Argentina: especulando sobre perspectivas y resultados electorales
Juan Guahán-Question Latinoamérica
En las diferentes elecciones realizadas, este año en 12 de los 24 distritos electorales, votó más del 41% del total del padrón. El domingo pasado se votó en 5 distritos que reúnen algo más del 20% del total. Esa suma de datos permite introducirnos en varias cuestiones respecto a las perspectivas electorales de este 2015.
El domingo pasado hubo diferentes tipos de elecciones en 5 distritos, allí podían votar más del 20% de los ciudadanos registrados en el padrón nacional. Sí a esa cifra le sumamos las elecciones realizadas en fecha anteriores tenemos que ya pudieron emitir su voto en 12 provincias, en distintas circunstancias, más del 41% de los ciudadanos registrados en el padrón nacional.
Un análisis de esos datos nos permite adentrarnos en algunas reflexiones sobre las próximas elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) a realizarse, en todo el país, el próximo 9 de agosto y otear sobre lo que sigue para el mes de octubre y una eventual segunda vuelta en noviembre.
Hasta ahora han emitido su voto, aproximadamente 9.780.000 ciudadanos. De ese total el Frente para la Victoria (FpV) recogió 2.660.000. Eso equivale al 26% del total de votos emitidos. La mayoría de los votos faltantes han ido a mano de la oposición, particularmente de sectores afines a Mauricio Macri.
Eso quiere decir que ¿Macri es quién tiene las mayores posibilidades de ser electo Presidente? Afirmarlo sería demasiado audaz, negarlo también. Un análisis sobre la situación de los distritos que todavía no han votado, con las perspectivas que todavía hay que atravesar las PASO y que recién después tendremos la primera vuelta a realizarse el 25 de octubre, dejan lugar a la incertidumbre. Más aún ya veremos que es probable que se abra una ventana para que la disputa presidencial se dirima en la segunda vuelta del 22 de noviembre.
De modo tal que no parece que ¡Daniel Scioli ya ganó!, como lo pretende instalar la propaganda del oficialismo. Tampoco es posible sostener que la oposición, particularmente Macri, tenga el triunfo a la vuelta de la esquina. Esta duda está fundada en varias razones.
. Las elecciones realizadas hasta la fecha no fueron presidenciales, por lo que hubo una mayor incidencia de los intereses, candidaturas y liderazgos locales.
. Entre los distritos donde hubo elecciones están Córdoba, Santa Fe y Capital Federal, que reúnen el 25% del total nacional y allí gobiernan fuerzas de la oposición que optaron por separar esas votaciones de las presidenciales. Por el contrario, en 11 de los 12 distritos, donde hasta ahora no se votó, hay gobiernos kirchneristas y está probada la tendencia que los triunfos pertenecen a los oficialismos locales, cualquiera sea su color.
. No está considerado, en estos antecedentes, el voto de la Provincia de Buenos Aires. Allí confluyen dos características claves: Representa más del 37% del padrón nacional y dado que el Frente Renovador y el PRO no pudieron acordar candidaturas comunes es muy factible el triunfo del FpV, con la expectativa que tienen de alcanzar o superar el 45% de los sufragios que se emitan. Con esos votos el kirchnerismo podrá alcanzar y superar las diferencias que le puedan sacar en los distritos que hemos considerado, si en las mismas se repite el resultado de las elecciones locales realizadas.
. De todos modos quedarían esos otros 10 distritos (Catamarca, Chubut, Entre Ríos, Formosa, Jujuy, Misiones, San Juan, Santa Cruz, Santiago del Estero y Tucumán), donde no hubo experiencias electorales este año y que aportan un 20% del padrón. De ese total, el kirchnerismo espera recolectar no menos del 50% de los votos.
Si se dieran esos resultados sería previsible un triunfo kirchnerista en la primera vuelta, aunque es difícil que llegue al 45% de los votos, constitucionalmente necesarios para que Scioli sea ungido Presidente, sin segunda vuelta. Las cifras que se corresponden con las especulaciones formuladas indican que el kirchnerismo rondaría el 40%. En ese caso, si superara ese 40%, debería sacarle 10 puntos de diferencia al segundo para evitar el “ballotaje”.
A menos que Macri sufra una derrota catastrófica en la Provincia de Buenos Aires es probable que quede a menos de 10 puntos de Scioli. En ese caso se abre la instancia de la segunda vuelta.
En ese supuesto el sciolismo teme a dos cuestiones que podrían poner en peligro su triunfo en el “ballotaje”. Uno, es la mayoritaria confluencia de las fuerzas opositoras al gobierno actual en contra de Scioli. Lo otro, el temor que los “barones” del conurbano, con la victoria municipal asegurada en las elecciones de octubre, no hagan esfuerzo en buscar los votos en la segunda instancia y no les importe mayormente quien sea el ganador.
Juega a favor de Scioli que muchos votos, entre ellos un buen porcentaje de los que en octubre apoyen a Sergio Massa o José Manuel de la Sota, no entren en la jugada “del cambio” que les propone Macri y prioritando su tradición justicialista respalden a Scioli.
En Córdoba ganó UNA
Fue la elección más importante del domingo pasado. Ganó Juan Schiaretti, heredero del actual gobernador José Manuel de la Sota. Éste último disputará con Massa la candidatura presidencial por UNA (Una Nueva Argentina). Sin embargo la Presidenta y Scioli, pensando en el futuro, saludaron el triunfo de Schiaretti y éste lo retribuyó hablando de sus relaciones con el “Chino” Carlos Zannini. Detrás de Schiaretti que sacó el 39,86% de los sufragios, se ubicó el candidato del PRO con 33,78% y bastante más lejos el candidato del FpV con el 17,20%.
En Capital ganó el PRO, pero habrá segunda vuelta
Ganó Horacio Rodríguez Larreta, del PRO, pero no llegó al 50% y habrá segunda vuelta. Ésta se hará con Martín Lousteau, candidato de una alianza que incluía a radicales y seguidores de Elisa Carrió, recogió 25% de los votos, 20 puntos menos que el candidato del PRO. El FpV con el 22% de los votos quedó fuera del “ballotaje”. Formalmente todos los candidatos que quedaron afuera de la segunda vuelta manifestaron que no apoyan a ninguno de los dos contendientes. Difícilmente Lousteau consiga revertir los resultados de esta elección pero no acepta “bajarse” y quiere que se vote tal como lo dispone la Constitución porteña.
En La Rioja, Corrientes, La Pampa…
El justicialismo, bajo diversas denominaciones, sigue sin perder –desde 1983- en La Rioja. En esta jornada fue el único triunfo del oficialismo nacional y allá fueron Scioli y otros funcionarios a festejarlo. Ganó Sergio Casas con el 53,92% de los votos, seguido por una alianza encabezada por los radicales con el 38,16%.
En Corrientes se realizaron elecciones legislativas locales y triunfó una alianza del oficialismo local encabezada por los radicales y el PRO con el 49,34% de los votos, a la misma también adhirió Massa. Le siguió la fuerza que responde al FpV que reunió el 34,49% de los votos.
En La Pampa hubo primarias no obligarorias. La disputa se centró en designar al candidato que el justicialismo llevará en las próximas elecciones. Confrontaron candidatos que responden al actual gobernador, aliado del kirchnerismo, y otra fuerza próxima al pensamiento del peronismo federal. Por una diferencia importante ganaron estos últimos, no obstante el apoyo del gobierno nacional a los kirchneristas locales, fogoneados por militantes de La Cámpora.