A propósito del Caracazo: ¿A quién sacudiría un segundo sacudón?

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José Félix Rivas Alvarado|

Desde la ventana del apartamento del bloque 11, de Las Vegas de Petare,  miramos cómo la gente quedaba atrapada en lo que llamaron después la “Escalera de la Muerte”. Hace 28 años, empezando el mes de marzo,  junto con mi familia fuimos testigos de cómo los militares y la metropolitana le disparaban a las personas que transitaban por un sendero que serpenteaba el cerro que conducía al Mercado Popular de Mesuca.

Resultado de imagen para caracazo petare la escalera de la muerteLa gente llevaba cuatro días, desde el 27 de febrero, subiendo y bajando como hormiguitas, cargados de mercancía saqueada, desde cauchos, electrodomésticos y comida producto de ese reparto no  organizado. Vimos, conmovidos y con gran impotencia, cómo caían heridas personas, entre ellas una mujer embarazada. Estaban acorralados, desde abajo, le disparaban los soldados del ejército y desde arriba la Policía Metropolitana.

Parece que la preocupación por el olvido de la memoria histórica se ha hecho evidente este año 2017, cuando se cumplen 28 años de este evento. Ciertamente, mi hijo mayor – que ahora está en la universidad- no había nacido, y sólo conoce los hechos como una referencia documental o en la historia oral.

Con el propósito de enfrentar este olvido histórico, se ha elaborado una campaña interesante como la del video donde una joven relata lo ocurrido el 27 de febrero de 1989, a pesar que su edad no llega a 28 años. La muchacha desmenuza las posibles causas y consecuencias de este estallido social que inició, en América Latina, la resistencia popular contra el neoliberalismo (ver video El Caracazo: ¿En qué piensas cuando te dicen 27 de febrero? en este mismo portal)

Por otro lado, valiéndose de esta distancia en el tiempo y en el gran poder que le suministran las armas de la guerra de 4ta generación, las fuerzas de la restauración burguesa en Venezuela, actualmente promueven la matriz de opinión que lleva a comparar las condiciones actuales con las condiciones de 1988-1989, que generaron la explosión social.

Ellos, en su estrategia de guerra, han apostado para que se produzca un disparador  que lleva a una explosión social y de esta forma justificar derrocar al gobierno, bien sea con la colaboración de las clases dominantes, la jerarquía de la iglesia católica y colaboradores dentro de la Fuerza Armada, con el infaltable apoyo de fuerzas externas. En este último caso, podría incluir una intervención militar basado en modelo aplicado en Libia. Resultado de imagen para caracazo petare la escalera de la muerte

Pero, curiosamente, las fuerzas restauradoras del pacto de Punto Fijo, pueden experimentar una percepción contradictoria con un supuesto sacudón o explosión social. Ciertamente, como ya se dijo, pueden promover un jornada desestabilizadora similar para aplicar su hoja de ruta golpista, pero al mismo tiempo, la burguesía y las fuerzas espirituales de la dominación no se sentirían cómodos con la masiva presencia del pueblo en la calle protagonizando saqueos que, según su código de control, son acciones que atentan contra el principio sagrado de la propiedad privada. Debieran existir factores o cabezas políticas reflexivas (aunque cada vez uno duda más de eso) en los sectores pro-capitalistas que han considerado, con alta preocupación, el riesgo de que el pueblo se lance a una acción masiva de expropiación.

Algunos han confesado en sus círculos íntimos, que esta vez el pueblo (“infectado por el socialismo chavista”) no se conformará con saquear/expropiar a los comercios sino que se dirigirá a tomar el control de las fábricas y terrenos, y hasta se atreverían a llegar a los linderos de un poder silencioso: la banca. Especulan que esta masa popular estará conscientes que los oligarcas del dinero son unos de los actores estelares de la fuga de capitales, el endeudamiento externo y la manipulación del precio del dólar. Por eso, según ellos, es importante diluir esta conciencia política en el seno del chavismo, en una estrategia de descalificación ética y moral de mismo.

Los amantes del régimen del capital, por lo general desprecian la fuerza de la historia y hacen comparaciones mecánicas, olvidándose del protagonista principal: las fuerzas sociales involucradas y especialmente el pueblo trabajador. Resulta que este pueblo, o una parte importante de este pueblo, ha experimentado un proceso de maceración de su práctica política y su conciencia política. Además que en ese camino, Hugo Chávez les habló del socialismo, y algunos creyeron y creen de corazón en esa tierra prometida. Y esa fuerza, la de la esperanza, la de la conciencia, es una parte motriz de la corriente histórica-social, una fuerza destructora/creadora.

Resultado de imagen para caracazo petare la escalera de la muerte Desde la perspectiva de los sectores populares, incluyendo jóvenes y niños que nacieron durante estos 28 años, no es la misma realidad -en Venezuela ni en el mundo- la de 1988-89 a la de 2017, para bien o para mal. Para bien, hay un contagio inevitable en un importante número de la población de la rebeldía, de la experiencia de formas de organización, del ejemplo de Chávez…gente que no se quedó engatillada en la crítica y en la proclama, sino que llevó a la práctica una experiencia social en sus comunidades, en sus regiones, en sus territorios culturales y sociales. Gente honesta que sabe distinguir entre estar contra del capital y estar en el equipo de otros autoproclamados “socialistas”, corruptos y tránsfugas, que están detrás de un capital para enriquecerse a costa de la revolución bolivariana.

Hace 28 años, en  Petare, en un alto al fuego, acompañé, junto con Luis Machado, al padre Matías Camuñas a recorrer Palo Verde y el barrio José Félix Ribas, uno de los barrios (favelas) más grande de América Latina. El padre Matías acaba de hablar con el cardenal Lebrún, le informó que estaban matando a la gente indefensa. Acompañamos a Matías, le pedimos que se devolviera a la casa parroquial y que se visitiera con la sotana (cosa que sólo hacia en misa), y nos encontramos con una calle donde había cuerpos de personas que habían sido asesinadas por las balas del ejército. Hacia el barrio iban y venían ambulancias improvisadas, que cargaban más cadáveres que heridos.

Todavía recuerdo esas imágenes como un triste testimonio de hasta dónde pueden llegar las fuerzas que hoy, en complicidad con fuerzas externas, quieren retornar al control total del Estado y del Gobierno. Es una historia donde el único y principal no era Carlos Andrés Pérez, como suele presentarse en ciertos relatos. Resultado de imagen para carlos andres perez haussman

Detrás estaba, por ejemplo,  el equipo comandado por la gente del Instituto de  Estudios Superiores de Administración (IESA), donde el economista Miguel Rodríguez fungía de líder, aunque otros nombres como Moisés Naim, Ricardo Hausmman, el grupo Roraima encabezado por Marcel Granier (RCTV y El Diario de Caracas) y éste en pugna con el grupo Cisneros, que trataron de desplazar a la dirigencia partidista (especialmente al CEN de Acción Democrática) y ganaron el apoyo de Carlos Andrés Pérez que sabía que con ello tenía de su lado al capital financiero internacional y a sus instituciones oficiales: el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Detrás de esta trama estaban poderes fácticos y sus voceros, que nuevamente han aparecido en los ataques que ha recibido el proceso bolivariano.

Notas rlacionadas:

27-F y el bautismo neoliberal:

https://www.aporrea.org/actualidad/a96145.html

El caracazo de 1989 para la memoria y la reflexión:

https://questiondigital.com/el-caracazo-de-1989-para-la-memoria-y-la-reflexion/