Argentina en el 2014
Juan Guahán-Question Latinoamérica
A continuación las tendencias predominantes que contienen los principales hechos producidos a lo largo de este año en Argentina:
En materia económica se preveía una mejora en la situación con un crecimiento que rondaría el 2,5%. El peso de la realidad con sus problemas fundados en la falta de divisas hizo que Argentina volviera al tradicional “cuello de botella” en el sector externo. Fracasaron los intentos para acceder a los créditos internacionales, a pesar de haber pagado ingentes sumas para “regularizar” nuestra relación con esos mercados.
Mientras el crecimiento quedó por debajo de cero, alrededor de un 2% negativo, la inflación siguió subiendo al punto que el cierre anual está por encima del 35%. Es bueno reconocer que la tendencia de los últimos tres meses es que la recesión existente le ha puesto un tope a la inflación, este es muy alto, pero es un tope al fin.
La explotación por “métodos no convencionales” (fracking) de Vaca Muerta sigue siendo el objetivo de nuestros gobernantes. Una lamentable nueva Ley de Hidrocarburos, a favor de las grandes multinacionales, abre las puertas para una explotación de ese y otros yacimientos.
La impresionante baja en los precios de los productos primarios nos afecta de diferentes maneras. La soja perdió a lo largo de este año un 20% de su valor, lo cual redujo enormemente los ingresos por exportaciones. Los hidrocarburos perdieron aproximadamente un 40%, ello mejoró nuestra balanza comercial donde el mayor problema son las importaciones energéticas. Pero al mismo hace más difíciles las inversiones en Vaca Muerta, donde la llegada de fondos se complica cuando el petróleo está por debajo de los 70 dólares por barril, ahora se cotiza por debajo de los 60 dólares.
Desde el punto de vista económico social era previsible que las cuestiones conflictivas, que efectivamente se dieron este año, fueran por el salario y el incremento del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias de los trabajadores. Estos temas fueron claves para los trabajadores en blanco. Después de varios años en el 2014 hubo una pérdida real de ingresos en materia salarial. Esto fue aún más grave para los trabajadores en negro y los planes sociales, lo cuales fueron –tal como era previsible- una de la principales variables de ajuste este año. Como una respuesta, volvieron las huelgas nacionales con fuerza dispar muy vinculada a la participación o no de los gremios de transporte. Los piquetes, fundamentalmente de sectores desocupados, tuvieron un peso significativo en esas huelgas.
En lo que respecta a la cuestión política, el tema electoral –con vistas al 2015- estuvo en el centro de la escena. El Parlamento funcionó a toda máquina. El gobierno, aprovechando la mayoría que tiene, hizo aprobar las normas en las que tiene interés actual y otras con vistas al futuro. Lo hizo a sabiendas que el año 2015 no será fácil reunir a la tropa parlamentaria.
Desde el punto de vista estrictamente electoral a inicios del año aparecían dos candidatos oficialistas: Daniel Scioli y Jorge Capitanich. Este último se fue desinflando a lo largo del año, mientras que la candidatura del gobernador bonaerense se consolidó, más allá que no cuente con el visto bueno presidencial. Aparecieron otros varios candidatos oficialistas, pero el único que logró instalarse con alguna perspectiva es Florencio Randazzo. Desde la oposición la figura de Sergio Massa sigue concitando interés aunque ha perdido cierta parte del empuje que tenía al iniciarse el año.
En cuanto a Mauricio Macri ha recorrido el camino inverso y sus perspectivas crecen a medida que pasa el tiempo. Más lejos, las fuerzas del FAP-Unen no han podido consolidarse, la acción corrosiva de Elisa Carrió dio sus frutos. Las fuerzas trotskistas que conducen al Frente de Izquierda de los trabajadores (FIT) se han constituido en la más importante expresión de la izquierda.
Hubo novedades en campo judicial. A comienzos del año en curso no se vislumbraba la profundidad del acoso judicial sobre los funcionarios del gobierno y la familia Kirchner. Este tema será uno de los ejes políticos -junto a las elecciones- del próximo año. Hay por lo menos 8 jueces federales que tienen causas que involucran a los sectores citados.
En su política internacional la argentina desarrolló una alianza estratégica con China. Este acuerdo le permite, en lo inmediato, amortiguar la falta de divisas. A largo plazo las inversiones chinas se están desplegando sobre los sectores del transporte y la producción, necesarias para su economía interna. De este modo se fortalece la tendencia histórica, de nuestro país, como proveedor de productos primarios.