Argentina: ¿Crisis institucional o plan desestabilizador?
Rubén Armendáriz
La crisis institucional dentro del gobierno ultraderechista de Javier MIlei tocó su máxima expresión este miércoles, cuando desde Presidencia se emitió un comunicado oficial donde el Ejecutivo expresó su “preocupación” por la persistencia de “sectores políticos que de manera unilateral pretenden avanzar de manera inconsulta con una agenda propia”.
Todas las especulaciones políticas coincidieron en que era un claro mensaje hacia Victoria Villarruel, por no impedir el tratamiento del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU). Milei pretendía que con el anuncio de una reunión con los gobernadores el 25 de mayo para limar las crecientes asperezas (a lo que llamó “el pacto de Mayo”), calmaría las aguas al menos dentro de quienes apoyan su gobierno.
No cabe dudas que Milei quiere imponer sus políticas como un monarca, sin cuestionamiento ni control, luego de sufrir quiza la semana más complicada desde el descarrilamiento legislativo de su Ley Ómnibus y el escándalo por la suba de sueldos del 48% para sí mismo y todo su gabinete, que debió anular.
Ahora el presidente afronta la fractura expuesta de su relación con Victoria Villarruel, en el fin de la miel de los primeros cien días de gobierno, sin una sola ley aprobada en el Congreso, con la pérdida de la agenda política, en crisis con los gobernadores, enfrentado con el Congreso y con el único DNU que articula el plan económico de Javier Milei tambaleando en el Senado, ahora sin apoyo político de su vicepresidenta.
Más allá del deterioro de la imagen presidencial, en solo tres meses de gobierno el vínculo entre el presidente y su vicepresidenta Victoria Villarruel, parece haber llegado a un punto sin retorno, y contra ella Javier Milei lanzó su ejército de trolls: algunos pidieron “colgarla en Plaza de Mayo”, por haber convocado a una sesión del Senado para tratar el mega Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU).
Tras fracasar en la mañana una reunión del gabinete, Milei quiso cortar de raíz la presunta rebelión, con un explosivo comunicado contra los que “pretenden avanzar con una agenda propia e inconsulta”.
El diputado José Luis Espert, uno de los dirigentes más cercanos a Milei, aseguró a La Nación que le genera dudas la convocatoria de Victoria Villarruel -negadora del genocidio del gobierno cívico-militar- para que el Senado trate este jueves el DNU y, preguntado si pensaba que la vicepresidenta quiere desestabilizar al presidente, contestó con un lacónico «no sé». En definitiva, Espert no descartó que Villarruel esté detrás de un plan desestabilizador.
La duda de Espert es la misma que la del propio Milei y la de buena parte de su gabinete, al menos su hermana Karina y el jefe de ministros, Nicolás Posse. «Si se cae el DNU va a quedar claro que la corporación política sigue más vigente que nunca», agregó Espert y aseguró que «Villarruel debió evitar por todos los medios que se trate el decreto en el recinto. Debió bancar la parada política porque el taparrabos jurídico iba a aparecer», concluyó el diputado.
Milei no solo pidió que se difunda un comunicado para repudiar la iniciativa (con amenaza a los senadores incluida) sino que también dio el beneplácito para que su ejército de trolls fustigue a su vicepresidenta. “Villarruel tiro un all in en el casino. Se mandó sola para que se trate el DNU. No sale y hay que colgarla en la Plaza”, amenazó TDM, uno de los trolls seguidores de Milei. Al correr de las horas, y luego de que varios medios pusieran la lupa, la publicación fue eliminada.
El conflicto abierto con la vice ya es público, amontona capítulos y podría implosionar ante una nueva derrota en el Congreso, presto a sufrir otra pesadilla legislativa.
El presidente Javier Milei sacó un comunicado para presionar a senadores, a través de los gobernadores y su propuesto Pacto de Mayo, acusando al Congreso de un “tratamiento apresurado del DNU 70/23”, que entrara en vigencia hace ya tres meses, liberando precios de alimentos y prepagas, contratos de alquiler perjudicando a los inquilinos, imponiendo una reforma laboral, que quedó suspendida judicialmente hasta que la Corte Suprema se pronuncie.
Las consecuencias fueron un aumento exponencial de la pobreza, falta de medicamentos, despidos en empresas del Estado y de conjunto un empeoramiento de las condiciones de vida.
La agenda “propia” que critica Milei refiere no solo al DNU, plagado de denuncias por inconstitucionalidad, sino que trata de impedir el debate en la cámara de Diputados de una nueva fórmula jubilatoria frente al brutal ajuste que vienen sufriendo producto de la devaluación y la inflación los jubilados.
Milei señala que avanzar en estos temas va contra el “Acuerdo de Mayo” que propuso a los gobernadores, en un nuevo intento de presionarlos a través de mayores recortes de fondos a las provincias, que terminan afectando centralmente a las mayorías populares.
En medio de inundaciones, granizo y cortes de luz, la crisis política apenas se siente en los medios de comunicación: la gente está mucho más preocupada por sus problemas de cotidianos de susbsistencia y el presidente no logra convocar a sus partidarios a salir a la calle a defender su gestión.
*Periodista y politólogo, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)