A pedido de Trump Israel prohíbe el ingreso a dos congresistas musulmanas y desata escándalo

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Mirko C. Trudeau

El presidente Donald Trump tensó la cuerda del juicio político al presionar a Israel a impedir la visita de dos congresistas (mujeres y musulmanas), en una maniobra que fue repudiada por los representantes demócratas, organizaciones judías estadounidenses y parte de la prensa que se preguntó a qué le temen Trump y Benjamín Netanyahu.

Las políticas de Trump, muchas de ellas con el propósito de lograr votos que garanticen su reelección presidencial,  siguen provocando nerviosismo –al borde de una crisis económica-, mientras enfrenta nuevas investigaciones sobre irregularidades que alientan la posibilidad de un impeachment o juicio político.

En una nueva escalada de su guerra contra legisladoras federales demócratas progresistas, Trump exigió a su gResultado de imagen para congresistas en israelran aliado Benjamin Netanyahu negar el ingreso de las diputadas federales demócratas Ilhan Omar y Rashida Tlaib a Israel para realizar una gira oficial a los territorios palestinos. “Israel demostraría gran debilidad si permite que las representantes Omar y Tlaib la visiten. Odian a Israel y a toda la gente judía… son una desgracia”, tuiteó Trump.

Se refería a que Omar, representante de Minnesotta, y Tlaib, de Michigan, son las primeras musulmanas en el Congreso, y forman parte del cuarteto de diputadas a las que atacó directamente Trump por osar hacerle críticas a su gobierno. Su xenofobia veía sólo a mujeres y para peor musulmanas y no a dos legisladoras ciudadanas de EU electas por el pueblo: deberían de regresar… al lugar de donde vinieron, dijo.

No fue la primera ni la última vez que el mandatario fue acusado de racista y promotor del nacionalismo blanco. Un mes atrás se metió con cuatro congresistas opositoras no blancas: las dos musulmanas, pero también Alexandra Ocasio-Cortez de Nueva York y Ayanna Presley de Massachusetts, instándolas a “volver a sus países”.

Pese al anuncio del gobierno de Israel que nunca negaría la entrada de legisladores estadounidenses a su país, Netanyahu anunció su decisión justificándola en una nueva ley que prohíbe el ingreso de cualquier extranjero que promueve y apoya el movimiento de boicot a Israel por su trato y ocupación del pueblo palestino. Algunos legisladores señalaron que la postura de Israel tendrá consecuencias, recordando que el Partido Demócrata recibe la mayoría del voto judío en EU.

“No permitiremos que las congresistas ingresen en el país. No permitiremos que ingrese en el país cualquiera que niegue nuestro derecho a existir en el mundo. En principio, esta es una decisión muy correcta”, justificó la decisión la vicecanciller israelí, Tzipi Hotovely. El Ministerio del Interior, intentando suavizar la medida, añadió que si Tlaib, de origen palestino, pidiera visitar a familiares suyos, lo estudiaría “por motivos humanitarios”.

Omar, de origen palestino pero nacida en Detroit, y Tlaib, de origen somalí, planeaban visitar Jerusalén Este, Belén, Ramalah y Hebrón. Según diversas fuentes, también recorrerían el santuario Haram al Sharif (según el Islam) o el Monte del Templo (según el judaísmo), en la Ciudad Vieja, pidiendo hacerlo sin la escolta de la seguridad israelí.

La visita era parte de una gira planeada por Miftah, una organización sin fines de lucro liderada por la legisladora y veterana negociadora palestina por la paz, Hanan Ashrawi, quien definió a la medida israelí como un “escandaloso gesto de hostilidad contra el pueblo estadounidense y sus representantes”.

La movida Trump-Netanyahu fue denunciada por la cúpula demócrata (la líder de la mayoría demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi la calificó de profundamente decepcionante), y también por organizaciones judías aliadas de Israel en EU, como la poderosa AIPAC, que consideró que la decisión fue un error. La junta editorial del New York Times preguntó: ¿de qué tienen miedo Trump y Netanyahu?, afirmando que prohibir el ingreso de las legisladoras es lo que demuestra debilidad.

El primer ministro palestino, Mohamed Shtayeh, expresó: “las declaraciones de incitación que se han hecho contra las congresistas muestran el miedo que hay a exponer la tiranía de la ocupación israelí a la opinión pública de Estados Unidos”.

El Partido Demócrata le advirtió a Trump que, aunque las opiniones anti-israelíes de sus dos congresistas no reflejen la posición del partido, el veto a su visita dañaría las relaciones entre el partido y el gobierno israelí, que ya venían afectadas por cortocircuitos entre Netanyahu y el ex presidente Barack Obama, debido a prácticas violatorias sobre el territorio palestino.

Trump también se metió en problemas con los líderes republicanos en el Congreso, y asociaciones proisraelíes. “Estoy seguro deMcCarthy to Post: Omar and Tlaib pulling Democratic Party away from Israel que cualquiera que venga aquí con las orejas abiertas, los ojos abiertos y la mente abierta, podría regresar al país con un entendimiento de la situación, como estamos haciendo todos aquí, reconociendo el vínculo inquebrantable entre ambos países”, dijo el líder republicano en el Congreso, Kevin Mc Carthy, frente a periodistas en Jerusalén, liderando una delegación de 31 legisladores.

Uno de los principales rivales de Netanyahu en las elecciones generales del próximo 17 de setiembre, el centrista Yair Lapid, lo acusó de moverse motivado únicamente por “intereses electorales”. “Estas dos congresistas son antisemitas, pero no permitir su entrada hace un gran favor al movimiento propalestino de boicot. Tendríamos que haberlas dejado entrar para mostrarles que tenemos razón en el conflicto”, afirmó Lapid.

La postura del gobierno de Israel, en plena campaña electoral, parece tener un claro motivo: Donald Trump es el principal aliado del primer ministro Netanyahu en el ámbito internacional. En su campaña por la reelección, seguramente Trump perdió más votos de los que pudo ganar con esta maniobra xenófoba, misógina y racista.

*Economista del Observatorio de Estudios Macroeconómicos (Nueva York), Analista de temas de EEUU y Europa, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)