Abejas, futuro alimentario y política mundial
JUAN GUAHÁN| Vincular las abejas con el futuro alimentario y la política mundial puede resultar un acto de insensatez o una pregunta inquietante, según como se la mire. No se debe olvidar que las abejas hacen posible la polinización del 75% de las plantas alimenticias que tienen flores.Question Latinoamérica
En actas, recientemente publicadas, el Ministerio de Recursos Naturales y Medio Ambiente de la Federación Rusa (MNRE) hace saber que Vladimir Putin -máxima autoridad del Kremlin- estaba indignado con Barack Obama. El enojo llegó al punto que una reunión con el vicepresidente norteamericano, John Kerry, se demoró 3 horas porque el premier ruso se negaba a realizar dicho encuentro. ¿El motivo? Una resolución del presidente estadounidense dándole todo tipo de protecciones legales a Syngenta, Monsanto y Bayer, los tres grandes del mundo de la biogenética. Dicha medida protege las semillas genéticamente modificadas de posibles litigios o reclamos por los riesgos sanitarios que conllevan.
Según el citado MNRE un determinado tipo de insecticidas está destruyendo la población mundial de abejas, poniendo en riesgo la cadena alimenticia, fuertemente vinculada a la polinización que hacen las abejas. Según el mismo Informe la Comisión Europea Unión suspendió por dos años (a partir del 1° diciembre 2013) el uso de tales pesticidas.
Más allá de estas elucubraciones internacionales quienes conocemos o hemos conocido de cerca la explotación apícola sabemos de qué modo la misma se está reduciendo y desplazando, procurando huir de los sitios donde se vienen usando los pesticidas que las envenenan.
Las abejas hacen posible la polinización del 75% de las plantas alimenticias que tienen flores. Los rusos consideran que la generalización del uso de las semillas genéticamente modificadas, que demandan “paquetes tecnológicos” que suponen el uso de pesticidas, puede acabar con las abejas. Evalúan que ello pone en peligro el funcionamiento de la cadena de alimentos que nos permiten subsistir.
Los rusos acusan a Obama de ser un “hombre de Monsanto”. Muchos de sus funcionarios provienen de la plantilla de empleados de dicha firma. De hecho, Rusia ha suspendido la importación y uso del maíz modificado por Monsanto, alegan su vinculación con el cáncer de mama.
Científicos norteamericanos desmienten la responsabilidad de los insecticidas en la muerte de las abejas y los riesgos denunciados por el uso de las semillas producidas por Monsanto.
Pero a no alarmarse. Llegan informaciones que Monsanto está estudiando varias soluciones.
Una de ellas es producir especies que autopolinicen. Otra es apelar a un dispositivo militar, de reciente invención, para que este polinice a las plantas. Se trata de un minúsculo aparatito, de titanio y plástico, que militarmente se utilizaría –entre otros “sanos fines”- para infiltrar aparatos-escuchas en reuniones o zonas no controladas. Un aparato semejante se instrumentaría, mediante un programa con códigos especiales, para llevar y traer polen de las plantas que Monsanto codifique a estos fines. Se trata de una especie de abeja robot.
Como se puede observar nada hay para temer, estos grandes grupos económicos están pensando en soluciones que a la naturaleza le llevó millones de años construir.