Argentina: Hubo que optar… y perdío Scioli/ganó Macri
Juan Guahán- Question latinoamérica
Es difícil hacer el recuento de la semana política más intensa de los últimos años. El domingo, por primera vez en la historia del país, se eligió Presidente por el camino del balotaje. Los argentinos –más que elegir- optamos. El recuento provisorio le dio el triunfo a Macri, por una estrecha diferencia. Analicemos el fin de un ciclo, el peronismo-kirchnerista, e inicio de otro, el macrismo, los indicios de la dirección de ese cambio y sus efectos.
La semana que ha concluido ha sido, muy posiblemente, la semana más intensa de la política argentina de los últimos años. Hubo de todo.
Un ajustado resultado electoral acompañado de dudas y rumores imposibles de probar; el gabinete de Mauricio Macri, poblado de “técnicos” al gusto de empresas claves y bancos importantes; definiciones de política internacional que suponen un giro de 180 grados; la Justicia que juega con fuerza; la Presidenta ensaya su rol al frente de una oposición durísima, que incluye leyes de fuerte impacto político-ideológico y económico; el “fin de ciclo” kirchnerista, la llegada del macrismo y el marco internacional.
Resultado electoral con dudas y rumores
Algunos rumores –jamás probados- refieren a viejos acuerdos que se habrían actualizado en los últimos días. Según los mismos la actual Presidenta “ayudaría” a la victoria de Macri y éste se comprometería a no promover ciertas investigaciones. Otros hablan que Macri habría renunciado a pelear para que se ratifique un triunfo que habría sido más holgado en aras de “no ensuciar” la cancha. Tampoco faltan las habladurías acerca de la necesidad de una investigación dado que el triunfo macrista podría ser cuestionado por la realidad de los números. En fin…los murmullos, más allá de la verdad que alguno de ellos podría tener, ya forman parte del folklore político.
Respetuosos de los datos publicados vamos analizar su significado. Da la impresión que el título de estas reflexiones nos da la clave de lo ocurrido. Hubo más opción que elección y lo ocurrido se parece más a una derrota del candidato del peronismo kirchnerista que una victoria del Macri.
Por las propias reglas del balotaje teníamos que optar entre los dos candidatos más votados en la primera vuelta, realizada el 25 de octubre. De este modo uno de cada tres ciudadanos (los que habían votado por Sergio Massa, Margarita Stolbizer, Nicolás del Caño y Adolfo Rodríguez Sáa) quedaron ante la necesidad de repensar el voto en función de esta opción a la que fueron sometidos.
Visto todo el proceso electoral se puede concluir en la apreciación que hemos asistido a una autoderrota del kirchnerismo más que a un triunfo de la oposición.
Esta dura afirmación parte de dar por ciertos los datos oficiales del escrutinio provisional. Allí, cuando estaba escrutado el 99,17% del total y solo faltaban contabilizar 786 mesas habiendo en juego unos 200 mil votos, Macri le ganó a Daniel Scioli por apenas un poco más de 700 mil votos, es decir un 2,8% de diferencia. Esta información de la Dirección Nacional Electoral podría ser modificada en el recuento definitivo y los datos que se conocerán en las próximas horas.
La afirmación que los resultados tienen más sabor a derrota del oficialismo kirchnerista que a otra cosa no se funda en las políticas de fondo de estos años –ya largamente consideradas en otras entregas- sino en algunas cuestiones aparentemente menores. Ello surge al tener en cuenta la relación entre dichos resultados y cuestiones vinculadas a políticas sostenidas caprichosamente (son ejemplo las “cadenas nacionales”, las arbitrariedades y discriminaciones en el manejo de los recursos) y a un juego de candidaturas difícilmente explicables (lo más llamativo debe ser la candidatura de Aníbal Fernández a la gobernación de la provincia de Buenos Aires y el ninguneo a Scioli)
En términos generales el gabinete está poblado por “técnicos” provenientes de la experiencia gubernativa del PRO y varios con antecedentes como CEOS (directores ejecutivos) de empresas y bancos. Una discriminación fundada en la militancia política de los 25 cargos más importantes nos indica que hay 14 provenientes del riñón macrista; 4 del radicalismo, 1 que viene de la Coalición Cívica, 1 que sería continuación del cristinismo y otro proveniente del gobierno de Córdoba. Habría otros 4 funcionarios de variados orígenes, en el Ministerio de Justicia, la Cancillería, el Ministerio de Energía y Minería y la AFIP.
En ese grupo de 25 funcionarios, hasta ahora conocidos, hay solo 3 mujeres, aunque en lugares muy significativos: Cancillería, Seguridad y Desarrollo Social. La inmensa mayoría (20) estuvo cumpliendo funciones en Capital y Provincia de Buenos Aires, solo 5 –los 4 radicales- y un cordobés están vinculados a tareas en relación al interior.
Otro dato de interés es que fueron desmantelados dos ministerios claves, en estos últimos 12 años: Economía y Planificación y aparece un Ministerio para la Modernización.
No deja de llamar la atención la puesta en marcha de un Plan Belgrano, que encabezaría José Cano, el radical derrotado en las elecciones tucumanas. Se trata de un programa de desarrollo social, productivo y de infraestructura para las 10 provincias del Norte. Estaría en la línea de fortalecer la Región del Norte Grande Argentino (constituida en 1999), contemplado en el Art. 124 de la Constitución Nacional y que estratégicamente constituye uno de los vínculos fundamentales entre el área del Atlántico (Brasil y Paraguay) y su salida al Pacífico (Chile). Perspectiva que se encuadra en el proyecto conocido como IIRSA (Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana, conformado en el año 2000) e impulsado por Brasil y que estuviera en el origen del UNASUR (creado en 2004).
La llamada Justicia juega fuerte
La Justicia, a partir de los fallos de la Suprema Corte, se ha erigido en un jugador de primera categoría. Después de las elecciones del 25 de octubre emitió un fallo declarando la inconstitucionalidad de la Ley de Subrogancias, con lo cual debilitó las posiciones que el gobierno kirchnerista estaba ocupando en la justicia. Pero esta semana las cosas fueron muchos más fuertes. Hubo dos resoluciones de gran impacto futuro. Por una de ellos ordena prohibir el descuento del 15% de la masa coparticipable con destino al ANSES y reintegrar a las provincias de Santa Fe, San Luis y Córdoba la suma de 80 mil millones de pesos por ese concepto.
Ambas decisiones desfinanciarán notoriamente al presupuesto del ANSES, con sus implicancias sobre los futuros montos jubilatorios y otros servicios abonados por ese organismo, entre ellos la Asignación Universal por Hijos. Muchos creen que detrás de esa medida está la perspectiva que el ANSES se deshaga de sus acciones en las Empresas del Fondo de Garantía de Sustentabilidad del ANSES, lo que mejoraría las perspectivas crediticias de esas empresas pero debilitaría a la estructura pública.
La otra resolución notoria tiene que ver con la decisión que se deberá dictar (por la Justicia Laboral) sobre la existencia del Renatea (Registro Nacional de Trabajadores y Empleados Agrarios) que controla el trabajo rural. Esta decisión está fundada en una solicitud de Gerónimo “Momo” Venegas, Secretario General del gremio de trabajadores rurales, para que se declare la inconstitucionalidad de esa norma que deja en manos del Estado las tareas de control laboral y los recursos destinados a la misma, demandando que vuelvan al ámbito sindical.
La Presidenta quiere encabezar la oposición por venir
Los días que transcurren permiten observar a una Presidenta que, mientras prepara las valijas de una próxima e inexorable mudanza, despliega una frenética actividad en varias direcciones y actividades. El paquete de leyes, que todos los años aprueba de apuro el Parlamento al final de su período ordinario, tuvo esta vez -con el sabor de fin de ciclo- algunas particularidades. La oposición había pedido que no se aprueben leyes sin consenso parlamentario. Las directivas de la Presidenta fueron otras y con un quórum bastante difícil de reunir aprobaron 96 normas. Allí hay de todo.
Un núcleo de normas, habituales para estas fechas, de “declaraciones”, nuevos feriados y otras menudencias de todo tipo, sin mayor efecto posterior. Otra norma tienen que ver con la constitución de Yacimientos Carboníferos Fiscales Sociedad del Estado (YCFSE) para explotar el carbón de Río Turbio (Santa Cruz). Asimismo fue aprobada la “declaración de utilidad pública y sujeto a expropiación” del Hotel Bauen, una empresa recuperada por los trabajadores y también varias normas en beneficio de trabajadores que tenían pendientes su incorporación a la propiedad participativa de diversas empresas y variados beneficios a favor de los mismos pendientes -desde hace años- de una debida respuesta. Todos ellos fueron satisfechos en el ocaso de este largo ciclo de 12 años de kichnerismo.
La Presidenta prepara su artillería, todavía en la Residencia de Olivos y la Casa Rosada, para transformarse en la dura jefa de la oposición.
Los múltiples actos oficiales de la Presidenta, el ninguneo a Macri en su visita protocolar a Olivos y la incierta forma en que será el día del traspaso del mando adelantan jornadas tensas. No hay que descartar la ratificación de convocatorias de sectores hoy oficialistas, como los realizados por La Cámpora y Hebe Bonafini, llamando a la reivindicación de Cristina y al rechazo del novel presidente, para el mismo día del traspaso del gobierno.
Marco internacional de fin del gobierno kirchnerista
Termina el kichnerismo y asume Macri en medio de una fenomenal crisis mundial, la “Tercera Guerra Mundial a trozos” como la denomina el Papa Francisco. No vamos avanzar –ahora- en esa cuestión, sino a la evolución de la situación en nuestra región. Estamos transitando las pendientes de los avances populares vividos desde el inicio de este siglo. Venezuela, Bolivia, Ecuador, Brasil, Chile, Paraguay, Uruguay y Argentina, protagonizaron -en diferentes momentos y variadas circunstancias- esos avances.
La mayoría de ellos están en franco retroceso programático o de poder. Los acontecimientos argentinos no escapan a esa lógica. Ahora se abrirán múltiples debates sobre la profundidad y duración de este declive. Eso es particularmente importante para Argentina.
A menos que la crisis mundial derive en acontecimientos económicos, sociales o militares imprevisibles, no es imaginable que estos nuevos procesos –en pleno auge-culminen en el corto plazo. Por eso no debe llamar la atención el editorial del poderoso New York Times que sostuvo en su edición del día viernes: “La victoria de Macri puede iniciar una era de transformación en la región”.