Cristina después del 8-N: “que se encarguen de generar ideas”
Un día después de la protesta de sectores medios y altos urbanos contra su gobierno, la Presidenta de argentina Cristina Fernández encabezó un acto en la Casa Rosada. Criticó la falta de una propuesta alternativa por parte de la oposición. “Mi compromiso con este proyecto es inquebrantable”, subrayó.
Pocas horas después del cacerolazo opositor, la presidenta Cristina Kirchner ratificó que mantendrá el rumbo de su gobierno y no tomará medidas especiales como respuesta a la manifestación, a la que le atribuyó una falta de representatividad. “Este es el problema que hay hoy político realmente en la sociedad argentina: la falta de una dirigencia política que nos presente realmente un modelo alternativo, pero de eso nosotros no podemos hacernos cargo –señaló–.
Nosotros creemos en el nuestro, que se encarguen los que no creen en el nuestro de generar con ideas, con proyectos y con propuestas lo que quiere el resto de la sociedad.” CFK también se refirió de manera explícita al conflicto que vive la ciudad de Buenos Aires por la falta de recolección de basura y responsabilizó por el tema al jefe de Gobierno, Mauricio Macri (ver página 2).
“El otro gran hecho se produjo ayer”, dejó caer la Presidenta en medio de su discurso. Todos contuvieron la respiración, pensando que hablaría explícitamente de la protesta, sin embargo fue un amague, porque se refirió a Beijing, “donde tuvo lugar el XVIII Congreso del Partido Comunista Chino, que tal vez haya pasado inadvertido, pero ayer se eligió un nuevo presidente en la República Popular China por diez años más y todo el buró del Partido Comunista”, algo de importancia debido a que de ese país puede venir la respuesta para “comenzar a superar esta crisis que creíamos que había pasado y, sin embargo, vuelve en forma intermitente”.
Sin embargo, las referencias al cacerolazo no faltaron en el discurso: “Mi compromiso con este proyecto de país es inquebrantable. No desde ahora, no es desde el 25 de mayo de 2003, viene desde muy joven y viene también desde la historia, porque no es que empezó todo cuando yo llegué a la presidencia, o cuando Néstor llegó o cuando empezamos a militar nosotros en los años ’70. No, la historia no es así, la historia no empieza cuando uno llega ni termina cuando uno se va”, explicó. La Presidenta ofreció un largo discurso ayer durante un acto en el Salón de las Mujeres, en la Casa Rosada, donde se presentó el plan de obras Más cerca junto a intendentes de varias secciones de la provincia de Buenos Aires.
Con el eco de las cacerolas todavía resonando, la mandataria hizo un llamado a las fuerzas que conforman el Frente para la Victoria para redoblar la apuesta. “Yo sueño con seguir reproduciendo esta incorporación, esta amplitud, esta sustentabilidad democrática de distintas ideas. No tenemos que pensar exactamente todos lo mismo, no tenemos que venir todos de la misma historia. Al contrario, lo que más enriquece a una persona, lo que más enriquece a un país, a una sociedad, es poder incluir y poder convivir y compartir aún con los que tenemos historias diferentes, orígenes diferentes y tener sí un objetivo que debe ser común para todos: la Patria”, señaló.
Luego recordó que los mismos dirigentes que el jueves cacerolearon en el Obelisco o fomentaron la propuesta ya fueron votados y tuvieron responsabilidades políticas nacionales o locales y que no estuvieron a la altura de las circunstancias. “Esto lo hablo en nombre de todos los argentinos –aseguró–, que tal vez han votado una opción, que luego los desilusionó porque fracasó, porque los estafó, porque dijo que iban a hacer una cosa.” Por el contrario, agregó, el kirchnerismo “ha tenido dos ejes fundamentales”. El primero fue “el fortalecimiento del poder político” y “la democratización del poder político”, y el segundo “el cumplimiento y el honor a la palabra del poder político”.
En otra referencia a la protesta del jueves, CFK sostuvo que los medios de comunicación y los opositores “han instalado determinadas frases, títulos, que cuando uno le pregunta sobre el título, no saben explicar y no saben desarrollar, porque solamente está el título como si fuera una muletilla, no hay argumentación, no hay sustento, no hay idea, es simplemente repetir lo que lee o lo que alguien le dice desde una pantalla de televisión”. En realidad, concluyó la Presidenta, “la gran clave y el gran problema es que ha habido un formidable aparato cultural que se ha extendido y ha actuado sobre todos los argentinos, para que tuvieran una idea distorsionada de su propio país”.