Argentina: Lluvia de encuestas
JUAN GUAHÁN| A medida que las fechas electorales se van aproximando aparecen diferentes encuestas. Algunas de ellas trascienden a la prensa, otras no. No obstante que la mayoría de ellas, por no decir todas, tienen vinculación con candidatos, partidos o intereses políticos, es posible armarse de un panorama acerca de algunas tendencias claves.
Question Latinoamérica
El oficialismo tiene como una de sus centrales preocupaciones, a nivel nacional, el alto porcentaje de la imagen negativa del gobierno. La misma oscila entre el 50 y 60%, transcurriendo un tiempo de amesetamiento, iniciado hace un par de meses.
Según el lugar del país, el modo de preguntar y las características de los encuestadores esa tendencia tiende a subir o bajar, pero siempre dentro de números muy parecidos. Ahora bien, si este dato preocupa al oficialismo no es menos doloroso para la oposición.
En este caso la imagen negativa, del conjunto de la oposición, es largamente superior al 60%. Ambas cifras encuentran su explicación en otro dato que, en términos generales aparece en varias encuestas de diferentes puntos del país. Según el mismo, el estado de bronca o decepción supera al de esperanza. Es una clara advertencia para oficialismo y oposición. Uno tiene problemas, pero el otro no ofrece alternativas.
En cuanto a la imagen (lo que no quiere decir votos) de la dirigencia política los datos tampoco guardan grandes diferencias. En la mayor parte de las encuestas, al frente de la imagen positiva sigue estando Daniel Scioli, quien parece blindado –por ahora- para el mundo de estas mediciones, aunque se nota su creciente debilidad política.
Le sigue Sergio Massa. Ambos tienen la grave dificultad que siguen formando parte del proyecto oficialista, por lo cual si continúan dentro del mismo tienen que aceptar las reglas de juego que imponga la Presidenta y si hacen “rancho aparte” seguramente su capital político sufrirá variadas menguas.
Esto es más grave aún para Scioli que para gobernar necesita del auxilio
imprescindible de los recursos nacionales. Les siguen, en imagen positiva, Cristina, Hermes Binner, Mauricio Macri, Ricardo Alfonsín, José Manuel de la Sota y Francisco de Narváez. Todos estos últimos mencionados tienen una imagen negativa que supera el porcentaje de la positiva.
Otro dato importante que se pueden recoger es que sigue rondando el 60% el porcentaje de los que no acuerdan con una reforma constitucional, aunque la tendencia la tendencia siga siendo el retroceso de aquellos que no la ven con buenos ojos. Respecto a la decisión del congelamiento de precios una inmensa mayoría, dos tercios de la población, acuerda con la misma, aunque la mayoría de ellos manifiestan que los precios siguen subiendo.
Por último la síntesis electoral de estas encuestas coincide en que los candidatos identificados con el kirchnerismo alcanzarían, hoy, entre el 35 y 40% de los votos en escala nacional, cifra superior a la alcanzada en las últimas elecciones legislativas de 2009, cuyos diputados nacionales se renovarán en el mes de octubre. Cabe recordar que ningún candidato de la oposición está cerca de esa cifra de votantes.
El gobierno, con esas cifras, mejoraría su caudal de diputados pero estaría lejos de los dos tercios necesarios para reformar la Constitución.
En ese caso necesitarán de alianzas y otras yerbas. En los últimos tiempos el oficialismo se ha dedicado a ensalzar la figura de Ricardo Alfonsín y la presencia de éste en la delegación a la asunción papal no parece un gesto solitario, ni extemporáneo. Con esa perspectiva y subiéndose a la ola papal, de paz, amor y diálogo, el gobierno espera mejorar, aún más, su fuerza electoral y aproximarse a los números y situación que haga posible la soñada re-re.