Alerta militar en Trinidad y Tobago genera compras nerviosas

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Trinidad y Tobago entró en máxima alerta militar, lo que generó compras nerviosas y tensión social en la isla. La activación del “nivel uno” de defensa obligó a los soldados a presentarse en sus bases y a la policía a revocar todos los permisos. Ante la incertidumbre, muchos ciudadanos abarrotaron supermercados y retiraron a sus hijos de las escuelas.​

La primera ministra Kamla Persad-Bissessar llamó a la calma y aseguró que “no hay nada que temer en este momento”. La Asociación de Supermercados pidió que las compras se realicen responsablemente para no afectar el abastecimiento de productos. El Ministerio de Relaciones Exteriores y Seguridad también instó a la población a no dejarse llevar por noticias falsas que aumentan la ansiedad nacional.

“Yo diría que tenemos que tener calma. No hay nada que temer en este momento” — Kamla Persad-Bissessar.​

La orden de acuartelamiento incluyó restricciones para el personal militar en descanso y vacaciones, que debía permanecer disponible para nuevas instrucciones. El ministro de Seguridad Nacional explicó que se trataba de un ejercicio operativo, mientras en el Parlamento se demandaron aclaraciones sobre la situación. La mayoría de los puestos militares de Cumuto, La Romaine y Chaguaramas recibieron instrucciones de máxima alerta.​

El despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe y el aumento de la tensión regional motivaron el acuartelamiento y la alerta en Trinidad y Tobago. La Primera Ministra reiteró públicamente que no existen pruebas de un ataque inminente ni de intención de invadir Venezuela. Las autoridades subrayaron la importancia de mantener la tranquilidad y la normalidad en el país.​