Admiten que la unidad opositora venezolana está a un paso de quebrarse
El alcalde metropolitano de Caracas y uno de los principales dirigentes de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) que aglutina a la oposición en Venezuela, Antonio Ledezma, admitió que la coalición está bajo el riesgo de padecer una ruptura.
Télam
“Hay problemas, hay dificultades y eso no se puede negar”, afirmó Ledezma al canal Televén, y aseguró que él está mediando para “evitar que la sangre llegue al río” pues “el gobierno montaría una gran fiesta si la Unidad se fracturara”.
Antonio Ledezma, alcalde de Caracas “Es natural que surjan discrepancias, pero debe primar la inteligencia porque no estamos jugándonos una aspiración personal, nos estamos jugando el país” y por ello “no debemos maltratarnos entre nosotros, no debemos meternos golpes bajos ni zancadillas”, dijo el alcalde, según recogieron el canal Globovisión y la agencia EFE.
El domingo pasado, en el mismo programa, el gobernador del estado Miranda y candidato de la MUD para las dos últimas elecciones presidenciales, Henrique Capriles, reconoció que la alianza atraviesa “un proceso de revisión normal” y sugirió que hay dirigentes dispuestos a cuestionarlo.
“Hay un proceso de revisión normal en la MUD, es necesario que se dé; están en su derecho, pero nosotros también tenemos derecho a decidir con quién hacemos política, cómo nos planteamos la lucha política y cuál es el camino que planteamos”, señaló.
Capriles exteriorizó que en las últimas semanas se intensificaron dentro de la MUD la críticas hacia él por no haber apoyado algunas iniciativas de otros dirigentes, a los que prefirió no individualizar.
Algunos de ellos “se sientan al lado de uno, atrás de uno, y uno tiene que estar pendiente porque lo que hay no es la palmadita sino el cuchillo para clavártelo”, subrayó Capriles.
En las últimas semanas, otros dos dirigentes muy populares de la MUD que fueron precandidatos presidenciales derrotados por Capriles, la diputada María Corina Machado y el exalcalde Leopoldo López, llamaron a la ciudadanía a salir a las calles para provocar “la salida” del gobierno chavista.
Capriles se diferenció de ellos al tomar distancia de esa convocatoria y remarcar que busca una “salida democrática a la crisis” que vive el país a través de un “cambio pacífico” que no incluya “más muertos” ni “más división entre los venezolanos”.
La MUD reúne a 29 partidos de tendencias muy diversas, desde los conservadores Convergencia y Movimiento Republicano hasta el marxista Bandera Roja.
Sin embargo, la división actual se plantea sobre todo entre aquellos dirigentes que tienen responsabilidades ejecutivas como gobernadores y alcaldes, que asumen posturas más moderadas, y legisladores y dirigentes sin cargos públicos, más proclives a una actitud más radical.
De hecho, Capriles y López compartieron desde comienzos del siglo la militancia en el partido centrista Primero Justicia, al que el segundo abandonó a comienzos de 2007 para pasar al socialdemócrata Un Nuevo Tiempo, hasta que en septiembre de 2009 formó su actual agrupación, Voluntad Popular.
Las diferencias entre moderados y radicales pusieron en peligro la candidatura unificada -e incluso la participación de la oposición- para las elecciones presidenciales del 14 de abril de 2013.
Ello quedó de manifiesto en el hecho de que, cuatro días después de la muerte del expresidente Hugo Chávez, la cúpula de la MUD ofreciera públicamente la postulación a Capriles pero éste se tomara 24 horas para aceptarla.