Argentina: La represión fascista, el temor al estallido social

Rubén Armendáriz

La represión a la marcha de los jubilados con apoyo de hinchas de fútbol de distintos clubes que se realizó el pasado miércoles fue definida como “la más brutal y violenta que ocurriera desde los hechos represivos del año 2001.  En Argentina se siente otra vez, como en 2001, el temor al estallido social, ante el manifiesto terrorismo de Estado.

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La reconstrucción de peritos que prueba quién tiró el proyectil que hirió a Grillo: «le tiraron a matar»

Cada miércoles, centenares de jubilados se manifiestan a las puertas del Congreso argentino para implorar al gobierno neofascista de Javier Milei que frene la motosierra con la cual aniquiló el poder adquisitivo de sus pensiones. Después de que el 5 de marzo un fanático del club de fútbol Chacarita Juniors, de 75 años, fuera rociado con gases y golpeado por policías que le rompieron una muñeca, los hinchas de los diferentes clubes decidieron acompañar y proteger a las personas de la tercera edad.

El gobierno ultraderechista justificó su accionar represivo diciendo que había un golpe de Estado de ciernes y presentó una denuncia penal por sedición y atentado al orden constitucional y la vida democrática para intentar que todo lo sucedido se investigue en los tribunales donde tiene mayor injerencia.

La diputada Lilia Lemoine, cercana a Milei, generó indignación al justificar la represión. “Si pasa una cosa como lo sucedido el pasado día 12, que es un espanto, hay que entender que no podés hacer una tortilla sin romper algunos huevos”, declaró. Cuando se le preguntó si esto incluía la posibilidad de muertes en futuras manifestaciones, Lemoine respondió sin titubeos: Puede pasar.

Un intento por sacarle la causa a la jueza Karina Andrade, que en una resolución contundente expuso la orfandad probatoria con la que actuaron las fuerzas policiales. Andrade afirmó que las detenciones «no cumplieron con los requisitos mínimos» y «en ninguno de los casos hubo una explicación del contexto, hecho y lugar». Agregó que priorizó «el derecho a expresarse y manifestarse”.

La magistrada evitó referirse a los cuestionamientos que recibió por parte del gobierno nacional, particularmente de los ministros Mariano Cúneo Libarona (Justicia) y Patricia Bullrich (Seguridad), que desataron durísimas críticas contra ella. Particularmente Cúneo Libarona, quien hasta amenazó con llevarla hasta el Consejo de la Magistratura para promover su remoción en el cargo.

La Organización de Naciones Unidas por los Derechos Humanos instó a las autoridades argentinas investigar los hechos ocurridos el pasado miércoles, cuando las fuerzas federales reprimieron violentamente a los manifestantes de la marcha en apoyo a los jubilados y señaló su preocupación por el estado de salud del fotógrafo Pablo Grillo. Bullrich argumentó que el fotógrafo resultó herido por una bala de gas que rebotó, pero las imágenes muestran al policía que disparó con la escopeta prohibida.

La Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) también expresó su consternación por lo que pasó con Grillo y urgió al Estado a garantizar el derecho a la protesta y el ejercicio de la prensa.

Mientras, el ministerio de Seguridad Nacional presentó una denuncia penal contra los organizadores de la marcha, acusándolos de sedición, atentado al orden constitucional y la vida democrática, y asociación ilícita agravada. Bullrich afirmó: denunciamos a los violentos y a quienes los protegen, financiados y movilizados desde municipios para desestabilizar el orden constitucional y atacar a nuestras fuerzas de seguridad.

Agregó que Argentina no será más rehén de los mismos de siempre. “A los piqueteros, barras bravas, militantes kirchneristas y de izquierda, y agitadores que promueven el caos, se les acabó la impunidad. El que las hace, las paga”, dijo.

 Para algunos analistas Milei, tras el escándalo de la criptoestafa, enfrenta horas decisivas, acorralado en una burbuja a punto de explotar rodeado de problemas graves que supo acumular durante su poco más de un año de desgobierno. Milei tuvo suspender sus tan codiciados viajes. Tenía pautado ir a Chile por un tema privado y no fue. Iba a recibir un premio en España y tampoco irá.

Con olor a estallido

La crisis actual es por demás evidente y el traslado de la situación al límite llegó a las calles. Y Milei y su séquito de libertarios tiene un problema más: la gente ya no tiene miedo. Milei quedó a merced de suministra de Seguridad, Patricia Bullrich, a quien salió a respaldar, apoyar y sostener. Pero también a rodear, porque quiere disputarle la próxima candidatura ultraderechista a la presidencia.

Marcha de los jubilados: cómo sigue la causa tras todas las liberacionesEl saldo de la represión más brutal desde 2001 es de 672 heridos (entre ellos Pablo Grillo, el joven fotógrafo con impacto de una granada de gas en la cabeza que lucha por su vida; Beatriz Blanco, jubilada de 81 años que tuvo que ser atendida de urgencia por un golpe de un agente policial; y una niña de 14 años con quemaduras por los gases lacrimógenos).

Además se registraron 114 detenidos (aprehensiones arbitrarias y repletas de ilegalidades), como parte de la participación de más de 1.000 agentes desplegados, que arrojaron centenas de granadas de gas lacrimógeno y spray de gas pimienta. El  viernes se multiplicaron las denuncias penales contra la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, por el feroz operativo.

A esto se suma que las cámaras de televisión registraron cómo un policía dejó caer un arma de fuego durante la manifestación para que quede en medio de la plaza y Milei pueda hablar de intento de golpe de estado. Manifestantes grabaron cómo se dejó un móvil de la Policía de la Ciudad en medio de la calle con las puertas abiertas como invitación para ser vandalizado, cual carnada.

El viernes se multiplicaron las denuncias contra el gobierno por el violento operativo del 12 de marzo. Se denunció que se dispararon miles de balas de gomas, que se lanzaron centenares de gases lacrimógenos y que había agentes con armas letales. Los heridos de gravedad, la saña con los reporteros gráficos que registraban las detencionesTuitero K on X: "No entiendo la necesidad de la foto de Pato Bullrich con  ropa de fajina ¿alguien me lo explica? https://t.co/W0wSSsvbwd" / X irregulares y los tres niños presos.

Milei agradeció a Bullrich, describió a los manifestantes como hijos de puta, y calificó la represión como una defensa de la República, que equiparó con la defensa de la oligarquía frente a los degenerados que propugnan la justicia social. El mandatario que presume su alineamiento incondicional con el genocida Benjamin Netanyahu como una virtud ratificó su política represiva con la finalidad es acabar con cualquier disidencia e imponer el miedo como disuasión a las expresiones de malestar.

El próximo miércoles se repetirá el desafío: se espera que haya más personas en la marcha de los jubilados, pero ya no con camisetas de sus equipos de fútbol, sino que ahora con camisetas argentinas. Como había dicho el inolvidable Diego Maradona: «Hay que ser muy cagón para no defender a los jubilados»

En Argentina no sorprende la conducta fascista de Milei y Bullrich. Tampoco que los grandes medios de comunicación corporativos hayan mentido y repetido la narrativa del gobierno, temiendo que no sean favorecidos por los negocios, que obviamente, para ellos, están por encima de la verdad y la ética,

Foto de portada: Estallido social de 2001

*Periodista y politólogo argentino, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)