Apuntes sobre la segunda vuelta electoral en Ecuador
Eloy Osvaldo Proaño
El 9 de febrero Ecuador celebró su primera vuelta presidencial -en la que el actual presidente Daniel Noboa triunfó con diferencia de 0,48 puntos porcentuales- y la elección de 151 integrantes de la Asamblea Nacional unicameral. La segunda vuelta presidencial se realizará el 13 de abril, entre el ultraderechista Noboa y la progresista Luisa González, quienes ya protagonizaron el balotaje en 2023.
La jornada electoral se desarrolló en el marco de un importante despliegue militar-policial, ya que el presidente Noboa decretó un estado de conflicto armado interno y renovó el estado de excepción, que seguirá vigente hasta marzo en algunas provincias y localidades. En tercer lugar, quedó el líder indigenista Leónidas Iza (5,24%) y en cuarto Andrea González (2,71%). El resto de los 12 candidatos no llegó al 1%.
Noboa monopolizó prácticamente el espacio político de la derecha y la ultraderecha. No tuvo rival que el quitara votos. Su pésima gestión no fue penalizada electoralmente, quizá porque todo su aparato comunicacional (nacional e internacional) logró imponer el relato del “he tenido poco tiempo y todo es culpa de los anteriores”.
Por cuarta ocasión consecutiva el país asistirá al balotaje entre el correísmo y anticorreísmo. En el 2017 triunfó el correísmo, con Lenin Moreno; en el 2021 y 2023 triunfó la derecha tradicional y servil al Fondo Monetario Internacional, de la mano de Lasso y Noboa, respectivamente. Ahora en el 2025 se vuelven a medir Noboa con Luisa.
En la Asamblea Nacional obtuvo la mayoría Acción Democrática Nacional (ADN), el partido oficialista, y la segunda minoría es de Revolución Ciudadana, fuerzas que deberán construir consensos para legislar. En mayo de 2023, el entonces presidente Guillermo Lasso (2021-2023), que enfrentaba un juicio político, invocó la muerte cruzada para disolver la Asamblea Nacional, desencadenando así elecciones extraordinarias tanto para la presidencia como para el cuerpo legislativo.
En su corto mandato desde entonces, Noboa tuvo un deterioro de la situación de seguridad de Ecuador -enero 2025 fue el mas violento de la historia del país-, cortes frecuentes y prolongados en el suministro de electricidad y una disputa en curso con la vicepresidenta Verónica Abad, entre otras cosas.
Hay 1,2 millones de votos por los que se pelearán Luisa González y Daniel Noboa. De esos, 500.000 tienen un dueño y se llama Leónidas Iza , el candidato indígena de la Conaie y Pachakutik, que logró el tercer lugar en la primera vuelta y aún no ha decidido a quien apoyará en el balotaje.
Andrea González Nader, quien quedó en cuarto lugar con el 2,7% de los votos, descartó apoyar a Luisa González y dejó entrever que su voto podría inclinarse hacia Noboa. Dijo que su voto se inclinará hacia quien “le ofrezca más libertad” y que, en su opinión, ese no es el “socialismo del siglo XXI”.
El exvicecaciller Xavier Lasso señalo que “las elecciones se realizaron “con la cancha inclinada”, “con dos jugadores expulsados” y en un contexto adverso:el espresidente Rafael Correa está en el exterior y el exvice Jorge Glas permanece preso en el medio de una persecución judicial y tras ser secuestrado desde dentro de la embajada mexicana en
El progresismo no ha ocupado la presidencia desde 2017, y su líder sigue exiliado en Europa desde hace más de siete años. El correísmo sigue movilizando una base sólida, alimentada también por la nostalgia de lo que muchos partidarios perciben como una era más próspera bajo un gobierno eficaz.
Ecuador enfrenta un panorama complejo en 2025, marcado por cinco problemas interrelacionados mutuamente. La crisis energética prolongada ha paralizado la economía, que registró una caída del 2,4% en el tercer trimestre de 2024. Esta situación ha generado una serie de desafíos para el gobierno y la sociedad ecuatoriana
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Un mayor deterioro de la seguridad (enero fue el mes más violento en la historia de Ecuador) podría erosionar aún más la credibilidad del aún presidente Daniel Noboa en una preocupación clave para los votantes. Pero la vulnerabilidad más importante de Noboa es la falta de una narrativa política claramente articulada, más allá de su declamada lucha contra las organizaciones criminales y la “vieja clase política”.
El opositor partido Revolución Ciudadana –liderado por Correa- parece haber roto su techo en las dos ultimas elecciones en las que perdió en segunda vuelta. En 2021 con Andrés Arauz frente a Guillermo Lasso y en 2023 con la propia Luisa González frente a Noboa. Aunque el correísmo creció en votos, también lo hizo el oficialismo en comparación a la elección presidencial anterior.
Luisa González, por su parte, necesitará ampliar su atractivo más allá de la base correísta y anti-Noboa, convenciendo a los votantes de que ella y su movimiento pueden hacer un mejor trabajo para manejar los desafíos apremiantes de Ecuador.
.La ausencia del Estado en la vida de la comunidad, se manifestó en las tres últimas administraciones en la falta de inversión en programas que den respuestas a la necesidad de infraestructura en salud, educación, sumado a las políticas de reducción de empleo y desamparo a los sectores más vulnerables de la sociedad.
Esta realidad encuentra un agravante con la presencia del crimen organizado, las catástrofes climáticas que afectan en gran medida la vida en las provincias y a los rubros de exportación primaria a causa de las sequías y las inundaciones.
Si bien son varios los países de América Latina que celebran elecciones presidenciales este año -entre ellos, Bolivia, Chile, Honduras y Perú-, Ecuador abrió el calendario electoral. Además, en lo que resta del años, Colombia definirá candidaturas y Argentina tendrá elecciones legislativas.
*Analista e investigador ecuatoriano, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)