Argentina: El arriba nervioso y un abajo que se mueve

Claudio della Croce

El palpable nerviosismo y exacerbamiento del autoritarismo del presidente libertario argentino Javier Milei y su hermana Karina, lo que algunos periodistas han llamado “estalinismo a la Milei”, va en pos de lo que considera necesario: el aplastamiento de toda disidencia ante los fracasos económicos, políticos y sociales.

Más allá del relato y las batallas en redes sociales, no todo está tan bajo control, como el gobierno quiere demostrar, lo qe devino en el el exacerbamiento del autoritarismo de los hermanos Milei  ya no solamente hacia afuera, hacia sus opositores políticos y ciudadanos, sino especialmente hacia adentro de sus filas.

Hay casusas reales para tanto nerviosismo: la economía no arrancó bien en el año electoral que será decisivo para el devenir del gobierno de Milei, su fracaso en el Foro Económico de Davos donde destiló un discurso de odio contra la diversidad sexual y contra las mujeres, inmensamente repudiado y, sobre todo, las encuestas que marcan falta de consenso para sus planes de fondo y condicionan su futuro.

Según un informe reciente de la consultora Atlas y Bloomberg, un 63 % de los argentinos considera que la situación económica está mal y que la desaprobación de Milei creció de un 45,4 % en diciembre a 49,9 % en enero, con una aprobación que pasó de 47,4 % a 46,8 %, dando cuenta de la polarización y de una coyuntura de estancamiento y leve retroceso del gobierno en su imagen pública.

El camino hasta las elecciones de octubre se hace largo. Ya no es solo la economía real y la abrupta caída de salarios y jubilaciones y la pérdida de sus empleos. Ya que ha quedado al desnudo la precariedad del sistema financiero, junto a las dudas que el plan Milei-Luis Caputo genera en los mercados, y que pudiera llevar al ministro de Hacienda

El Banco Central viene vendiendo millones de dólares de reservas que escasean para buscar el objetivo central del oficialismo: intentar no devaluar antes de las elecciones, para que no repunte la inflación y eso lo conduzca a una derrota electoral que retroalimentaría las crisis económica y política, mientras siguen las dudas (y zancadillas) sobre un alianza con el neoliberal PRO, del expresidente Mauricio Macri.

La afirmación creciente y generalizada de que “el dólar está atrasado”  irrita el nerviosismo de Milei, porque el reclamo lo hacen economistas liberales y las patronales del campo o sectores de la industria, mientras el FMI exige algún tipo de devaluación para el único objetivo que le interesa: que Argentina acumule dólares para pagar la deuda externa.

Las tensiones del modelo económico ya están expuestas y jamás llegó la lluvia de inversiones prometida, dejando al equipo económico al frente de la  bicicleta financiera, el blanqueo de capitales y … de prenderle una vela diaria al FMI, sin plantearse siquiera hacer un desconocimiento soberano del mecanismo de saqueo de la deuda externa.

Mientras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, junto a Elon Musk, fue festejada por Milei hasta el cansancio y utilizada como un supuesto avance para su “batalla cultural”.

No sirvió ni como elemento propagandístico, porque más allá de los gestos y las fotos, la llegada del republicano potenció el fortalecimiento del dólar y una política proteccionista de suba de aranceles que nada tiene que ver con el “libre comercio” que vende el argentino, sino que empeoró cualitativamente las condiciones internacionales para la economía argentina, presionando a la devaluación a distintos países justamente en el momento en el que Milei se aferra al tipo de cambio como su único salvavidas.

Incluso Trump habló del déficit de su país con Argentina, en un contexto en el que Milei propicia un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos, abandonando (aparentemente) el acuerdo pronto a firmar tras 20 años de negociaciones del Mercosur y la Unión Europea. Por ahora, Milei rezen todos los ritos, suplicando alguna ayuda para que salga el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.

Las purgas

Uno de los movimientos más destacados fue Ramiro Marra, referente importante y fundador de La Libertad Avanza, expulsado del espacio hace unos días mediante un escueto comunicado publicado en X (ex Twitter):: “Todos aquellos que no respeten la agenda del Presidente serán expulsados. No importa quiénes sean”. Poco después el tono se fue poniendo más duro: el propio Javier Milei se refirió al tema en una entrevista y explicó que a Marra “lo ejecutaron”.

En esa misma entrevista, el presidente afirmó que “dicen que mi hermana tiene una guillotina. Bueno sí, tiene una guillotina. Si usted hace cosas en contra de los parámetros que nosotros tenemos, guillotina”. Pero a sus palabras siguieron hechos.

El Gobierno despidió al titular de la Anses Mariano de los Heros | PolíticAnalizada
Mariano de los Heros

Esta semana el presidente expulsó al titular de Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses), Mariano de los Heros (por haber adelantado que se prepara una reforma jubilatoria), y a Sonia Cavallo -era embajadora ante la OEA-, la hija del ex superministro de Economía menemista, por cuestionar aspectos del modelo económico. Nombres que se suman a la extensísima lista de despedidos en apenas algo más de un año y que incluye a ex altos funcionarios como Nicolás Posse o Diana Mondino: en lo que va de mandato Milei echó a dos funcionarios de alto rango por semana.

Mientras en el gobierno crecen las dudas, por abajo comienzan a cambiar algunas cosas. La multitudinaria movilización contra el discurso reaccionario de Davos fue la clara muestra de que existe una amplia franja de la población dispuesta a movilizarse contra los ataques cuando hay convocatorias claras.

Subraya, a su vez, la enorme responsabilidad de las conducciones sindicales que están borradas desde hace meses. Junto con el PRO, los radicales y los peronistas que le votan leyes y vetos en el Congreso Nacional, son los responsables de que Milei tenga hasta ahora “gobernabilidad” para sus planes, señala Fernando Skolnik.

El gobierno nacional y varios gobiernos provinciales empoderan a las fuerzas represivas, sumando discursos de odio y gatillo fácil: una agenda reaccionaria que se enfrenta en las calles y Milei profundiza sus discursos reaccionarios mientras prosigue el ajuste. El peronismo atraviesa una crisis histórica y es parte de garantizar la gobernabilidad.

El modelo Milei reluce sus contradicciones. Aún tiene en lo esencial el apoyo del gran capital financiero, la complicidad de burócratas y hasta los guiños de cierta oposición complaciente a cambio de dádivas, pero crece cada vez más la idea de que se lo puede enfrentar. No solo con lucha, no solo en la calle: también con un programa para que la crisis no la siga pagando el pueblo.. que aún no aparece

*Economista y docente argentino, investigador asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)