Analistas chinos proclaman victoria tras concesiones comerciales de Trump

(Xinhua/Huang Jingwen)
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Jeff Pao – Asia Times

Pekín celebra mientras Washington acepta reducir a la mitad el arancel del 20% sobre productos vinculados al fentanilo y extiende por un año la suspensión de tarifas recíprocas del 24%.

Las reacciones en los medios y comentaristas chinos fueron de celebración tras la reciente cumbre entre los líderes de China y Estados Unidos, después de que Washington accediera a reducir a la mitad el arancel del 20% relacionado con el fentanilo y extender un año la suspensión de los aranceles recíprocos del 24%, mucho más de los 90 días que se esperaban inicialmente.

La declaración de victoria vino luego de la reunión mantenida entre el presidente estadounidense Donald Trump y su homólogo chino Xi Jinping en Corea del Sur, la mañana del jueves.

Los analistas chinos señalaron la importancia de ambas concesiones obtenidas de Trump. Aunque en mayo ambos países habían acordado desescalar la guerra arancelaria, los exportadores chinos aún debían pagar hasta 55% en tasas: un 20% específico por el fentanilo, 10% recíproco y el 25% impuesto en la guerra comercial de 2018.

En los primeros nueve meses de este año, las exportaciones chinas a Estados Unidos sumaron 317.000 millones de dólares, una caída del 16,9% respecto al año anterior, según la aduana china. Si la tendencia sigue, las exportaciones chinas a EE.UU. caerían de 526.000 millones en 2024 a 435.000 millones al cierre de 2025. Un recorte de 10 puntos porcentuales en aranceles significaría un ahorro de 43.500 millones de dólares anuales para los exportadores chinos.

Un día antes del encuentro entre Xi y Trump, la estatal COFCO adquirió tres cargamentos de soya estadounidense, siendo las primeras compras de la cosecha anual de EE.UU. Incluso si China compra la misma cantidad que el año pasado, solo deberá pagar 12.600 millones de dólares a los agricultores estadounidenses, una suma que puede compensarse fácilmente trasladando adquisiciones desde Brasil.

“¿Por qué EE.UU. aflojó de repente? En resumen, su propia cadena industrial ya no soportaba la presión”, opinó un columnista de Anhui bajo el seudónimo “Casa de té de Luzhou”. Recordó que Washington amenazó con aranceles del 100% en represalia por los controles chinos sobre las tierras raras, para luego darse cuenta de que el 90% de la refinación mundial está en China, y hasta los minerales extraídos en Nevada deben enviarse a Sichuán para ser procesados.

Según el columnista, la escasez de tierras raras obligó a Raytheon a detener una línea de misiles y alargó el ciclo de producción del caza F-35 de 61 a hasta 300 días, complicando la operatividad de la Fuerza Aérea de Estados Unidos. “Es como quien quiere remodelar su casa con baldosas importadas y descubre que todas las fabrica su vecino. Termina por suplicarle ayuda”, aseguró.

Añadió que China jugó sabiamente la carta de las tierras raras y ganó tiempo para reformar su cadena de suministro. Si bien, esta vez EE.UU. cedió para resolver el problema del fentanilo y el caso TikTok, su política de intentar bloquear el avance tecnológico chino no ha cambiado.

Optimismo en las regiones industriales chinas

El anuncio de la extensión de las suspensiones arancelarias por un año disparó el optimismo en los grandes polos industriales chinos. Desde las fábricas en Guangdong hasta los centros exportadores de Jiangsu, representantes del sector saludaron la decisión como un “salvavidas” que devuelve confianza y reactiva pedidos internacionales.

Según medios locales, directivos de fábricas definieron la noticia como la clave para salvar cronogramas de producción y carteras de pedidos que venían cayendo bajo presión arancelaria.

Una columnista de Liaoning afirmó que el armisticio comercial permitirá a las empresas asegurar contratos con EE.UU., mantener empleo y reconstruir la confianza con sus clientes tras meses de incertidumbre. “Algunos exportadores de juguetes bromean en redes sociales que, por fin, su presión arterial bajó gracias a esta buena noticia”, señaló. Ahora, aquellos que pensaban trasladar sus fábricas al sudeste asiático o subir precios pueden aplazar esos planes.

El artículo apunta a que la política estadounidense fue decisiva, pues Trump busca una economía y bolsa estables para apoyar a su partido en las elecciones legislativas de noviembre de 2026. China, por su parte, deberá aprovechar ese año para diversificar su cadena de suministro y modernizar su industria.

Durante meses, Pekín instó a Washington a buscar un diálogo basado en la igualdad, el respeto y el beneficio mutuo para solucionar el asunto del fentanilo. Ante las actuales concesiones estadounidenses —reducir aranceles y extender la tregua—, China consideró que su demanda de respeto fue reconocida y suavizó su retórica sobre el tema.

La portavoz de exteriores, Guo Jiakun, expresó empatía por la crisis estadounidense con el fentanilo y subrayó que China ha colaborado y sigue dispuesta a cooperar con EE.UU. en la materia.

Tasas portuarias y reglas de sanciones

China anunció que EE.UU. accedió a posponer por un año sus nuevas reglas de sanciones, aprobadas el 29 de septiembre, que pretendían ampliar la lista de entidades sancionadas a afiliadas y que llevaron a países como Países Bajos a intervenir empresas chinas como Nexperia.

Pekín igualmente postergará sus propias reglas de exportación de tierras raras, anunciadas el 9 de octubre y que exigirían licencias para exportar productos fabricados con componentes chinos críticos.

También ambos países suspendieron de forma recíproca el cobro de tasas portuarias por un año.

En abril, la Oficina del Representante Comercial de EE.UU. acusó a astilleros chinos de competencia desleal y comenzó a aplicar tasas portuarias, a lo que China replicó con medidas similares.

Algunos observadores sostienen que Trump ha perdido la guerra comercial, al verse obligado a postergar tasas portuarias y sanciones, mientras otros alegan que es pronto para afirmar tal cosa. Al final, la administración Trump ha debido hacer concesiones para lograr un acuerdo integral con China, sobre todo necesitando ayuda de Pekín para poner fin a la guerra en Ucrania. El propio Trump anunció que visitará China en abril próximo.

Traducido por Question Digital

Jeff Pao es editor y periodista especializado en temas de China, política internacional y economía en Asia Times.

 

Source Asia Times