Abdo se salva del juicio político, pero el cansancio social en Paraguay es explosivo
Celso Guanipa Castro |
El oficialista Partido Colorado impuso su mayoría en la Cámara de Diputados de Paraguay para rechazar los pedidos de juicio político al presidente Mario Abdo Benítez y su vice, Hugo Velázquez, impulsados por la oposición y las multitudinarias ´protestas populares por mal manejo de la pandemia de coronavirus.
Abdo, como a un boxeador al borde de ser noqueado, logró salvarlo su antecesor Horacio Cartes, que es quien maneja al stronista Partido Colorado, con mayoría en el Congreso. Este fue el segundo intento de juicio que esquiva Abdo. En agosto de 2019, también con los votos colorados, salvó otra instancia similar, entonces por la firma de un acta secreta para venderle energía a Brasil en condiciones muy desfavorables.
Los colorados gobernantes están divididos -24 diputados responden a Cartes, 18 a Abdo, y hay un independiente-, pero votaron juntos para evitar el proceso. En medio de una grave crisis política, social, económica y sanitaria, la iniciativa del juicio había sido respaldada por millares de ciudadanos en sucesivas manifestaciones en las calles, en medio de una situación crítica del país por la suba de los contagios.
Enseguida surgió el decreto por el que se impuso un toque de queda de 20 a 5 en 24 centros urbanos, entre los que destacan la capital Asunción, Ciudad del Este y Encarnación, epicentros del contagio y reproducción de casos de coronavirus que en la semana llegaron a los dos mil por día.
Asimismo, la suspensión de las clases presenciales por dos semanas para tratar de superar el colapso sanitario que se vive por la ocupación total de las camas de terapia intensiva que el país tiene disponibles.
Desde hace una docena de días la población se viene manifestando pidiendo la renuncia de Abdo y Velázquez por su mala gestión de la salud pública y la brutal corrupción durante la presente pandemia. Los jóvenes urbanos y campesinos autoconvocados y las organizaciones sociales, tienen previsto continuar con las protestas que tomarían la forma de cortes de ruta .
Para el 25 de marzo está prevista la Marcha del Campesinado Pobre con el lema “Fuera corruptos y vendepatrias. Por tierra, salud, trabajo y soberanía”, que se espera sea un momento clave para definir fuerzas.
Mientras las cifras de contagio se disparan y y el cansancio social se acumula, la inversión social se mantiene muy por debajo de las recomendaciones internacionales y el 73 por ciento de la población paraguaya no cuenta con ningún tipo de seguro médico, mientras que el presupuesto de la administración central destinado a salud apenas alcanza 2,1% del Producto Interno bruto.
La compra irregular de insumos médicos, en abril de 2020, pusieron en evidencia una red de tráfico de influencias y corrupción en las compras públicas. El primer cargamento de vacunas que arribó al país fue de la rusa Sputnik V, el 18 de febrero, con solo 4.000 dosis, que apenas permite inmunizar a una ínfima parte del personal de salud. Paraguay está entre los países menos inmunizados de la región, con apenas un 0,02% de personas vacunadas por cada 100 habitantes.
Pero la gota que desbordó el vaso fue la falta de medicamentos e insumos básicos en los hospitales públicos, lo que obliga a los pacientes a cubrir todos los costos.
La primera convocatoria de la sociedad civil, el 5 de marzo, que inauguró la serie de movilizaciones actuales, fue multitudinaria. Pero si bien arrancó como una protesta pacífica, acabó en violencia policial, con saldo de decenas de heridos.
https://youtu.be/kZxtXC9Va6M
Cartes, dueño entre otras empresas de un conglomerado de medios de comunicación, y una de la figuras del conflicto, coqueteó con la idea de la reelección, y logró mantener articulado su espacio político en el Partido Colorado. La mayoría de los diputados colorados le responden políticamente, así como en las gobernaciones y alcaldías. En lo que va del gobierno de Abdo Benítez, Cartes ha sabido manejar su fuerza política como palanca de sus demandas.
Su juego sigue siendo el de debilitar al Abdo para garantizarle una victoria en las elecciones municipales de este año y la candidatura presidencial en 2023. Por las medidas de cuarentena del año pasado, las municipales fueron postergadas para el 10 de octubre próximo, mientras que las internas partidarias simultáneas se realizarán el 20 de junio.
Un sostenido crecimiento en las cifras de contagio, la completa saturación de los servicios sanitarios, el retrasado proceso de vacunación y la persistencia de la movilización en las calles se convierte sigue siendo un cóctel explosivo capaz de provocar aún la caída del presidente, envuelto en una crisis de difícil superación y cuyas derivaciones lo habían arrinconarlo ante dos opciones: el juicio político o su entrega a los brazos del cartismo. El que decide, pues, es el empresario Horacio Cartes.
* Periodista y politólogo paraguayo, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)