Algunas de las grandes dudas del macrismo

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Juan Guahán-Question Latinoamérica|

Hay cuestiones de peso sobre las cuales el macrismo tiene muchas dudas. Una está referida al modo de tratar todo lo que rodea a la corrupción en torno a la megamepresa constructora brasileña Odebrecht. Otro tema es de política internacional y tiene que ver con la reciente visita de la Primer Ministra Alemana, Angela Merkel.

Sobre Odebrecht, al igual que en muchas de los temas de corrupción, el gobierno está envuelto en una contradicción. Sabe que si avanza  está cavando su propia fosa y si no lo hace, diluye una de sus banderas políticas. En estos días -desde sectores cristinistas- festejaban la posibilidad que pudiera ir preso Angelo Calcaterra, primo de Macri y hasta hace poco capo de IECSA una de las empresas asociadas a Odebrecht en el soterramiento del ferrocarril Sarmiento.

Comprender el porqué de la alegría del cristinismo nos da una de las claves de estos tiempos. Es sabido que buena parte de las obras por las que Odebrecht pago coimas se corresponden al período de los gobiernos de Néstor y Cristina. Sin embargo sus seguidores son los que festejan, sin preocuparse por sus propias responsabilidades, la posibilidad que la justicia alcance a una empresa de la familia Macri que también participó de ese festín.

La razón es clara. El macrismo pagaría un alto costo político por este hecho, mientras que para el kirchnerismo el daño sería mucho menor. Esto es así, no solo porque qué le hace “una mancha mas al tigre”, sino también porque tiene una “vacuna” contra esas acusaciones, atribuyéndolas a una persecución política. Además sus adictos creen en esa explicación y lo demás poco importa.

Esa duda del macrismo explica que las rimbombantes acusaciones sobre personajes del kirchnerismo no avancen, de hacerlo se encontrarían con esa íntima relación entre los negocios de unos y otros. Entonces mejor tener en cuenta aquello de “una mano lava la otra…”

Otra de las grandes dudas del macrismo es su ubicación en el espacio internacional. Es de público conocimiento que la relación privilegiada con China tiene que ver el tema económico: sus inversiones y el mercado para nuestros productos primarios. Eso se complementa, para el pensamiento del macrismo,  con la tradicional relación política e ideológica de nuestro país con los Estados Unidos. Eso explica que Macri, antes de ir a China vaya a los Estados Unidos, cabeza del mundo occidental desde los fines de la Segunda Guerra Mundial.

Pero ahora aparece el juego de Europa que empieza una línea de confrontación con los Estados Unidos, gobernados por Donald Trump y su proteccionismo económico. La reciente visita de Merkel tiene que ver con esta situación. Quiere fortalecer sus relaciones de amistad con América Latina y ganar aliados en la diferente apreciación que tiene con los Estados Unidos sobre el futuro del comercio mundial. Tiene por delante dos cuestiones concretas: La próxima reunión del G20 en territorio alemán y acelerar los trámites del Tratado de Libre Comercio entre la Unión Europea con el Mercosur.

 Randazzo dice ¡no! A Cristina pensando en el 2019

Todo parece indicar que, para las próximas PASO (elecciones internas de los partidos), Cristina Fernández de Kirchner encabezará las listas del peronismo en la Provincia de Buenos Aires. No está resuelta la situación planteada por el exministro Florencio Randazzo, éste sigue rechazando la lista única e insiste en dar pelea. A partir de allí, en el horizonte, aparecen los escenarios posibles: alguna fórmula para proscribirlo u obligarlo para que vaya por fuera de la alianza principal o abrir las puertas a la confrontación.

El cristinismo hizo público, a través su vocero cuasi oficial el diario “Página 12”, sus condiciones para las próximas PASO. Allí se señalan las innegociables reglas de juego que plantea el cristinismo. Ellas son: Lista única con Cristina y Randazzo encabezando las listas de senadores y diputados, respectivamente. En ese marco los seguidores de Randazzo tendrían su lugar en las otras categorías en disputa.

El rechazo del exministro del Interior fue rotundo, continuó con sus planes y lanzó su candidatura para presentarse en las mencionadas elecciones. El cristinismo y sus aliados están dispuestos –si Randazzo no acepta la lista unidad- a cerrarle las puertas. En ese sentido hay varias ideas sobre la mejor forma de hacerlo. Todos, en el peronismo, saben la inmensa carga negativa que la palabra “proscripción” produce al interior  de esa fuerza. De allí que estén buscando otras fórmulas para evitar esa “victimización” de Randazzo, por eso piensan en armar un Frente sin el PJ, de modo tal que nadie lo proscribiría.

Ese argumento se complementaria con otros dos razonamientos que ya vienen utilizando. Uno que el macrismo tampoco acepta internas en las PASO y lo está obligando a Martín Lousteau, ex embajador de este gobierno de EEUU, a buscarse otros techos. El otro argumento es que no puede pensarse en proscripción a quien se le ofrece que encabece la lista de diputados nacionales.

Ninguno de esos argumentos conmueve a Randazzo. ¿Porqué?, sabe que ir a las PASO contra Cristina es una derrota casi segura, pero está convencido que nuevamente dejará en claro que nadie le marcará la cancha y que en unas internas nacionales (en el 2019), donde los aparatos partidarios de los gobernadores emparejan el peso de Buenos Aires, puede derrotar a Cristina.

También sabe que su figura no despierta las antipatías que reúne Cristina, que tiene un 60% de imagen negativa. De esa manera se asegura que el peronismo, que siempre apuesta por el poder, lo apoyará porque puede –en una segunda vuelta- tener los resultados que –hoy- a Cristina le resultarían imposibles de alcanzar. Por eso no teme perder y alguna forma de proscripción haría crecer su figura.

Por el lado del cristinismo la situación es clara. Necesita mantener la imagen que es la conducción del peronismo. Disputarle la candidatura bonaerense puede ser entendido como un cuestionamiento a su liderazgo nacional. Cristina imagina que para el 2019 será la candidata y si los números no le dan, por la eventualidad de la segunda vuelta, sea ella el “gran dedo” para inclinarse por su hijo Máximo u otra persona de su entorno

La dirigencia peronista bonaerense, sobre todo los intendentes, saben que es Cristina la única que puede reunir los votos necesarios para mantener el poder que hoy tienen. Para el 2019 ya se verá porque otro gallo va a cantar…

Para calentar motores: 3 elecciones 3

Este es un año electoral. De eso no caben dudas. Como una prueba de lo anterior el domingo pasado salieron a calentar motores las fuerzas políticas preocupadas por su suerte en el próximo junio y el no tan lejano octubre. Los motivos eran disímiles y los escenarios también. De todas maneras una lectura de esos resultados nos da algunas pistas sobre lo que puede ocurrir en las próximas convocatorias. Los lugares para esas pruebas fueron: Corrientes, Chaco y La Rioja.

En Corrientes se eligió a Eduardo Tassani como Intendente de la ciudad Capital, donde el macrista Eco-Cambiemos obtuvo el 50,17% de los votos, mientras Haciendo Corrientes, del actual intendente Fabián Ríos, 46,17%, contra todos los pronósticos. El Partido Justicialista (peronismo) espera desalojar a Ricardo Colombi actual gobernador y aliado de Mauricio Macri.

Resultado de imagen para elecciones en corrientes

Algunas conclusiones, limitadas porque surgen del resultado de tres elecciones que tienen diferentes y limitados objetivos; distintas historias y diferentes realidades actuales señalan que ganó el peronismo (en Chaco y La Rioja) de la mano de un “pejotismo” que recuperó la hegemonía dentro del mismo. El kirchnerismo mantuvo cierta presencia (particularmente en Chaco) y el “cristinismo” resultó un fiasco (3,36% en Corrientes, 3,16% en Chaco y 2,51% en La Rioja).

Está claro que ese no es el panorama de la Provincia de Buenos Aires, donde Cristina no baja del 30% de expectativas electorales. Por último, en estas 3 elecciones, el macrismo acaudilló al conjunto no peronista y logró ganar en 2 de las 3 capitales (Corrientes y Resistencia).