados son sometidos al rociamiento con este producto. Son innumerables los casos reportados, desde diversos hospitales e investigaciones, sobre sus nefastos efectos sobre la salud.

La crisis energética argentina es evidente. Ella no solo tiene que ver con el mayor consumo de estos años, sino también con las falta de inversiones. Si concentramos la atención en los hidrocarburos veremos cómo eso tiene que ver con YPF. Luego de las políticas entreguistas y privatistas de los 90 y los desaciertos que las continuaron, en el 2012 se estatizó el 51% de YPF. Pero sigue siendo una Sociedad Anónima que solo aporta el 35% del total de nuestros hidrocarburos. Allí también las gigantescas ganancias de los particulares y la falta de inversiones produjo que tengamos que importar petróleo. Ello provoca un agujero negro en la ya débil existencia de dólares. Para salir de esa situación nuestro país se aferró al “hierro caliente” de Vaca Muerta. arg vaca muerta5

Allí se podría explorar y explotar petróleo mediante el controvertido método del “fracking” (explosiones horizontales a grandes profundidades). A esos fines hay variadas y cuestionadas concesiones para allegar algunos dólares y mejorar la provisión de petróleo y gas. No obstante los riesgos actuales y futuros que estamos corriendo, hasta ahora, los resultados son magros. Una idea de estos peligros la acaba de dar Andrew Cuomo, el promocionado gobernador de Nueva York. En efecto, anunció que ese Estado no autorizará explotaciones vía fracking, sumándose a los 221 condados y ciudades de ese país que lo han prohibido, “por las amenazas que suponen para el aire, el agua y la salud públi